Las luces violetas

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Narra Louis


Miraba mi reflejo en una enorme ventana una noche lluviosa de diciembre-


-¿Te vas a quedar aquí en la oficina toda la noche? -Dice mi mejor amigo Zayn poniéndose su saco-


- Creo que si, hoy no es un día importante -dije burlonamente-


-Mm, creo que si es un día importante, uno: es noche buena -me dice con un dedo- dos: es tu cumpleaños y tres -dice sacando su tercer dedo- vamos a festejar


No pude evitar reírme, desde que nos casamos con nuestras novias de la universidad no salíamos a nuestros "festejos", que quería decir: bares, chicas, drogas.


-Hoy vendrá mi mamá y los papás de Eleanor a nuestra casa para pasar la noche buena -dije poniendo mi abrigo y mi bufanda, era una noche helada-


- Huy amigo, espero que la señora y el señor Calder no te asesinen -dice burlándose mi compañero, los papás de mi esposa no me querían, desde que salía con ella en la universidad, que fue hace un año atrás, pero cuando se enteraron que mi fallecido padre era dueño de una importante compañía de bienes raíces casi nos obligan a casarnos un mes después de la graduación, ahora ellos también gozan de mi dinero-


-¿Y tus papás irán a tu casa? -Le pregunte a mi amigo mientras caminábamos hacia el elevador-


-No, otra vez tuve una pelea con mi padre, solo me habla cuando necesita dinero y aun así siempre me dice inútil, pero ya le lleve un regalo a mi mamá- dice enojado el moreno, siempre se llevaba mal con su papá desde niño, aunque no ah sido un buen hijo, era adicto a la "diversión" diría que yo también lo fui pero ahora siendo el presidente y el vicepresidente de la compañía Tomlinson no podemos hacerlo aunque solo tengamos 24 y 23 años siendo él el menor-


-Bueno, reza para que no me asesinen -dije mientras abría la puerta de mi auto, mi amigo estaba fumando un cigarro y congelándose de frio-


-Tienes que llevarme a mi casa -dice tirando el cigarro- Perrie vino y se llevo mi auto -asentí y se metió al copiloto, al cerrar la puerta prendí la calefacción y nos quitamos las bufandas-


-Y ¿para que se llevo tu auto? -Pregunte curioso mientras doblaba una calle-


-El suyo esta en el taller y se lo llevo para, ya sabes, esas cosas de compras, spa, depilaciones -dice riéndose, aun cuando es todo un empresario sigue siendo tan infantil y morboso- vamos amigo, es broma, anímate es tu vigésimo cuarto cumpleaños, acuérdate como fueron los otros 23 -dice para animarme-


-Si, no recuerdo mi cumpleaños número uno, ni el dos, ni el tres solo la fiesta del quinto año por que alguien me hundió en el pastel- al decir eso el moreno se deshace de la risa-


-Aun lo recuerdo como si hubiera sido ayer, y las otras fiestas, éramos los reyes de las fiestas-dice dejando de reírse- oye antes de ir a mi casa ¿podemos ir a la tuya?


- ¿A que?-era extraño que Zayn quisiera ir a mi casa, él y mi esposa se odiaban-


-Quiero recoger algo que olvide-no dije nada y me dirigí a mi casa, al llegar estacione el auto, estaban todas las luces apagadas, metí la llave y trataba de abrir mientras mi amigo se congelaba atrás de mi, abrí la puerta y entre-


-¡Sorpresa! -Gritaron unas personas, entre ellas mi esposa, mi mamá, los padres de Eleanor, unos amigos y compañeros de trabajo-


Narra Liam


-¡Que te dije maldita zorra! no quiero volver a verte -se escuchaban gritos de la cocina, no podía dormir, compartía cuarto con mi hermano menor Harry de 7 años quien estaba en su otra cama llorando y abrazando un peluche que le di de regalo por navidad, me levanto al escuchar su llanto silencioso-


-¿Qué pasa mi niño? -dije acostándome con él llevando mis cobijas ya que hacia mucho frio, nosotros no llevábamos una vida de lujos, ni estudios, vivíamos en "el rincón de Londres", las casas eran viejas y de mal estado, éramos pobres, mi mamá era desempleada y mi padrastro quien era papá de Harry era alcohólico solo quería dinero para su vicio-


-Tengo miedo -dice mi pequeño aun escuchando los gritos y botellas de cristal tronando en el suelo-


-No pasa nada -dije abrazándolo, ese niño se convirtió en mi todo aunque fuera mi hermanastro, antes yo era un niño muy feliz con mi mamá y mi papá, pero cuando tenia 12 años se separaron, mi mamá se hizo adicta a las drogas y se caso con el papá de Harry, su mamá murió en un accidente, ahora manda a Harry a trabajar en tiendas empaquetando las compras de los clientes y le quita lo que gana que es bastante, por su carisma y alegría le dan mucha propina que es usada horas después para droga y alcohol y a mi me pone a limpiar, cocinar, planchar etc.-


-¿Hoy vendá santa? -dice abrazándome mientras ahora los golpes se escuchan-


-No -dije casi a punto de llorar-


-¿Este año también esta enfemo? -Dice con esa voz inocente, lo miro y asiento- no lloles, le pedí un rebalo pala ti -dice sonriendo- ¿quides saber que? -volví a asentir- le pedí una casa, para inos tu y yo, dejar a mamá y papá aquí, no me gusta tabajar, ni que te pegue papá -aunque tenia 7 años seguía hablando algo mal, causa por no ir a la escuela "perdida de tiempo y dinero" según nuestro padre, pero yo le enseñaba lo poco que sabia, lo abrase y comencé a llorar mas-


-¡Donde esta el dinero! -dice entrando nuestro "padre" a la habitación, Harry se asusta-


-No se de que hablas, ¿y donde esta mi mamá? -El borracho se acerco a mí-


-!Como te atreves a gritarme estúpido! -me jala de la playera y comienza a golpearme en la cara, ya estaba acostumbrado pero no me gustaba que lo hiciera frente Harry, quien estaba llorando y gritando-


-¡Ya papá, déjalo! -Lloraba el niño-


-¡Tú cállate!, tu mamá se fue de zorra como siempre -me tira al suelo- aquí esta -dice riendo, agarra dinero de una alcancía, la rompe y saca 60 dólares-


-¡No papá eso es pada la comida de mañana-dice llorando Harry, con ese dinero de mi trabajo iba a llevarlo a comer-


-Já, ustedes son como las ratas, se pueden alimentar solo de dulces -y así era, nos daban dulces para comer, claro que a Harry le gustaba pero eso estaba mal porque el pequeño estaba delgado, muy blanco y se enfermaba muy fácil - ¿Qué es eso que tienes ahí? -Harry se aferra al peluche- si no me das a ese estúpido regalo, saco a tu hermano a que duerma afuera -Harry deja de llorar y se lo da -te portaste mal no mereces regalo- se va riendo y sale de la casa-


-¿Estas bien hedmano? -dice Harry llorando-


-Si -me levanto, lo llevo a la cama y le doy un beso en la frente-


-¿A dónde vas? -dijo triste-


- Voy a bañarme, trata de dormir, vengo rápido ¿esta bien? -Asintió un poco indeciso- mira toma este peluche -le dije dándole un peluche viejo que era mío- el te va a proteger mientras no estoy - le hago un poco de cosquillas y no tarda en reír tan hermoso- vamos duérmete Harold, mañana te daré una sorpresa -el niño sonrió-


-¿Cuál? -Dijo con alegría-


-No te puedo decir, pero duérmete ya -le avente un beso y salí de la habitación, cada vez que el estúpido viejo salía no regresaba hasta tres días, y mi mamá al siguiente pero con otros tipos, mire la sala y estaba llena de botellas, humo, colillas de cigarro, jeringas y otras cosas, me metí al baño, me duche con agua fría ya que no teníamos boiler y me puse ropa interior femenina, arriba unos pantalones ajustados, una camisa, un suéter y unos converse, salí de mi "hogar" y camine las calles oscuras, hacia un frio insoportable, mi asma no podría soportarlo pero tenia que hacerlo por Harry, aunque solo tengo 15 años tengo que hacer esto, llegue a unas calles con focos de neón violetas, vi a mi amigo Niall parado debajo de una luz, lo salude y antes de que pudiera ir con él alguien me tomo del hombro-


-¿Cuánto? -pregunto una voz masculina, me gire y vi a otro estúpido millonario de unos 50 años de los que siempre van ahí-


- 100 dólares la noche -el sonrió y me llevo-


The ForbiddenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora