No podía contarle la historia. Si se la contaba, Harry iría corriendo a la policía a denunciar. Pero, tampoco podía no contársela. Él estaba esperando que yo hablara, me miraba tratando de descifrarme. Mi cabeza luchaba para decidir qué hacer, si contarle o no. Suspiré y lo miré, él seguía mirándome fijo, esperando. Pude ver sus ojos verdes prestando atención a cada movimiento que hacía. Harry levantó una ceja pidiéndome que hable. Mordí mi labio y cerré los ojos por un segundo. Me dejaría llevar por un impulso, por lo que una voz dentro de mí me decía a gritos que no le dijera nada, que riesgoso. Pero no le hice caso a mi conciencia y la ignoré. Tenía a alguien a quién contarle, tenía a un chico guapo de ojos verdes y cabello alborotado esperando que yo dijera alguna palabra. ¿Qué más me podría golpear en esta vida? ¿Por qué no contarle a un completo desconocido que se abrió conmigo? Tomé aire.
-Antes que nada, por favor, Harry. Esto que diga acá, muere entre estas cuatro paredes. Te lo ruego, no le digas a nadie lo que te contaré pero ni siquiera tendría que contártelo. Pero... Estoy actuando sin pensar que seguramente me costará caro y te lo contaré. Sólo prométeme que no se lo dirás a nadie, ni a un amigo ni a la policía. Y me dejarás contar todo sin interrumpirme. Prométemelo.-
-Te lo prometo, Sasha.- Me tendió su dedo meñique.
-Gracias.-Entrelacé mi dedo meñique con el suyo. –Digamos que... de un día para otro mi vida se fue al infierno y yo, con 17 años, tuve que... Todo empezó una madrugada en la que estaba esperando que Chris (mi ex novio) trajera el auto más cerca de la entrada del lugar donde había sido la fiesta pero no apareció el auto que era tan familiar para mí. Una camioneta negra frenó rápidamente frente a mí y me empujaron dentro. Perdí el conocimiento y desperté en una habitación deteriorada acompañada de un hombre. Bobby, el culpable de todo esto, sólo recuerdo que estaba asustada y quería salir de ahí pero él me sujetó a una cama. Él fue quien me trajo a la realidad, desde entonces yo le pertenecía. Bobby me obligó a necesitarlo, empezó a inyectarme metanfetaminas hasta volverme adicta. Estuve un año haciendo bailes eróticos en un club y luego Bobby decidió llevarme a las calles y aquí estoy.- Solté todo tratando de no romperme.
Observé el rostro de Harry, estaba estupefacto y horrorizado. Temía que me mirara con asco o algo peor, que él saliera de este elevador y corriera a una comisaría. Él no había sacado su vista de mí y eso me inquietaba. Traté de sonreír pero mis ojos se llenaron de lágrimas y estas cayeron. Limpié mis lágrimas rápidamente y, súbitamente Harry estaba sobre mí, abrazándome. Parpadeé tratando de alejar nuevas lágrimas y acomodar mis pensamientos. Tímidamente, rodeé con mis brazos a Harry. Un calor desconocido me invadió y todo mi peso pareció alivianarse por un momento. Solo quería estar así por el resto de mi vida, llena de ese calor y lejos de mi vida que tanto pesaba. Deseaba que esto fuera eterno, quedarme encerrada aquí, lejos de toda la realidad. Suspiré y Harry me soltó.
-Te ayudaré.- Harry tomó mi mano y me miró a los ojos.
-No... Harry, no puedes. Es imposible, no puedo salir de esto.- Negué sollozando.
-Te ayudaré.- Repitió seguro.
-Harry, si vas a la policía, Bobby se enterará y me matará.- Sujeté un poco más fuerte su mano.
-No, no iré a la policía. Pero buscaré otra forma de ayudarte.- Harry insistió.
-Harry... No lo hagas. Si encuentras esa forma y me ayudas corres peligro.-
-Sasha, quiero hacerlo.- Harry me miró a los ojos.- Tú no mereces esto.-
-Harry... No puedo.- Una lágrima se escapó de mis ojos.

ESTÁS LEYENDO
Peligroso Impulso ||H.S||
Fanfiction"Es sorpendente como la vida gira por una persona, por una emoción, por una sensación, por un impulso." Advertencia: Lenguaje obsceno, contenido adulto, drogas y violencia explicita. (Esta historia es un universo alternativo, no todas las cosas conc...