Capítulo 12

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El día siguiente era sábado y Mycroft había decidido pasarlo con su hermano, ya que no aguantaba más sin saber qué le había impulsado a hacerlo. No era como si le fuera mal en los estudios o le trataran mal sus compañeros. Estaba claro que su compañero de habitación era un encanto y se preocupaba mucho por él. Por supuesto, el hecho de encontrarse en un entorno agradable, no significaba que no pudiera recaer, la depresión espera dormida hasta que encuentra formas de volver.

Como todas las mañanas, Sherlock al despertarse quería ir a la ducha, pero se encontró con que tenía un peso sobre el lazo izquierdo de su cuerpo, así como algo que le apretaba el pecho contra la cama. En un principio se asustó, ya que otras veces que había dormido con su compañero, se habían separado mientras dormían, pero esta vez era como si algo les hubiera unido. Fue entonces cuando el rizado se acordó de que la noche anterior había besado a alguien por primera vez y una especie de calor interno le hizo sonreír. El rubio era muy especial para él, le asombraba el hecho de que alguien se hubiera vuelto importante para él, y exactamente por eso, porque ya le habían hecho daño en el pasado, tenía miedo. Estaba claro que ambos chicos sentían algo más que amistad, pero existía el miedo en el rizado, de que siendo como era, lo fastidiara todo y que John le dejara de lado.

-John.- susurró el rizado. No era que quisiera cambiar de postura o que el bajito le estuviera aplastando, pero es que era muy maniático con sus rutinas.

El rubio se movió un poco y abrió los ojos para encontrarse con que estaba completamente apoyado contra Sherlock, con la cabeza apoyada en su pecho.

-Buenos días.- levantó la cabeza hacia el rizado- ¿Te quieres ir a duchar, verdad?

Sherlock asintió con ganas y se rió, apartándose de él para que se pudiera levantar.

-Gracias John.- dijo el moreno mientras cogía la ropa para el día- Por todo.

-Una cosa- le paró el rubio justo cuando iba a entrar al baño- ¿Sabes que eres mi mejor amigo, no?

-¿Tu mejor amigo?- no, Sherlock no se lo había tomado como si le hubiera pedido que siguieran siendo solo amigos, simplemente nunca había pensado que pudiera ser el mejor amigo de nadie.

-Claro que sí.- John le sonrió- Eres la persona con la que mejor me he llevado en mucho tiempo, y con eso de que llevamos un par de meses viviendo juntos... me sorprende lo indispensable que te has vuelto para mi.

-Nunca creía que sería el mejor amigo de nadie.- contestó el rizado una vez hubo interiorizado lo que había dicho el rubio. Se sentía tan querido, era una sensación absolutamente abrumadora- Muchas gracias.

-Ay.- John se levantó de la cama para ir a abrazar al chico y le agarró con cuidado, como si se fuera a romper. Unos nudillos en la puerta les interrumpieron. Sherlock supo, solo con la forma de tocar, que se trataba de su hermano.

-Dile que me ducho y salgo.- demandó el rizado, aunque más suave de lo que lo habría hecho normalmente. El rubio le sonrió e hizo como le mandó. Mycroft, aunque John le había invitado a pasar, había preferido quedarse fuera, mientras los chicos se preparaban.

El rubio no iba a ir con ellos, pero quería ver a Mary. Había quedado alguna vez con ella, pero en plan amigos, ya que John no podía hacerse sentir nada por ella. Pensaba en su compañero al estar con la chica, pero aún así, intentaba que ella le interesara de la forma en la que había llegado a despertarle la curiosidad Sherlock, pero era imposible. Quería comentarle que tendrían que dejar de tener citas, ya que al rubio le gustaría tener algo serio con el rizado. John no tenía ningún problema con su sexualidad, su hermana le había explicado que era totalmente normal que le gustara cualquiera de los sexos, al contrario de lo que le habían enseñado sus padres o el colegio. Había tenido una novia en el instituto con la que se había estrenado, había sido su mejor amiga en la infancia y cuando llegó la adolescencia decidieron que con quién mejor tener sus primeras experiencias que con alguien que se preocupara de verdad por ellos. John no lo podía negar, fue muy raro, no solo para él sino que para ella. Fue bonito, un amor fugaz, que había terminado en cuanto terminaron a enseñanza obligatoria, ya que ella en vez de seguir estudiando, comenzó a trabajar en la empresa de su padre y dejaron de verse.

Let It All Go. (Johnlock AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora