Capitulo 8

20 3 0
                                    


  Estaba furiosa, no solo por los celos, sino por darme cuenta de lo desconsiderado que era. La chica que estaba con él se alejó a comprar algo supongo y él se quedó solo. Le marqué a su celular y lo vi cuando me contestó...

- (Tn) _________ ¿Dónde has estado? He estado muy preocupado por ti...- me dijo.

-¿En serio? Piensas que soy estúpida ¿o qué?- le dije.

-¿Por qué estas molesta? – me preguntó.

-¡¡Me dejaste sola en la Casa de los Espantos!!- le grité mientras caminaba hacia donde estaba él.

-Corrección, tú saliste corriendo como una loca y no pude encontrarte. ¡Por Dios (Tn) ________! No creo que te haya pasado nada malo ahí dentro- me dijo riéndose.

-Date la vuelta y míralo con tus propios ojos- le dije mientras colgaba.

James se dio la vuelta con una sonrisa que se esfumó al verme- Tenia un gran golpe en mi labio y mi camisa rota...

-¡Dios mío! ¿Qué te pasó?- quiso abrazarme pero no lo deje.

-Mientras tú estabas aquí besándote con esa, un loco quiso violarme en la Casa de los Espantos. Me dijiste que no me ibas a dejar sola- le dije decepcionada.

-Lo siento... Ven dame un abrazo- se acercó a mí, pero yo me alejé dos pasos de él.

-Ni se te ocurra abrazarme, vete con esa zorra con la que estabas. Al fin y al cabo nada malo puede pasarme ¿no?- le dije con una sonrisa falsa en mi rostro y me alejé de él.

Corrí hacia donde estaba el oficial, me subí a su carro y nos fuimos. Pude ver como James llegaba corriendo hacia donde estábamos, nuestras miradas chocaron un instante y luego volví la mirada hacia al frente.

Cuando llegamos a la estación policial, hice mi declaración y me dijeron que me llamarían para el juicio que enfrentaría ese depravado.

Llegue al apartamento dos horas después. James estaba en la sala, evidentemente esperándome.

- Al fin llegaste, tenemos que hablar- me dijo angustiado.

-Tú y yo no tenemos nada de qué hablar- le conteste sin voltearlo a ver, seguí caminando hacia mi habitación, él me seguía y le cerré la puerta en su cara.

No salí de mi habitación en toda la noche. A la una de la mañana, decidí salir por algo de comer y por cómo pude darme cuenta James, ya se había ido a dormir, hace una hora, asi que no tendría que cruzármelo.

Llegué a la cocina y busque algo en el refrigerador.

Encontré algo de comida congelada y la puse en el microondas. Mientras esperaba a que estuviera lista, saque la leche con chocolate y me serví en un vaso muy grande.

-¿Cuánto tiempo esperabas que fuera a esperar a que salieras?- dijo James asustándome.

No le dije nada, solamente seguí tomándome mi leche con chocolate.

-Se que estas molesta conmigo. Te falle, tú no querías entrar ahí, yo te convencí y luego te abandone. Si te hubiera pasado algo, no me lo hubiera perdonado...- me dijo totalmente arrepentido.

Me quedé callada, solamente lo miré a los ojos. La verdad es que él no entendía lo mucho que me dolió lo que hizo. Yo estaba a punto de ser violada y él estaba afuera besándose con una chica que no conocía. El microondas sonó avisándome que la comida ya estaba lista. Saqué un cubierto de una gaveta y salí de la cocina con mi comida y un gran vaso con refresco en mis manos.

Me dirigí a mi habitación y James me siguió. Cuando trate de cerrar la puerta, él no me dejó. Deje mi comida en una pequeña mesa que está en mi cuarto.

-¿Podrías salirte de mi cuarto?- le dije molesta.

-No, hasta que me perdones- me dijo con la mirada triste.

-¿Quieres que te perdone? ¡Está bien! Te perdono por haberme dejado sola, te perdono por demostrarme que para ti no soy importante y que existo hasta que una zorra aparece en tu camino- le dije mientras empezaba a llorar.

-No, por favor no llores- me abrazo, quise soltarme pero él no me dejó. -Tú eres la persona más importante en mi vida, nunca pienses lo contrario.

-Eso no fue lo que demostraste hoy- le dije mientras tomaba mi comida y me sentaba en la cama.

-Yo te esperé afuera de la Casa de los Espantos y yo pensé que ya habías salido, te estaba esperando y la chica se me acercó y... bueno tu me conoces- me dijo apenado.

-Eres un zorro- le dije riéndome.

-¡Oye!- se rio.

Me abrazó muy fuerte, esta vez no me resistí. No podía seguir torturándolo. Él estaba arrepentido y además que puedo hacer estoy enamorada como una tonta de él.

-Te prometo que jamás voy a abandonarte. Eres mi mejor amiga, mi hermana- me dijo dándome un beso en mi frente.

Me acompaño a comer y platicamos un rato. Luego se fue a su habitación y yo suspiré mientras recordaba sus palabras: "Eres mi mejor amiga, mi hermana". Nunca me imaginé que esas palabras me dolerían tanto. 

Ocultando mi Corazón (James y Tu) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora