Amor a primer paseo ©

''Necesitaré un perro''

Levantarme sabiendo que las vacaciones estaban aquí se sentía genial, no tener que preocuparme por estar en la parada del bus todos los días a las 7:50 AM, era simplemente liberador.
Aún que no tengo ningún plan aún para estas vacaciones de verano, siento que serán geniales.
Mi hermana se fue de vacaciones a Perú, claramente yo no puedo hacer eso, aún soy muy joven para irme sola, pero mis padres y yo estamos planeando ir a algún parque de atracciones esta semana.

—Buenos días Natalia —dijo mi papá.
—Buenos días, ¿no están felices de que sean vacaciones? —dije dando pequeños brincos.
—Para nosotros nunca hay vacaciones —dijo mamá.

Todo el desayuno estuvimos escuchando las noticias sobre los "spring breakers", y esas cosas, algo de política, y más.

—Gracias —dije a punto de subir por las escaleras.
—¿Ya irás a encerrarte en tu cuarto? —pregunto mi mamá.
—Es bastante entretenido.
—No lo dudo, más con ese chico dando vuelas por ahí —dijo y señaló con la cabeza en dirección a la ventana de la cocina.
—¿Qué chico?
—Ya lo averiguarás.
—Natalia, no quiero nada de enamoramientos estas vacaciones —dijo mi papá fingiendo un tono de regaño.
—No los habrá, que les vaya bien en el trabajo.

Cuando llegue a mi cuarto, lo primero que hice fue sentarme aún lado de mi ventana y buscar por ese chico del cual hablaba mi mamá.

Buscaba por toda la calle, atenta, cuando de repente el sonido de mi celular sonando me hizo pegar un brinco.

"¿Quién habla?" Pregunte.
"¿No tienes identificador de llamadas o qué? Soy yo tonta."
"Karen, ¿qué pasa?"
"Alejandra me dijo que te pasara el chisme."
"¿Qué chisme?"
"Hay un nuevo chico guapo en el vecindario, y está de puerta en puerta, ya pasó por mi casa; pero abrió mi mamá."
"¿Cómo que de puerta en puerta?"
"Si, literal. Va de casa en casa tocando las puertas."
"Eso es raro." dije riendo.
"Bueno te dejo, tienes que atender a alguien."
"¿Atender a alguien?"

Bajé el celular confundida, y no entendí hasta que oí que el timbre sonó, era él.

Me mire al espejo, me veía fatal; acomode mi pelo rápido mientras bajaba por las escaleras, y al verme en el espejo junto a la puerta principal, me veía peor.
El timbre volvió a sonar, ya no puedo hacer nada por arreglar esto.

—Hola —dije intentando sonar coqueta.
—¿No preguntas quién es antes de abrir la puerta? —dijo confundido.
—Ah, sí, no sé por qué no lo hice —dije, despidiéndome de todas mis esperanzas de lucir coqueta.
—Okay... Yo sólo vengo a dejarte esto —dijo y extendió su mano para darme un pequeño papelito rojo.
—Oh, gracias.
—Llámame si me necesitas —dijo y se fue.

Cerré la puerta, y no entendí su última frase, hasta que no leí el pequeño papel que me había dado.

"Servicio de paseo para perros" seguido de su número de celular.

Oh rayos, este es el momento en el que me doy cuenta que, si quiero hablarle a este tipo, necesitaré un perro.