CAPITULO 4

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5 días después...

«Toc»

«Toc»

Escucho sonar la puerta de mi habitación, pero gruño he ignoro aquel molestoso sonido, meto mi cabeza bajo la almohada para alejar aquellos fuertes golpes. La verdad es que no quiero que nadie me moleste en este momento, pero ya lo estan haciendo.

-¡Hija...Ya es hora de que te levantes, se te hará tarde! -grita mi madre al otro lado de la puerta.

¿Tarde? Si hoy no tengo nada que hacer. Me aferro más a mi almohada.

Vuelve a golpear pero la ignoro hasta que cesan los golpes, no soy capaz de prestarle mucha atención, si no que me dejo arrastrar por el sueño, hasta que escucho sonar mi teléfono.

¿!Es en serio!?

Al parecer hoy será un mal día para mi, busco mi teléfono aun sin poder abrir mis ojos.

¿Dónde lo habré dejado?

Tanteo de un lugar a otro tratando de encontrarlo, hasta que por fin abro un ojo y lo veo junto a la mesita de noche, miro la pantalla.

¿Qué hace Amanda llamándome a esta hora?

Contesto aun medio dormida

-¿Que pa...pasa? -digo arrastrando las palabras.- Apenas son las nueve de la mañana.

-¡Holaaaa...!¿Ya estás listas? dentro de poco llego a tu casa -dice en voz alta mientras suena una musica a fondo.

-¿De qué hablas? -le pregunto.

-¡No puede ser! ¿acaso has olvidado lo del viaje? -pregunta furiosa.

-¡Oh, rayos!, lo siento, lo había olvidado por completo -Le contesto mientras me levanto torpemente de la cama.

¡Demonios!

No se como puede olvidarlo.

- Ya me lo imaginaba, mi mamá insistió en que te llamara , bueno solo tienes veinte minutos, ya voy en camino .-Sin decir nada más cuelga.

La verdad es que le conté a mi amiga que no había olvidado el beso que me dió Liam y que todos estos días había soñado con él, que por cierto desde entonces los dos últimos días en la universidad no lo volví a ver. Se que pasarán una cuantas semanas hasta el reinicio de clases y quizá vuelva a cruzarse en mi camino. Pues lo deseo con ansias.

Pero pasar estas vacaciones en mi casa no sería una buena opción, Mi ex quién es mi vecino de al frente está con su novia, no toleraría despertar cada día y verles juntos. Muy en el fondo me dolería.

El beso que tuve con Liam ha cambiado un poco las cosas, he llorado un poco menos por la relación que tenía y he pensado más en el debido a los sueños lujuriosos.

¡Si! Definitivamente debo mantener mi mente ocupada he irme olvidando completamente de ese idiota que tuve por novio.

Con respecto al video no duró mucho en la cuenta de Brando el amigo de Liam. Lucas el hermano de Amanda se encargó de que lo eliminara. ¿Cómo lo convenció? no lo se, pero cuando lo vea debo darle las gracias.

Amanda tuvo una gran idea, irnos a casa de su hermano unos cuantos días, según ella, allí me olvidaré de todo, aunque sea por un buen tiempo, en particular de mi ex, al momento me extrañé y le dije que tenía que pensarlo pero insistió tanto que acepté.

Ese mismo día llamó a su hermano y le planto la idea, él de inmediato aceptó, no he tenido la oportunidad de verlo en persona ya que son medio hermanos por parte de su padre, y son pocas las veces que se ven el uno al otro.

Nunca he estado en ese lugar donde él se residencia, ya que no todos tienen la dicha de vivir en un lugar tan lujoso como Lechería.

Hacia donde nos dirijimos es unos de los mejores sitios para relajarse y mas teniendo un hermosos paisaje como la playa, no es que sea un lugar extremadamente lejos pero si se lleva una hora en auto.

Rápidamente me doy una ducha y cepillo mis dientes, salgo enrollada en la toalla y me dirijo al armario en busca de la ropa que me pondré. Decido por ponerme unos de mis jeans favoritos y una blusa sencilla color rosa.


Una vez lista me acerco al espejo y opto por peinar mi cabello, hasta que escucho sonar el timbre de la casa, corro hacia la ventana para ver si es mi amiga y lo primero que noto es el carro de su madre aparcado afuera.

-¡Sophia será mejor que te apresures! ya Amanda esta aquí- oigo gritar a mi madre desde abajo.

-¡Ahí voy mamá! -contesto.

Voy por mi maleta y comienzo a arrastrarla al piso de abajo, menos mal que decidí dejar todo ordenado la noche anterior para así ahorrarme tiempo durmiendo. Llego a la sala y allí de pies está Amanda y mi madre.

- ¿Lista?.-pregunta Amanda. Va vestida toda de negro con unos nuevos jeans bien ajustados que la hacen ver un poco mas delgada esta vez, pero me detengo en su rubio cabello que se lo ha recogido en un moño alto, lo que me recuerda que es lo mismo que hice con el mio tan solo unos minutos.

-Si ya podemos...-Mi madre me interrumpe.

-Aquí está tu desayuno. Tienes que comer antes de irte.-Se acerca y me lo entrega en las manos.

-Gracias mama, pero no tengo hambre.-le contesto.

Me acerco y la abrazo, ella me devuelve el gesto dándome un beso en la mejilla, yo por mi parte hago lo mismo.

-Te portas bien -Dice con una sonrisa en sus labios.

-¡Lo se mamá! Ya no soy una niña. Tengo 18 -le digo  mientras observo esos ojos verdes y ese cabello castaño que me recuerda lo mucho que me parezco tanto a ella.

-La edad no hace la diferencia en una persona cariño.

La conozco, va a iniciar la charla de siempre...

Al otro lado de la puerta se escucha el pitido del auto de la señora Ruma.

-Vamos que mi madre tienes diligencias que hacer.-Dice mi amiga tomandome de la mano.

Atravesamos la puerta y caminamos hacia el lugar donde esta la madre de Amanda

-¡Ya verás que no las pasaremos genial!.-Exclama mi amiga.

-Eso espero.-Le digo mientras camino hacia el auto.

Ella abre el maletero del auto y mete mi maleta, le pregunto a la señora Ruma como se encuentra, ella me dice que bien y me pide que la disculpe por lo apurada que anda, yo solo le sonrió y subo a la parte trasera donde se encuentra la hermanita menor de Amanda.

Veo a mi madre acercarse con algo en la mano.

-Lo has dejado.-Se acerca y me entrega el teléfono.

-Gracias mama, te quiero.

-Igual hija cuidate. Espero tu llamada. Que se diviertan...—Me guiña un ojo.

Ésta es la mejor made del mundo, no creo que alguien tenga una similar.

-Por supuesto mamá. Será lo primero que haré.

El auto se pone en marchar y lo último que la oigo decir de mi madre es:

—¡Suerte!

Yo Se Jugar A Este JuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora