The Way I Loved You ( La Manera En Que Te Amaba) [ EDITANDO ]

Primer encuentro.

Era una tarde de verano agradable y soleado, un matrimonio joven corría por toda su casa, de un lado a otro, mientras una pequeña niña castaña los observaba con sus ojos verdes soñolientos.

-Mi amor, ya despertaste –dijo tomando a la pequeña en brazos, a sus 5 años seguía siendo tan ligera como una pluma

-Si-contesto la niña, frotándose los ojos.

-Bueno, juega con tus muñecas en paz mientras, yo y papi arreglamos todo para la cena –deposito un beso en su mejilla, dejándola sobre la alfombra

-¿Cena?-pregunto la pequeña curiosa-

-Sí, recuerda que vendrá la tía Lucy con el tío Drew y su hijo Austin que será como tu primo-contesto rápidamente, dirigiéndose así la cocina.

-Oh-la pequeña volvió su mirada hacia sus juguetes y no pregunto más.

Un carro iba tranquilamente por la carretera, la música estaba exactamente al volumen para armonizar el ambiente

-¿Ya casi llegamos-pregunto el pequeño con impaciencia por milésima vez

-Si cariño ya casi –la madre le respondía con la misma paciencia como la primera vez

-Salió tan impaciente como yo amor.-repuso el padre

-Lo sé- la mujer soltó una carcajada y cerro sus ojos para relajarse el resto del viaje.

El trascurso del tiempo paso rápidamente cuando menos se dieron cuenta ya estaban enfrente de la casa de sus amigos, la pareja bajo del auto junto con el niño y caminaron tranquilamente, aunque la mujer parecía más feliz de lo común ya que por  primera vez en 5 años vería  a su mejor amiga, desde que se casó y tuvo que irse a otra ciudad, por el trabajo de su esposo la había extrañado mucho.

En la casa el matrimonio, es especial la esposa estaba preocupada porque todo saliera perfecto para recibir a su amiga, desde el instituto habían estado juntas y nunca las había podido separar, y cuando su amiga, se había ido de la ciudad, sentía que le hacía mucha falta

-Cariño, cálmate todo saldrá perfecto –su esposo le masajeo el cuello-Solo relájate

Soltó un suspiro  y sus ojos se abrieron como platos  al ver a la niña machada de lodo, su vestido nuevo estaba arruinado.

-¡TAYLOR!-grito- ¿pero qué has hecho?-la regaño estaba a punto de darle un discurso cuando el timbre sonó

-Son ellos, ¡Dios mío! ¿Qué vamos a hacer?-hablo preocupada

-Mira abre, yo iré a cambiar a Taylor –tomo a la niña y salió corriendo a la planta alta

El timbre volvió a sonar

Miranda,  respiro y exhalo y abrió la puerta

-Miranda

-Lucy- ambas gritaron y se abrazaron entre risas- Te  eche un montón de menos

-Yo también-respondió la otra con lágrimas en sus mejillas

Se apresuró a limpiarlas cuando se separaron

-Un gusto volver a verte Drew-lo saludo –Y, ¿Quién es este pequeño?

-Es Austin, mi hijo, ven a saludar a la tía Miranda amor-lo animo su madre

El niño se acercó poco a poco a ella.

-Pero si es muy guapo –le dijo miranda a su amiga mientras lo cargaba – Sé que te llevaras muy bien con mi hija –le hizo cosquillas y el niño, estallo en risas

-Ya regresamos – se escuchó la voz de su esposo por las escaleras-Lucy, Drew un gusto volver a verlos.

-Igualmente Jack-respondió Drew

-Tu hija es preciosa, déjame adivinar se llama Taylor cierto, nunca me quisiste decir su nombre pero cuando éramos jóvenes ese nombre te encantaba- Lucy miro a Taylor con cariño le recordaba a su amiga de pequeña.

-Sí, su nombre es  Taylor.

-Hola preciosa–el cargo imitando lo que su amiga había hecho con su hija-Soy tu tía Lucy y él es tu tío Drew.

La niña solo se sonrojo y saludo con la mano, escondió su cara en el cabello de Lucy

-Sé que nuestros hijos serán como hermanos ya veras, pero vamos que les preparamos una comida de bienvenida-Miranda moría porque probaran lo que ella había cocinado de verdad se había esforzado.

Los cuatro se quedaron hablando demasiado tiempo en la mesa ya estaba empezando a oscurecer  pero ellos no lo notaban, Taylor se escabullo a la sala  y empezó a jugar, pero su paz fue interrumpida por el pequeño Austin que sentó a su lado

-¿Son tus juguetes?-le pregunto

Ella asintió con la cabeza

-¿No hablas? ¿Eres muda?- volvió a preguntar

Ella decidió ignorarlo, y siguió jugando con su muñeca, al ver que lo ignoraba se la arrebato

-Hazme caso-la levanto en alto

-Dámela es mía –hablo Taylor al fin

-Vez puedes hablar –le respondió el pequeño

-¡Mía! –soltó un gemido de desesperación al no poder tener su muñeca y las lágrimas pronto comenzaron a salir.

-Austin, hora de irnos ven –lo llamo su mama

El dejo la muñeca en el piso y corrió hacia ella.

Algo era seguro a Taylor no le gustaba ese niño

Pasaron los días y el pequeño y su madre los visitaban o ella y su madre los visitaba a ellos Austin solo se había dedicado a molestarla le quitaba sus muñecas, le jalaba el pelo y la empujaba, pero su mama le decía que solo estaba jugando, pero Taylor siempre se preguntaba

¿Por qué le  hacia eso?