Capítulo 1
Otra noche de trabajo, de la misma rutina, no veo la hora de que termine para irme a descansar a mi casa, estar atendiendo a tantas personas, llevándole comida y sus bebidas. Es agotador, me aburre hacer todos los días lo mismo, me siento como una herramienta más para la sociedad que no se distingue del resto. Sin embargo, a pesar de que me gustaría cambiar mi estilo de vida, es demasiado complicado, especialmente cuando tienes miles de sueños que cumplir y para que se hagan realidad se requiere mucho esfuerzo, además el cansancio es temporal, la satisfacción es para siempre.
Hoy es noche de canto en este lugar, algunas personas vienen a cantar para ver si los contratan en el bar, Cliffs Edge. Han habido algunos muy buenos, pero también unos muy desafinados, eso ha hecho de esta noche un poco más entretenida. Es interesante escuchar diferentes estilos de música en cada canto, cada uno tiene su toque especial.
Llevó dos mojitos a la mesa 5, mientras que en el escenario sube una chica alta, guapa, su cabello es una bella cascada de rizos y sus ojos son dos bellas esmeraldas. Me quedo hipnotizada por su belleza, lleva puesto un gorro, con una camisa de corazones, unos apretados jens que hacen enloquecer a cualquiera y unas botas café. Su rostro es como él de un angel que cayo del cielo para salvarnos, esos labios tan perfectos, esas pestañas que hacen resaltar sus ojos, es muy hermosa que provoca que mi cuerpo sienta unas inmensas ganas de correr hacia ella y besarla, esos hoyuelos que se le forman cada vez que sonríe hace que mi teoría se confirme, ella es un angel.
-Buenas noches, soy Harriet Styles y les cantaré Stay with me de Sam Smith- Dijo ella. Su voz es algo grave pero hermosa, la hace aún más irresistible y femenina, el tipo de mujer que vuelve loco a cualquiera. Fue en ese momento en que nuestros ojos se encontraron, sentí una chispa en su mirada, un escalofrío en la espalda de esos que te advierten que algo importante está por suceder.
Mi bandeja con los tragos se cayó, provocando un tremendo escándalo en el local. Que gran desperdicio. Varios de mis compañeros de trabajo se me quedaron mirando, al igual que los clientes y la chica sólo una pequeña risa que me pareció adorable. Me siento como una estúpida, quisiera que me tragara la tierra por esta tremenda vergüenza que estoy pasando, miro con desprecio a mis compañeros que se atreven a reír y no a ayudarme.
-No se preocupen, yo lo recojo- Me dispuse hacerlo, mientras comenzaba a sonar los toques de guitarra que son suaves y bellos, de esos que te relajan y te erizan la piel. Estaba por terminar de recoger los vidrios rotos, cuando comencé a escuchar su melodiosa voz, era tan hermosa, como una diosa que quiere guiarme al paraíso, hace que mi corazón palpite más fuertemente y que mi piel se ponga de gallina. Me quede congelada mirándola como si viera la más bella obra de arte y así lo era.
-¡Louise!-Grita mi jefe desde lejos, provocando que de un salto del susto, se ve molesto, yo termino de limpiar el desorden que provoque, para luego dirigirme hasta él, antes de que me despida.
El está muy molesto, lo sé por su mirada y eso es malo porque puede despedirme, no puedo dejar que lo haga, realmente necesitó el dinero. Estoy demasiado frustrada conmigo misma en este momento por culpa de mi torpeza. Al terminar de limpiar, me dirigí hacia él, algo nerviosa y asustada.
-Louise no quiero que esto vuelva suceder-Sus brazos se ven tensos debajo de esa camisa, como si quisiera golpear o gritarle a alguien, espero que yo no sea su blanco.
-Lo sé, jefe, le prometo que no volverá a pasar-Le respondo con voz calmada, aunque sigo asustada, hago lo posible para mantener mi empleo.
-Ahora ve a servir los tragos y los que botaste serán descontados de tu sueldo.
-Entendido, jefe- Digo, mientras que en mi mente lo puteo. Mi sueldo es bajo para que me lo siga descontando este sinverguenza. Estoy molesta con él y conmigo misma, pero al menos la voz de esa dulce chica logra calmarme un poco.
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Cliffs Edge-Larriet Stylinson OneShot
FanficÉramos como el sol y la luna. ¿Sabes? Tan iguales, y tan distintas al mismo tiempo. "Fuego helado" se queda corto para describirnos. Pero dentro de cada una, había una parte de la otra. El ying y el yang quizás nos describía mejor. Aun recuerdo sus...