Recuerdos

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Narra Zayn

Louis me miraba sorprendido, pero algo en mi hacia querer proteger a Liam y a ese pequeño.
-Piensa bien en lo que dices Zayn, no puedes arruinar tu vida por...
-¿Arruinar? –le pregunte sorprendido-¡Dios Louis! tu mas que nadie sabe que estoy cansado de esa vida, no soy feliz, y ahora que tengo una oportunidad de serlo no la voy a desaprovechar por miedo a que dirán, o lo que diga Perrie, mis papás, que se vayan al demonio, es mi felicidad, esos niños están cambiando mi vida, me abrieron los ojos, tú viste que el sol no gira alrededor de nosotros, Louis, quiero quedarme con ellos, así tenga que adoptarlos o divorciarme, lo haré –mi amigo se sentía igual que yo, metió sus manos a los bolsillos de su pantalón deportivo y bajo la mirada- si quieres volver, hazlo, yo le inventaré algo a mi esposa –me di la vuelta y entre al departamento, Louis entro detrás de mi, nos paramos en la puerta de la habitación de los pequeños quienes seguían sonriendo mirando sus nuevas cosas, Liam estaba feliz, al ver esa sonrisa tan hermosa me sentí muy tranquilo, en paz-
-esta bien –susurro Louis- yo también lo haré –lo mire con los ojos abiertos- pero dame tiempo, necesitamos pensar que hacer –asentí satisfecho.
Ese día fue algo agitado, después de las compras llegaron unos muebles nuevos que ordene, tenía que re-decorar todo el departamento para que se sintiera como un hogar y no un departamento sobrio donde iba a tener relaciones. Mientras las personas que contrate, que eran bastantes, subían muebles nuevos y bajaban los viejos, nosotros fuimos a comprar comida, era bueno que comenzara a cocinarles, yo era un experto en la cocina, al contrario de Louis. Agarramos un carro de compras, Louis subió al pequeño en el carro, en el lugar donde van los bebes, pero Harry es tan pequeño que cupo a la perfección en ese diminuto asiento, Lou le sonreía y hablaba de no se que con él, ¿de que puedes hablar con un niño? Liam caminaba enseguida de mi, siempre con una sonrisa en el rostro pero sus ojos llenos de tristeza, no quería que Liam estuviera de esa forma, se que a pasado por muchas cosas y tal vez por que no me conoce del todo, quería ganarme su confianza, tenia que hacerlo, tenia que hacer cualquier cosa para que ese niño fuera feliz.
Narra Liam

Entramos al supermercado donde solía comprar con mi madre y mi padre, una sensación de tristeza se apodero de mi, ¿en donde estaba mi mamá?, de seguro no había notado de mi ausencia. Al recorrer los pasillos de aquel lugar recordaba como papá me cargaba en los hombros y yo reía mientras gritaba "mamá, mamá, mira soy alto" y ella me miraba y sonreía "lo eres pequeño".  Recordé que la ultima vez que vine papá estaba hablando con una mujer, recuerdo como sonreían y hablaban como si ya se conocieran, yo los miraba de lejos, "hay viene mi esposa" dijo papá, "te veo en la noche cariño" dijo ella y se marchó, mamá se acerco y comenzaron las preguntas y las respuestas falsas, todo camino a casa pelearon mientras yo iba en el asiento de atrás mirando asustado y llorando. Después de eso ya no fue lo mismo y un años después volvimos a este lugar, vi a papá, me acerque corriendo y sonriendo, pero mi mamá me jalo, él no me escucho, entonces se acerco aquella mujer que había ocasionado la pelea, no podía olvidarla era ella, mas joven que mamá, rubia, pero ahora tenia el cabello corto y una gran panza de embarazo. Se acerco a él y lo beso, eso fue suficiente para comprender por que mamá lo odiaba, entonces fue en una de sus salidas donde conoció al papá de Harry y la vida de tormento comenzó
-¿Qué pasa Liam? –Me saco Zayn de mis pensamientos-
-nada –dije limpiando las lágrimas-
-¿te sientes bien? –Asentí sonriendo, Zayn era muy tierno al preocuparse por mi, me daba vergüenza darle problemas después de todo lo que ha hecho por Harry y por mi- si quieres decirme que algo te incomoda o no te gusta, solo dilo
-no, esta todo bien pero, este lugar me trae recuerdos –cerré los ojos para contener las lagrimas, sentí la mano de Zayn en mi hombro, abrí los ojos y lo mire de frente, claro que era mas alto que yo, le llegaba al pecho y podía oler su rico perfume, sus ojos hermosos y brillantes, su perfecta barba en candado que estaba creciendo lo hacia ver sexy y me sonroje-
-entonces ya no preguntare mas, si quieres hablar conmigo de algo no dudes, yo estoy para ti –toco una de mis mejillas suavemente- no estas solo, estas a salvo –dejo de acariciarme y mierda, quería que siguiera, que me acariciara, que me besara, que me tocara, se que es malo pensar eso pero, tal vez era la costumbres del mal sexo de cada noche, y ahora quería sentirlo con él, quería sentirlo de esa forma.
Narra Louis

Iba conduciendo el carrito de supermercado y Harry estaba en frente de mi sentando en la silla de bebes, me parecía muy gracioso verlo ahí, parecía que tenia 4 años o menos. Sus piecitos colgaban y pataleaban mientras me decía muchas cosas, la verdad no lo escuchaba, estaba más centrado en sus labios, en esos hermosos labios rojos, esas mejillas sonrojadas y esos malditos ojos verdes esmeraldas tan hermosos, y ni hablar de su cabello tan ridículamente perfecto. Me acerque un poco mas a él sin dejar de ver sus labios, estaba en algún pasillo de pastas y sopas, Liam y Zayn no estaban a la vista, o la verdad ni siquiera me fije en eso, estaba hipnotizado, me acerqué mas, estaba peligrosamente cerca y Harry no me miraba, miraba al suelo y habla y hablaba, y cuando lleve mi rostro a sus labios choque con algo, levante la mirada y estaba un gran trasero, enorme, en un vestido morado y un sombrero con muchas flores-
-¡oye, fíjate!  -me grito la anciana, era una mujer muy enorme y afroamericana, algo graciosa por su atuendo y su cabello blanco-
-lo siento –dije arrepentido, acabo de atropellar el trasero enorme de esa anciana con mi carrito por tratar de besar a un niño, si lo se, soy patético-
-eres un racista –me apunto con su dedo enorme y su brazo que colgaba mucha piel, como dije, era enorme-
-¿Qué es dacista?- -pregunto Harry mirándome-
-no señora, yo solo no la vi, lo siento
-le hablare a la policía –dijo enojada-
-¡no!, lo sentimos señoda, no quisimos ser dacistas –dijo Harry y la mujer comenzó a reír, su risa era contagiosa y el pequeño y yo reímos también-
-tranquilos, una vieja como yo todavía puede bromear, lindo hijo, guapo al igual que el papá –dijo sonriendo y se alejo con una lata de salsa de tomate y tambaleando su enorme trasero-
-wow –dijo el pequeño- que grande –volvimos a reír
-ella pensó que tu edas mi papá –dijo avergonzado-
-si, bueno, yo estoy muy grande, podría ser tu papá
-no es cierto, ella si estaba gande, tú estas muy joven –lo mire sonrojado-
-algo así –le acaricie la mejilla-
-me gustaría tener un papá como tu –eso rompió mi corazón a miles de pedazos-
-me gustaría tener un hijo como tu –mentí, mi cuerpo reaccionaba diferente a como un padre reacciona a un hijo, o tal vez un padre pervertido si reaccionaria así. Seguimos avanzando sin decir nada, había un silencio un poco incomodo, tenia que parar de pensar así, el pequeño había tenido una vida dura y no necesitaba que un maldito como yo viniera y se la arruinara, así que, me decidí a no volver a tocar al pequeño aunque eso seria difícil, lo vería como mi propio hijo.

The ForbiddenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora