Jane The Killer

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Cuando oí que una nueva familia se había mudado al otro lado de la calle, no me sorprendí. Era un buen barrio y la casa era relativamente barata teniendo en cuenta dónde estaba. Supongo que tendría como 13 o 14 años cuando todo se fue al diablo.
Realmente, nunca hablé con Jeff cuando se mudó. Para ser sincera, nunca hablé con él hasta.... aquella noche. Pero ahora es muy pronto para hablar de eso. Mi primera impresión de Jeff fue que era un muchacho tranquilo. Probablemente sacaba buenas notas, rara vez se metía en peleas, quizás también un buen chico si se abría a los demás.
Su hermano Liu parecía del tipo que antepone su familia a todo lo demás por cómo se sentaba con su hermano en la acera. Por supuesto, por aquel entonces solo hacía suposiciones y en verdad no lo analicé demasiado. Me estaba preparando para ir al colegio cuando miré por la ventana. Llegaba tarde, lo que era raro en mí porque casi nunca llegaba tarde a ningún sitio. Especialmente al colegio.
No me sorprendió ver a Randy y a sus secuaces acercarse a Jeff y a Liu en su estúpido monopatín. Randy no era más que un abusón. Siempre se metía con cualquiera que fuera más pequeño que él.
Él era además la razón por la que mis padres me llevaban al colegio en coche, en vez de dejarme coger el autobús como el resto del mundo. Todos le tenían que dar el dinero de su almuerzo o algo en efectivo a Randy y sus secuaces por un "peaje" que les exigían.
Todos nosotros sabíamos que la pandilla de Randy tenía cuchillos y nos amenazaba con usarlos si alguna vez contábamos a alguien que robaban el dinero a otros niños en el barrio. Todos menos los chicos nuevos, a los que estaban tratando de intimidar como al resto de nosotros.

Cuando vi por la ventana a Randy hablando con ellos simplemente miré hacia otro lado. Era un acto cobarde pero tenía mejores cosas que hacer que ver a otro chico darle su dinero a Randy. Pero la curiosidad me pudo y miré unos segundos después. Lo que vi me dejó sin palabras. Jeff estaba de pie en ese momento y parecía que Randy ya tenía lo que quería. "Siéntate" pensé "no seas estúpido". Entonces vi a Jeff darle un puñetazo a Randy en la cara y romperle la muñeca.
-Oh dios mío -susurré. Después grité-, ¡idiota!
Mis padres bajaron corriendo las escaleras y preguntaron qué pasaba. Después miraron hacia afuera y vieron lo que estaba sucediendo. Jeff ya había cortado al chico delgado, creo que su nombre era Keith, y éste cayó al suelo gritando. Troy se desplomó con un simple puñetazo. Como mi casa estaba al otro lado de la calle desde donde Jeff y su hermano estaban sentados y tenía ventanas grandes en la parte de adelante, lo vimos todo. O al menos yo lo hice, mis padres vinieron después de la parte en la que Randy les robaba la cartera, así que no sabían toda la verdad.
Era inquietante ver a Jeff pelear. Se lo estaba pasando muy bien. Sentí un nudo en el estómago como si estuviera pasando algo que no era normal, y por la cara de Liu, Jeff no hacía ese tipo de cosas a menudo. Lo siguiente que recuerdo fue oír sirenas y ver a los chicos nuevos salir corriendo. La policía se acercó con el conductor del autobús a ver a las "víctimas". Estarían bien. Ya sabes, teniendo en cuenta la cantidad de golpes que les habían dado.
La regla de mis padres era "no policías" desde que un policía antidroga encerró a mi padre por querer llamarle la atención cuando estaba investigando el caso de la coca perdida. Acabó con mi padre dejando el cuerpo de policía. Así que cuando oímos sirenas fuimos al patio de atrás, nos montamos en el coche y nos fuimos.
Cuando mis padres me estaban llevando al colegio, me dijeron muy claramente que no querían verme nunca hablando con Jeff. Yo estaba de acuerdo con ellos.

Tenía arte a primera hora. Todavía puedo ver los colores de mi trabajo de arte si pienso mucho en él pero cuando intento ver cualquier otra cosa parecida ahora, lo veo todo gris. Supongo que ese es el precio a pagar cuando alguien pierde la inocencia.
No vi a Jeff hasta casi el final del día. Cuando lo vi estaba... distinto. Al principio pensé que estaba fingiendo alegría para que la gente no sospechara de él por el delito que había cometido. Pero él en verdad se lo estaba pasando bien y no porque estuviera emocionado por estar en el colegio. La sonrisa que tenía me parecía sádica. Era la sonrisa de un loco. En el momento en el que el timbre sonó, salí corriendo todo lo rápido que pude. Nadie excepto yo sabía qué era Jeff. Un monstruo.
El siguiente día parecía pasar sin ningún incidente a primera vista. Entonces, vi un coche de policía enfrente de la casa de Jeff. "Parece que te han pillado" pensé. Nadie podía salir ileso de algo como aquello (ya sabes, con el vecindario viéndote y todo eso). Pero estaba equivocada con quien arrestaron. En vez de salir con Jeff como esperaba que harían, la policía salió con Liu, su hermano. Apenas la idea de Jeff incriminando a su hermano por el ataque se había formado en mi cabeza cuando él salió gritándole a Liu:
-¡Liu, diles que fui yo! (Entonces podía escucharlo porque la puerta delantera de mi casa estaba abierta.)
No pude escuchar lo que Liu respondió al arrebato de su hermano, pero definitivamente no era lo que Jeff quería oír. Unos segundos más tarde la policía se fue con Liu, y Jeff se quedó fuera con su madre. Unos minutos después, ella entró dentro de la casa y dejó a Jeff solo. Aunque no podía oírlo desde el otro lado de la calle, podría decir que estaba llorando. Pero quién no lo haría en aquella situación.

Las verdaderas historias de los CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora