capitulo 4

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Veo por la ventana, todos están mirando y esperando algo.Mi hermano abre la puerta de su lado sale veo la reacción de las chicas es algo como si vieran a un artista o al papa hasta el mismísimo dios;pero el de los chavos es lo contrario.

-esto me va a gustar-me dice con una sonrisa que ilumina su cara.No lo había visto desde este punto pero mi hermano si es atractivo, alto, su tes es blanca igual ala mía, su cabello castaño oscuro siempre trae su copete para arriba 4 dedos de alto, siempre se lo agarra según yo es cuando se siente incomodo, su sonrisa es perfecta y cuando sonríe le salen los hoyuelos y sus ojos grises ayudan mucho.Los ojos se los debe a mama.-¿lista?

-ammm...

-Que no te de pena tu eres un joya en comparación de ellas.

-solo dices eso para que me sienta mejor y segura

-No-me dice con una sonrisa y dándome la mano para salir la cojo.Primeramente saco mis piernas y después me dispongo de mi hermano para que me ayude a salir, alzo la vista los chicos es igual que el de las chicas se quedan perplejos.

-hay están-dice mi papa, mi mama con una radiante sonrisa y los brazos abiertos casi corriendo nos abraza a mi y ami hermano. extrañaba tanto ese aroma;un aroma que no usual no se como explicarlo pero huele delicioso, los brazos cálidos de mama los extrañaba tanto, envidio tanto aquellas chavas que su mama se quieren despedir de ellas de beso o de abrazo y se niegan yo haría lo que fuera para que mi mama haga eso, ya no recuerdo la ultima vez que paso ese pensamiento en mi cabeza. quiero una mama normal, con quien pelarme, salir de compras con ella, que me enseñe a cocinar, que este ahí para mi cuando mas la necesito...necesito una mama.

El Sindrome De AlejandríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora