En Manos Del Destino

2. Sus Ojos.

Me levanto con el pelo desmoronado, con la boca seca y con un ligero dolor de barriga. Tengo hambre. Voy a lavarme la cara, los dientes y seguidamente me sirvo una taza del café tan bueno que me regalo mi madre antes de venir. Es un cafe buenísimo, cada vez que tomo un sorbo se me heriza la piel, me recorre un escalofrío por el cuerpo y me siento como en casa.
Salgo a la terraza, por suerte nadie puede verme porque voy con pantalón diminuto, una camiseta que cae por el hombro descrubriendo el mismo y unos calcetines de invierno, altos y de terciopelo.
Miro a la gente como pasea con sus perros, como se toman algo en la terraza que hay debajo. Escucho carcajadas incontrolables de dos amigas que se cuentan chistes. Sin embargo yo... Yo no dejo de estar sola, aunque este rodeada de gente.
El sol deslumbra mi cara y me distrae de mis pensamientos. Sigo mirando la calle pero esta vez decido cambiar de vistas, y allí está él. No se quien es, no le había visto nunca, pero sin poder evitarlo llama mucho mi atención. Tiene el pelo rubio oscuro, los ojos azules, la verdad es que impactan, viste bien y sencillo, como a mi me gusta. Va con otro chico, y parecen muy amigos. Se aleja hasta el punto que pierdo la visión y ya no puedo verlo. Me quedo con la bonita imagen de su rostro y me preparo para salir.

No conozco a nadie y me siento un poco perdida, voy preguntando por la calle dónde puedo encontrar un supermercado para comprar, dónde puedo ir a comer, algún lugar para ir a tomar algo...

Me siento muy sola y perdida. Pero pronto cambiará.