Eres solo mio (Diabolik lovers)

Capitulo XI - Final

Mika se despertó un tanto confundida, abrió ligeramente sus ojos y vio algo que la hizo sonreír. Shu se había quedado dormido en la cama abrazado a ella. De todos los días que se había quedado en la mansión Sakamaki la mayoría de las veces lo veía durmiendo, pero esta vez se veía más... hermoso. Su cabello estaba algo despeinado y en su cuello tenía una marca roja donde lo había mordido. Sonrió satisfecha ante eso, pero más por tenerlo a su lado y que no se haya ido. Pero esa felicidad que sentía fue opacada por la voz de la conciencia en su cabeza, ¿hace cuanto estaban dormidos? ¿El baile ya había terminado? Sus hermanos de seguro lo estaban buscando ¡¿y si los encontraban en semejante escena?! No sabría que decirles ya que ni ella sabía qué relación tenía ahora con el rubio. Levanto un poco su cabeza para ver el reloj que había detrás del Sakamaki. Ya habían pasado... ¡3 horas! Se alarmo, ya que de seguro el baile estaba finalizando y empezarían a buscar a Shu, si es que no lo estaban buscando en ese momento.

-Shu despierta- lo movió lentamente esperando que se despertara, este solo hizo un gesto de disconformidad en su rostro –vamos Shu, ¡levántate!- empezó a moverlo de manera más rápida.

-ya deja de hacer eso, aun no quiero levantarme- abrazo con más fuerza el cuerpo de Mika haciendo que sus cuerpos desnudos queden mas juntos, y apoyo su cabeza en el pecho de la castaña que soltaba un suspiro resignada.

-pero tus hermanos seguro te están buscando, ¿qué les diremos si nos ven?- aunque disfrutaba el estar así con él quería evitar la incomodidad de que descubrieran que ambos tuvieron sexo mientras todos estaban en el baile.

-el castillo es muy grande, dudo que nos encuentren. Además...- levanto su mirada hacia la castaña -parece que tu tampoco quiere irte- se levanto del pecho de la chica quedando a la misma altura que ella y con ambos rostros muy cercanos.

-en verdad eres un vago- Comento medio en chiste y medio en serio. Quería seguir con él, pero tenía muchas dudas surcando su mente ¿Qué eran ellos ahora? Ella recién había terminado su relación con Subaru y el rubio también había superado recientemente sus sentimientos por el albino. Pero el hablar de sentimientos ahora era un poco apresurado para Mika, ella todavía no estaba segura de por qué había hecho eso con el hermano de su ex novio albino, y el rubio tal vez no sentía nada por ella y solo había querido acostarse con ella.

Shu se sentía bastante cansado como para ponerse a pensar en la situación en la que estaba, la verdad, aún no se había tomado un tiempo para pensar sobre lo que sentía en ese momento. Ya había superado sus sentimientos por Subaru, de eso no tenía dudas, ¿pero podía empezar a sentir algo por Mika? Esa noche había sido por demás increíble para él y deseaba el poder volver a repetirla, ¿pero era ese pensamiento solo carnal? Estaba por decirle algo cuando la puerta del cuarto se abrió fuertemente por la persona que menos querían ver.

-¡Shu sabes cuánto tiempo estuvimos buscándote!- grito harto Subaru ya que Reiji le había ordenado a todos los hermanos y a Yui que buscaran al hermano mayor que había desaparecido en cuanto llegaron al baile. Y después de buscar en decenas de cuartos lo encuentra, lo más probable para él era que el vago de la familia seguro estaba durmiendo, evadiendo la tediosa fiesta. Pero jamás, ni en un millón de años, espero ver a su hermano en la cama desnudo junto a la que era su ex novia, a la cual también había estado buscando en el baile para poder hablar con ella.

El silencio y la sorpresa invadieron el ambiente. El albino se quedó parado inmóvil viendo a ambos vampiros en la cama; Shu se sentía un poco incomodo, no por el hecho de ser visto por su hermano menor, lo cual le ayudo a comprobar que ya no sentí nada por él, si no por el hecho de que la mujer con la que estaba acostado era su reciente ex novia. Mika solo quería que la tierra la tragara en ese momento, el sentir la mirada roja del albino sobre ella y su hermano con el que se había acostado la avergonzaba como nunca.