Una Loca Fan [TERMINADA]

Capitulo 8

Pato se acercó al hombre y empezaron a hablar bajo, me aleje un poco, uno sabe cuando sobra. Observe el cielo estrellado, nunca había andado en la ciudad tan de noche, si mi mamá se enterara me mata.

— Perdón — Pato se acercó a mí y observó el cielo — A veces me tratan como si fuera un niño — Levante una ceja ¿Encerio? Lo único que he escuchado de él son quejas, al parecer ser famoso no es tan lindo como te lo pintan — Tengo una idea — Sus ojos se iluminaron — Vamonos de aquí, a cualquier lado. Nunca tengo tiempo de conocer las ciudades a donde voy ¿Porque no me muestras un poco de tu hogar? — No pude evitar reírme de aquel plan disparatado.

— ¿Pasear de noche por Córdoba con una estrella de rock? No lo creo — Pato negó con la cabeza y volvió a mirar el cielo.

— Preferiría que lo vieras como un paseo entre amigos. aunque sea por esta noche me gustaría dejar a la estrella de rock colgada en el armario y ser solo yo — me tomó de la mano — Me gusta hablar contigo porque me haces sentir real, contigo dejo de ser una imagen y empiezo a ser yo.

Asentí sin saber que decir, empezaba a entenderlo. No debe ser fácil tener que sostener una imagen veinticuatro horas al día.

— Conosco un lugar que puede gustarte.

Caminamos en silencio por por las calles tranquilas del centro de mi ciudad. Pato observaba los carteles y tiendas que pasábamos y cada tanto se detenía en alguna vidriera. El silencio nunca había sido incómodo entre nosotros y eso me encantaba.

—Es aquí— Pato observó en silencio las grandes escalinatas del parque sarmiento.

— Es un chiste ¿verdad? — negué con la cabeza.

— Para ver lo que tengo para mostrarte debes subir hasta allí.

—Son muchos escalones — se quejó y yo reí.

—Vamos no es para tanto—  empecé a subir las escaleras y Pato se cruzó de brazos pero luego de algunos escalones pude sentir sus pasos detrás de mí. Cuando llegamos al playón del mirador lo tome del brazo y caminamos juntos hasta el barandal.

El paisaje era bellisimo, se podía ver la vieja rueda de la fortuna rodeada por una gran arbolada, las luces de la gran ciudad, la luna y las estrellas. Mire a Pato quien parecía estar  perdido en aquella postal.

— Es mi lugar favorito, vengo aquí más veses de las que debería. Cuando me siento aquí — Apoye mis manos sobre el viejo barandal — Y miró hacia arriba, realmente siento que podría tocar el cielo — mire las estrellas — Es aún más hermoso de noche.

— Cuentame más — lo mire extrañada, la gente no suele interesarse por mi historias.

—Bueno, este mirador tiene más de cien años y la rueda Eiffel — dije señalando la vieja rueda de la fortuna — fue traída a Córdoba en 1918. Este lugar, en el que estamos parados ahora mismo, esta lleno de historia. — Me aleje del barandal y empecé a caminar por el playón — Miles de personas pasaron por aquí, ¿puedes imaginar cuantas historias? Todas entrelazadas atravez del tiempo. Imagina cuantos enamorados se habrán profesado amor eterno en este lugar, cuantos niños habrán jugado en esas escalinatas, cuantos corazones rotos abran venido a buscar refugio en esta brillante luna — Gire y me encontré con los brillantes ojos de Pato, estaba a solo centímetros de distancia.

— Como me gustaría mirar las cosas con tus ojos, encuentras la belleza en cada pequeño detalle — Corrió un mechón de pelo de mi cara y volvió a sonreír, esta cercanía me ponía un poco incómoda. Retrocedí unos pasos y volví a caminar hasta el barandal.

— A mi me gustaría ver el mundo con tus ojos — Pato frunció el ceño — Tus letras, están llenas de significado. Las cosas que escribes, la forma en que trasmites todos esos sentimientos... — Suspire recordando todas las veces que me quede dormida escuchando sus temas, cada vez que sentí que alguna letras parecía definir exactamente lo que siento, todas las veces en que sus palabras me sacaron a flote.

— Si, seguro lloraste con amor de verano — Me empujó suavemente y ambos reímos —¿Que pasará después de esta noche?

—Bueno tu volverás a ser una estrella de rock y yo volveré a clases a ver cómo Tomi y Male se pasan saliva frente a mis ojos.

—Hablo de nosotros.

Me tomé un momento para pensar mi respuesta — Pato... no hay un nosotros. Tu vives en Bs As, tienes tu banda, tu familia, tus locas fans — Sonreí — Y yo... tengo algo parecido a una vida aquí. Tuve la suerte de que te cruzarás en mi camino el peor día de mi vida, pero eso no significa que todo nuestro mundo deba cambiar — Pato me miró cerio, se veía en su mirada que no le gustaba mi respuesta — No compliquemos nuestras vidas más de lo que están.

— ¿Y si quiero complicarme? — Negué con la cabeza y empecé a bajar las escalinatas. Pato se paró en frente evitándome el paso — ¿Que pasa si quiero cambiar mi mundo? Clary eres lo más lindo que me ha pasado en meses. ¿Y si todo esto no fue casualidad? ¿y si el destino quería que nuestras vidas se cruzarán?

— Creo que estás filosofando demasiado — me hise a un costado y seguí con mi camino. Pato me siguió el paso en silencio. — ¿Porque no disfrutamos de esta noche y luego nos preocupamos por el mañana?