Un poco de ayuda

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Narrador Pov

-¿Eres tú?- exclamó la peli miel, asombrada. Era ese tonto que la había molestado antes de que JJ naciera. 

-Wow, bombón. Mira nada más que bonita te has puesto.- agregó el chico mientras se ponía la chaqueta y le guiñaba. La chica se enojó. No le gustaba ese apodo y no le agradaba ese chico.-No me llames así, mi nombre es Reina. R-E-I-N-A, ¿Entendiste? Tu... tu...- Reina se quedó callada, quería insultarlo pero sabía que no valía la pena y se alejó de él, el chico la siguió.   

-Oye, tranquila muñeca- la chica se detuvo y le dio una mirada retadora – Esta bien, perdón Reina. Se que no empezamos en buenos términos pero tengo entendido que cuando alguien te ayuda, debes de decir "Gracias", ¿no?-

La chica solo rodo los ojos.

-Bien, gracias por salvarme...- la chica se quedó callada, apenas se había dado cuenta de que no sabía su nombre. 

-Golfo- el chico acerco su mano para hacer un saludo, ella lo pensó un momento pero al final lo acepto.                                                                                                                                                                                      

- Ven Reina, vamos a quitarte esas cosas- exclamo señalando la extraña pulsera que tenía y que parecían unas esposas.

La chica solo lo siguió. ¿Qué más podía perder?

Reina P.O.V.

Estaba caminando atrás del chico, Golfo, un extraño nombre para un chico extraño. La última vez que lo vi fue hace casi dos años. Admito que es muy guapo aunque tiene un humor extraño. 
Cuando menos lo note estábamos enfrente de una calle sucia y mal cuidada.
No creo haber estado en este lugar en toda mi vida.
Golfo me llevo a una casa algo descuidada y de ella salió un hombre que parecía ser mecánico.
Golfo y el hombre hablaron de algo, pero después Golfo viene hacia mí con una cara de susto.
-Bien.... Supongo que no le tienes miedo a una motosierra ¿o sí?-me pregunta con cara nerviosa y risueña.
-Espera... ¿Qué? ¡¿Cómo que una motosierra?!- Me altere, como podría pensar en eso. Golfo solo agradeció al hombre y seguimos caminando.
Pasamos por muchas casas y cerca de un chico que se reía literalmente como una hiena.
No sé como pero alguien grita "¡CUIDADO!" y siento un peso sobre mí.

Golfo P.O.V.

Me sentí mal por Reina, se veía un poco triste, me pregunto que le habrá pasado. Cuando menos lo espero alguien grita "¡CUIDADO!" y por instinto salto sobre Reina para intentar que lo que sea no la golpee. Con cuidado me levanto de ella y la veo a los ojos, ella me mira y puedo apreciar un hermoso sonrojo. Se ve hermosa y sus ojos... WOW.
Rápidamente me levanto, ignorando que casi me sonrojo y la ayudo a levantarse. Y veo "Castor", uno de mis viejos amigos, con un intento de grúa intentando mover un montón de rocas, él las ama y tiene muchas herramientas que también ama, le encanta armar y desarmar cosas. Apenas logro captar su atención, pues él siempre está trabajando en cualquier cosa. Tarde un poco pero logre convencerlo para que le quitara las esposas a Reina. Castor se queda admirándolas, y casi puedo ver que se cae una lagrima de sus ojos cuando las tiene en sus manos. Parece que no las quiere dejar ir.
-Consérvelas- Dice Reina, sorprendiéndome un poco - para cualquier cosa que necesite- volteo hacia ella y veo que es sincera.
-¿Por qué se las diste?- le pregunto una vez afuera de la calle -Era una forma de decir gracias, además se ve que él las va a utilizar mejor de lo que yo lo haría- Parece que esta chica es única. Me gusta. 

La Dama y El Vagabundo (Humanizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora