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(1) De amores fugaces

Sin título (por ahora)

Recuerdo cuando lo conocí. Lo vi pasar caminando con una confianza y arrogancia terriblemente altas mientras cruzaba la calle. Recuerdo claramente cuando llegó a la parada del camión donde yo llevaba sentada un buen rato gracias a la ineficacia del sistema de transporte colectivo, al ver que se sentaba al otro extremo de la incómoda banca de metal no pude evitar sentirme nerviosa. También recuerdo que ese día hacía un clima terrible, con el cielo increíblemente gris y con un ligero frío que amenazaba con ponerse peor. Recuerdo claramente el libro que yo llevaba aquella tarde para leer donde pudiera y recuerdo que él llevaba exactamente el mismo libro bajo el brazo. Pasados algunos minutos, al igual que yo, comenzó a leer. Había algo en él que me hacía sentir nerviosa, inquieta, con ganas de salir de ahí. Recuerdo que no pude evitar mirarlo de reojo varias veces, pudiendo percatarme cada vez más que aquél chico era alto, por lo menos más que yo, su cabello era algo largo y castaño, su piel morena, su vestimenta casual y por último, que era bastante guapo, o por lo menos muy atractivo para mí; lucía tan tranquilo y hermoso mientras leía... Yo quería hablarle, me moría por escuchar su voz, aunque fuera algo como "si que hace frío, ¿no?" o "¿tu crees que lloverá muy fuerte?" o tal vez "sin duda debí haber traído un paraguas". Recuerdo que sacudí mi cabeza, ¿en serio sólo se me ocurrían charlas que tuvieran que ver con el clima? Quizás un "veo que traes el mismo libro que yo" o algo así. Si, ese sería. Justo cuando estaba por abrir la boca, mi camión llegó, el maldito camión que llevaba esperando casi media hora y al que se le ocurría llegar en ese momento. Recuerdo que pensé "bueno, ¿qué mas da? De seguro él ni siquiera me notó". Me levanté y camine hacia el camión, comenzaba a lloviznar, pero un "oye" me detuvo. Recuerdo que me gire y que él estaba ahí, frente a mí, sosteniendo el libro que había olvidado en la banca.
-Esto es tuyo, ¿no? ¿También te gusta este autor? A mi me encanta...
-Si, es mi favorito. Gracias.
Recuerdo perfectamente su voz grave y suave, sus ojos miel grandes y amables, lo alto que era (más de lo que esperaba) y sus mejillas, sonrojadas tal vez por el frío, tal vez por otra cosa...
Recuerdo que tomé el libro, y subí al camión. Recuerdo que él se quedó ahí, esperando bajo la lluvia a que el camión se fuera. Recuerdo que me senté junto a la ventana, viéndolo mientras el camión avanzaba. Pero lo que más recuerdo, es el pequeño romance que vivimos mientras nos mirábamos el uno al otro, una mirada intensa, romántica y única, con un escalofrío que me duro hasta que él desapareció de mi vista y me pareció ver un "espero volver a verte" en sus ojos. Recuerdo que aquella tarde viví el romance más pequeño del mundo.