Me pareció divertido perseguirla entre esa bochornosa gente.
Cuando te alcance, te tome por la cintura y te rodee con mis brazos, mordiste mi mano y comenzaste a reírte.
Te solté y mire la huella de tu mordedura en mi mano, sonreí sin razón.
Me diste un golpe juguetón en el hombro y gritaste: atrapame.