1

533 24 1
                                    

*Narra Mia*

"Que asco de vida". Me repito cada mañana al escuchar el despertador. Cada día lo mismo, la misma rutina de siempre. Nada cambiaría ni aún que quisiera. Dejo los pensamientos a un lado y me levanto.
Hoy es el primer día que voy a la Universidad (de Barcelona). Soy de Madrid y me tuve que mudar por el trabajo de mi padre. No me agrada la idea de ir a un sitio desconocido sin saber de él ni de nadie de allí.
Me visto con un jersey blanco ajustado que me deja al descubierto el ombligo, me pongo unos pantalones negros rasgados por la rodilla y me hago una doblez dejando al descubierto tambien mis tobillos. Me pongo mis bambas blancas adidas favoritas y me dirijo al baño. Me ducho y al acabar me paro frente al espejo. Me cepillo los dientes, me peino, etc...

-Wow que hetero me veo. -Pienso al mirarme al espejo.

Voy a mi cuarto y abro el armario. Saco una camisa de cuadros roja y me la pongo sin abotonar. Me remango un poco las mangas y voy de nuevo al espejo.

-Así esta mucho mejor. -Me digo con una sonrisa.

Bajo rápido las escaleras que dan al salon, allí se encuentra mi padre con mis dos hermanas. Una es la mayor que tiene 26 años, se llama Laura y la otra es la pequeña con 22 años, se llama Alba. Ah y yo soy la mediana con 24 años.

-Hola feas! Buenos dias papá! -Digo mientras bajo las escaleras.
-Hola idiota! -Dicen mis hermanas al unísono.
-Hola cariño -Dice mi padre con un tono de voz cariñoso.

Me acerco a darles un beso a cada uno y antes de darle uno a Laura me interrumpe diciendo:

-Te ves muy guapa hoy, perdón muy hetero.

Alba y ella se empiezan a reír y mi padre antes de que yo saltara enfadada las interrumpió:

-Hijas, dejar empaz a vuestra hermana.

Dejo a las estupidas de mis hermanas y voy a la cocina donde se encuentra mi madre haciendo el desayuno.

-Buenos días mamá! -Le digo mientras me acerco a darle un beso en la mejilla.
-Buenos días Mia. Te ves muy guapa. -Dice con una sonrisa.
-Ay mamá déjalo! -Le digo arrugando la nariz.
-Deja de enfadarte! Tienes que acostumbrarte a los piropos, algún día tendrás a alguien que no deje de decirlos y que harás? Enfadarte? -Dice riendo.

Ojalá, ojalá tuviera a alguien que me dijera piropos, que me dijera lo que me quiere día tras día... pero eso parece que nunca ocurrirá. ¿Porque nadie se fija en mi? ¿Porque? Preguntas típicas que pasan por mi cabeza día si día también. Lo mejor será que deje de pensar en ello, hoy es mi primer día de la uni y me he de centrar.
Cojo la tostada que me ha preparado mi madre y un zumo de la nevera, cojo mi mochila y me dispongo a irme. Antes de poder tocar el pomo para abrir la puerta una mano me toca el hombro. Me giro y es mi padre con un regalo.

-Toma hija, se que venir aquí ha sido un fastidio para ti. Se que dejar el pasado es duro y no es fácil, por eso te he comprado esto. -Dice con una cara mostrando su mayor dulzura.
-Gracias papá, pero no hacia falta.
-Cojelo hija, te gustará.

Cojo el regalo. Es una cajita verde, pequeña envuelta por un lazo rojo muy suave. Lo abro y para mi sorpresa es un reloj. Hacia tiempo que andaba buscando uno, no se puede ir por la vida sin saber la hora que es. Además, con un simple giro de muñeca la sabré, es más cómodo que sacar el iphone.

-Muchísimas gracias papá! Es precioso! -Le digo mientras me lanzo a sus brazos.
-De nada hija, me alegra que te haya gustado. Ahora vete o si no llegaras tarde el primer día. -Dice con una sonrisa.
-Y vosotras también! No querreis llegar tarde! -Añadió mirando a mis hermanas.
-Ya vamos papá. -Se escuha de fondo.

Abro la puerta. Ya no hay marcha atrás, empieza un nuevo día en un nuevo sitio.
Durante el camino mis hermanas y yo vamos haciendo el tonto como siempre, sin darme cuenta ya habiamos llegado. El sitio me sorprendió, era mas grande de lo que pensaba y más moderno de lo que creía.

-Adiós feas, nos vemos a la hora de comer. -Dice Laura sacandome de mi fascinación.
-Adiós tonta, disfruta y no ligues tanto. -Responde Alba con un tono burloso.
-Adiós. -Añado.

Mi hermana tiene fama de ligar mucho. En mi casa ya estamos a acostumbrados que cada dos por tres traiga a algun "amiguito" suyo y se encierren en su habitación ha "estudiar". Ella cree que no sabemos lo que hace, pero es evidente, no? Por suerte quien lo sabe somos yo y Alba, se llegan a enterar mis padres y la castigan por el resto de su vida.

-Bueno yo me voy a mi primera clase o llegaré tarde, nos vemos! -Dice Alba con prisas.
-Adi... -Antes de poder despedirme ella ya se habia ido.
-Bueno, pues parece que me he quedado sola. Yo también tengo que ir ya a clase o si no llegaré tarde de verdad. -Pienso mientras miro la puerta principal de la Universidad.

Corriendo por los pasillos sin mirar a ningún lado me choco sin querer con un chico.

-Ay! Que te pasa?! No me ves o qué?
-L... lo... lo siento, tengo prisa y no miraba por donde iba. -Digo nerviosa, tocandome el brazo.
-Ten más cuidado la próxima vez eh!
-Parece que te has hecho daño. -Dice mirando mi brazo.
-No, estoy bien.
-Segura? Hay una enfermeria aquí al lado quieres que te acompañe?
-No no, gracias. Me tengo que ir o llegaré tarde a clase. -Digo apresurada.
-A que clase vas? -Me dice interesado.
-Psicología -Le respondo.
-Entiendo. Sigue recto y gira a la izquierda, hay una puerta amarilla. Es esa.
-Gracias. Por cierto, soy Mia.
-Aaron, encantado.
-Bueno yo me voy ya que también llego tarde, luego si quieres comemos juntos con unos amigos, te vendrá bien conocer a gente. -Añade.
-Claro! -Digo con una sonrisa.
-Bueno... hasta luego!
-Adiós! Y... perdón de nuevo. -Le digo antes de que se marche.

Me dedica una sonrisa y se va. Sigo las indicaciones que me ha dicho y llego sana y salva a mi destino.

Amor de Princesas (YellowMellow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora