Los trillizos Stilinski

4. Demonio

Andy, Stiles y Ed se encontraban en el loft de Derek, estudiando cuidadosamente a toda la manada, la cual hacia lo mismo con los trés. Las miradas eran desafiantes, solo tres de ellas felices.
- Vosotros sois trillizos -susurra Lydia, analizando la ropa de cada uno. Hasta ahora, Ed tenía su estilo favorito.

- Así es -dice Andy- No se por quélo veis tan complicado de creer.

- No es muy complicado, solo nos sorpende -contesta la pelirroja- Es decir, no todos los días conoces a tres personas exactamente iguales.

- Imagínate cuál fué la sorpresa de nuestra madre al ver tres diablos juntos -habla Ed con una sonrisa socarrona, mirando a la pelirroja con un brillo malvado. La mano de Andy impacta con fuerza en su nuca, haciéndole soltar un leve quejido.

- Comportate idiota -gruñe el alfa.

- ¡No he hecho nada malo! -protesta el castaño, frotándose la zona afectada.

- Lo estabas pensando, te conozco lo suficiente para saberlo.

- Aguafiestas -murmura con un mohín, recibiendo una mirada asesina de su copia.

- Creo que hemos sido unos maleducados -dice Andy levantándose de su silla- Mi nombre es Andrew Stilinski, soy el alfa de mi diminuta manada, compuesta por mi hermano mayor y mi beta, Stiles Stilinski -señala a el castaño con el pulgar, recibiendo un asentimiento en forma de saludo- Y este idiota de aquí es mi hermano menor -el de ojos miel abre la boca ofendido- Es un nogitsune.

Toda la manada se queda en silencio, mirando al menor con desconfianza.

- ¿No será peligroso tener a un nogitsune cerca?

- Un ser oscuro se transforma en monstruo si escoje el camino equivocado, por ser un amante de la oscuridad no me convierte en vuestro enemigo -recita el menor con la mandíbula apretada- ¿Vosotros creéis en ello?

Scott da unos pasos hacia delante, fijando su mirada en Ed.

- Nosotros aquí tenemos la costumbre de no juzgar a las personas por su apariencia o por lo que son.

- Por desgracia -susurra la pelirroja para si misma, ignorando el hecho de que todo el mundo la había escuchado.

- Entonces creo que nos llevaremos bien -sonríe de oreja a oreja, feliz por aquel hecho.

- Vayamos al grano de una vez -dice Lydia exasperada, cruzándose de brazos con una mueca de disgusto.

- Es cierto -habla Scott, echándole una mirada asesina a la chica para después volver la mirada al otro alfa- Queremos asegurarnos que no sois una amenaza para la ciudad, asi que queremos saber el por qué estáis aquí.

Los trillizos se miran entre ellos, debatiendo si contarle todo a ellos o no. Si no eran de confianza, existía un riesgo bastante grande de que todo el plan se fuera por la borda. Con un suspiro, Andy da un paso adelante, mirando intensamente al otro alfa.

- Es cierto, hay una razón por la que nosotros nos hemos mudado a esta ciudad -dice con voz neutral- Hemos venido aquí con la intención de encontrar a un demonio en concreto, ha estado asesinando a gente por todos lados, Edward siguió su rastro hasta esta ciudad y algo me dice que aquí hay algo que lo a atraido.

- ¿Por qué buscáis a ese demonio? ¿Se os a antojado hacer de héroes? -habla Malía con burla, mirando a los trillizos con odio y desconfianza.

- Asesinó a nuestra madre -dice Ed con voz dura, mirando a la chica con una dura mirada.

- Sentimos eso -susurra Scott con pena.

- Nosotros también -responde el zorro.

- Podría ser el árbol magico que hay en el bosque, nos a traido demasiados problemas aquel dichoso árbol -gruñe Peter sin apartar la vista de Andy.

- Podría ser eso lo más probable -dice Andrew, devolviéndole la mirada al ojiazul-. El demonio es capaz de absorber el poder de aquellos a los que asesina, haciéndose cada vez más fuerte, debemos pararlo antes de que sea imparable y acabe asesinando a todo el mundo.

- ¿Por donde podemos empezar? Puede estar en cualquier parte -habla Derek por primera vez.

- De eso se encargará Ed, el es también algo parecido a un demonio -dice Stiles.

- Debemos encontrar su recipiente pronto o morirá y el demonio buscará otro recipiente y así será, convirtiéndose en un círculo vicioso hasta que lo encontremos y lo asesinemos -comenta Ed, recibiendo un asentimiento de parte de la manada-. Necesito un momento de silencio, debo concentrarme par-.
En un rápido movimiento, sus dedos se deslizan por el tatuaje de su muñeca, sacando de ella una majestuosa espada japonesa de filo negro, apuntando un punto fijo de la pared.

-Sal de ahí demonio, te he sentido -dice con voz gruesa, mirando la pared con el ceño fruncido.

Una fina risa con aire macabro se escucha por la habitación, haciendo que todos miren alerta a su alrededor.

- Veo que el zorro es más listo de lo que me esperaba -la voz suena dulce y delicada, nada propia para un demonio.

- Muéstrate.

De la pared grisacea, una especie sombra negra se empieza a formar, con un aspecto de figura humana, de pequeña estatura y con pronunciadas curvas, tomando poco a poco la apariencia de una delicada mujer. La sombra comienza a mostrar una delicada piel blanca como la nieve, siendo tapado con un fino vestido negro de seda. Sus finos labios están curvados en una macabra sonrisa y sus ojos verdes brillan con maldad. Se pasa sus dedos por sus esponjosos cabellos rojizos, observando con atención como todos se encontraban transformados.

- Pequeño zorro, podrías decirle a tus amigitos que se tranqulizen, no he venido con intención de dañarlos -habla con diversión- No aún.

- Ni se te ocurra tocarles un solo pelo si no quieres acabar sin cabeza -gruñe Edward, mostrando sus afilados pero delicados colmillos.

- Guarda tus garras, solo he vendio para concocer al famoso nogitsune que es capaz de estar en armonía con su parte oscura.

- ¡Lárgate! -soltando una risa delicada, la hermosa mujer avanza unos pasos, quedando a penas unos centímetros de los labios del zorro.

- He venido para daros una advertencia -susurra en el odído del castaño- Salid de mi camino si no queréis salir lastimados -levantando la mano, deposita el dedo indice en la frente del castaño. Edward fija sus ojos en la mujer, incapaz de moverse un solo centímetro- Tomaos esto como algo que le podría pasar a vuestro querido zorrito si os entrometéis en mi camino -y sin más desaparece, dejando a toda la manada petrificafa.

- ¿Edward? -pregunta Andy al ver que su hermano menor no reaccionaba. El mencionado se gira con lentitud con los ojos completamente negros.

- ¿Ed?

Levantando el brazo con lentitud, apunta a su alfa.

- Voy a mataros a todos -dice el nombrado con voz neutral- Uno a uno.

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Ufff al fin pude actualizar, no tenía tiempo ni para hablar por whatsapp.

¿qué tal? ¿Qué creeis que le habrá hecho la misteriosa mujer a Ed? Tenía pensado darle un hueco al Sterek pero eso lo dejo para un poquito para mas adelante, creo que incluso se me a ocurrido dividir tres historias para cada uno de los trillizos, pero no sé, me gustaría saber vuestra opinión.

Nos leemos pronto.

Anónima