Capítulo 2

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―¿Alguien murió o es ésta tu cara habitual de homicida espanta personas sociales? ―preguntó nada más al sentarse en frente de Takafumi, en su lugar de siempre, en el patio del campus de la universidad de medicina.

―Ja, ja. Mira qué simpático estás hoy, ¿ya estudiaste para el examen de mañana?

―No me hace falta. Soy listo por naturaleza. ―Le lanzó una de sus sonrisas autosuficientes. Casi no lo soportaba.

―¿Y no tienes nada mejor que hacer?

―Hmmm, a ver, déjame pensar. No.

Decidió no prestarle la atención debida a su petulancia durante el almuerzo. Al fin y al cabo tendría que soportarlo esa noche en la habitación que compartían desde hace un par de meses, cuando se instalaron oficialmente. 

Lo que parecía resultar casi impresionante era lo rápido que se había adaptado al nuevo ambiente en Londres. El Imperial College London es una prestigiosa universidad británica, ubicada entre las tres mejores universidades británicas junto con Cambridge y Oxford. Su campus central se encuentra entre Kensington & Chelsea y la ciudad de Westminster, dos barrios de Londres.

Masamune y Takafumi se hospedan en uno de los edificios de la universidad. Takano Masamune era un muchacho liberal, de la socialité, que vivía independientemente de sus padres desde la edad de los dieciséis años. Se podría escribir varios tomos de libros dedicados a relatar la historia de su vida, pero sería una gran pérdida. Él no estaba en ese tipo de negocios. Si tuviera que resumirse su personalidad en dos palabras serían éstas: Gay liberal.

Aquello casi hizo explotar a Yokozawa, pero cabe decir que eso es historia aparte. Masamune fue el único que no lo juzgó por su clase social, teniendo en cuenta que su padre era un eminente empresario japonés. Además de que desde el principio supo de su identidad sexual y, bueno, no hacía falta sumar dos más dos para hacer ver cómo encajaron esos dos, más aún cuando Takano hacía todo lo que estaba a su alcance para que Takafumi pudiera hallarse cómodo con quién era en realidad. La parte del plan que incluía bares gays iba muy lejos para su amigo pero vaya que encontraría la manera para hacer que la cantidad de veces que fruncía el ceño en un día disminuyeran.

Ya casi al término de su almuerzo fue imposible no fijarse en el grupo que pasó por el costado de ambos muchachos. Un par de chicas descaradamente coquetas y lo suficientemente atrevidas para devorar a Masamune con la mirada, caminaron junto a un chico de lo más descolorido en el grupo: Tímido, con el semblante bajo, ropa holgada y descuidada. 

Masamune mantuvo la vista fija en él, lanzándole un guiño que hizo al pobre estudiante de primer año tropezar estrepitosamente contra el bote de basura. Las brujas egoístas no lo ayudaron e incluso se rieron sin reparos. Su amigo suspiró y hastiado por la situación se levantó de la mesa.

―¿No te cansas Masamune? ―Lo regañó y él solo le dirigió una mirada aburrida. Ni siquiera hacía el mínimo esfuerzo por ocultar su arrogancia. Tomó un sorbo de su refresco con la pajilla, y el otro continuó―. Te lo prometo, a veces eres insoportable. —Se dirigió al muchacho, y lo ayudó a levantarse. A duras penas se levantó. Los movimientos temblorosos de su cuerpo le indicaron que estaba cargado de verguenza y que solo aceptaba su ayuda porque al parecer no le quedaba de otra. 

―¿Estás bien? ―De inmediato, se pasó las manos por sus jeans gastados y rotos. Y como no respondió, con una mano Yokozawa levantó su barbilla para poder observarlo mejor―. ¿Lo estás? 

―S-sí...pe-perdone... ¡Muchas gracias! ―Hizo una reverencia exagerada pero no lo engañaba. Sus ojos inundados en lágrimas le indicaban todo lo contrario. Repentinamente, le había nacido un sentimiento muy extraño. Deseaba poder entregarle algo. Unas simples palabras hubieran bastado. Pero el muchacho se dio media vuelta y comenzó a andar, antes de permitirle concatenar dos ideas juntas.

En nombre de ese amor [Sekaiichi Hatsukoi] Two Shot ft. Carol SantanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora