Capitulo Especial: Pietro y Clarissa

48 4 0
                                    

/NA\

Esto fue escrito por alguien a quien yo apreciaba mucho, la verdad que me gusto demasiado, y quise compartirlo con ustedes.

Entonces podemos poner que fue escrito...

Por la chica en la que me inspire para Clarissa.

Gracias Super Lu

-Luci

-------------------------

Narra Clarissa

La lluvia caía, una gota tras otra, en un mecanismo tan triste como enfermizo, algo comprable con las lagrimas que derramaban mis ojos.

Era el final, literal y con final me refiero a haberme escapado de casa por la que era mi vida personal y estúpida historia de amor, shakespireana, un Romeo y Julieta version mafioso e italiano-argentina. Suspire mientras el colectivo recorría el centro de la ciudad, tenia los cristales de mis lentes mojados, mi cabello era un desastre, mi ropa chorreaba y mi mochila de tela estaba completamente mojada. Estaba pálida, con los ojos rojos y llenos de ojeras, parecía victima de una epidemia zombie o algo asi.

Mi destino era la casa en la que se hospedaba Pietro; les pregunte a los padres de Annie si el se encontraba alli, pero sus padres me recordaron que los viernes Pietro iba a dormir a la casa de su tío Constanzo, quien vive en el centro, en un departamento que se encuentra al lado de la pizzeria Di Benedicto.

En frente de la puerta de entrada del edificio. Pietro cuyos oscuros cabellos rizados estaban empapados al igual que el marco celeste de sus lentes. Nuestros lentes son idénticos salvo que los míos son rosados. Su sweater negro y sus jeans azules, desgastados también están empapados. Él y Pierina, la otra chica de intercambio que, ademas dr de ser su ex novia es la versión perfeccionada de mi. Es mas alta que yo, probablemente mas bonita e inteligente, aunque Leah y Annie dicen que esa chica es algo sínica y probablemente pesa unos diez kilos menos que yo.
Ellos estaban haciendo una escena dramática, un griterío digno de una opera italiana. Un culebrón mexicano Pierna salio corriendo indignada y yo la imite, sólo que yo corría en una dirección opuesta a la suya. Me dirigí hacia la casa de uno de los tantos stalkers que tenia cuando un agarre me detuvo.
Puerto había tomado suavemente mi mano. Volteé molesta
-¿cual es tu jodido problema?- le grité molesta refiriéndome a la opera italiana que acababa de presenciar. Pietro retrocedió un paso, algo sorprendido por mi reacción .
Yo también estaba sorprendida, aunque no tanto.
Los últimos quiebres en nuestra relación, el hecho de que me ocultara que su familia es la mafia más buscada en toda Italia y Argentina, y sus "amiguitas" europeas y yankees de intercambio, sus celos injustificables, me habían hecho callar... hasta ahora.

-Io... io...-comenzó a balbucear sin saber muy bien que decirme.

Suspiré.

-si quieres terminar conmigo solo hazlo, sabes?- le pregunté- porque sabes que te quiero demasiado para alejarme por mi misma, y si prefieres a tus amigas antes que a mi, no se que estamos haciendo. Somos como un teatro barato- Me queje, algo molesta

-No voy a cortar contigo- dijo frunciendo el entrecejo y sus labios se transformaron en una linea tensa- Ti amo- Susurro intentando abrazarme, pero esas dos palabras, y ese acento italiano no iban a recuperarme esta vez. 

Me aparté y seguí caminando

-Sí, claro-Solté sarcástica

Seguí caminando con la vista nublada a causa de las lagrimas y los cristales mojados de mis lentes.

Pietro no tardó en ponerse en frente mio, haciendo que mi rostro chocara con su cuello. no es fácil evitar a Pietro Di Benedicto, ya que es un muchacho atlético de un metro ochenta y espalda ancha.

-a donde vas?- Pregunto, preocupado y confundido.

-a acampar a casa de mi fratello- mi "fratello" es mi ex novio y un amigo muy cercano a mi, Giuliano. Lo llamo asi porque ambos tenemos descendencia italiana.

-¡¿fratello?!-pregunto escandalizado, sin poder creer lo que estaba diciendo

-Si, me voy a acampar en el patio de Giuliano- le informé

-¡hijo de la putana!- Soltó Pietro, en italiano, con su hermoso acento italiano ¿Como un insulto puede salir tan lindo viniendo de el?

-¡Pietro!- Lo regañé

Al final, él acabo ganando la discusión, y no porque yo me hubiera rendido, sino porque me tomo fuertemente entre sus brazos, pero sin lastimarme. Me alzó como si fuera un bebé y me cubrió con su swetter

-¡Me esta secuestrando! ¡ayuda!- Comence a gritar cuando entramos al edificio. Pietro reia divertido.

Algunos vecinos también se reían y otros lo miraban a él asustados y a mi con compasión, sabían que no les convenía meterse con un líder e la mafia italiana.  

Me arrastro hasta el departamento. En el pequeño living del mismo, un cuarto pequeño, de paredes celestes que apestaba a cerveza y tabaco, habían unos diez hombres serios vestidos con traje, que hablaban de asuntos que parecían ser de suma importancia, supuse que uno de ellos era el tio de Pietro.

Cuando llegamos todos nos miraron y se levantaron a estrechar la mano de Pietro y a saludarme con un beso en la mejilla.

-Bon Giorno- lo salude 

-No es de día- dijo uno de ellos, frunciendo el entrecejo, confundido.

-Como sea-Suspiré malhumorada. Lo hubiera mandado a freír espárragos... pero era un mafioso, y le tengo mucho aprecio a mi vida.

En la cocina se encontraba la tía de Pietro, una mujer de cabellos largos rizados y oscuros, piel clara, ojos grandes y azules quien usaba un vestido ajustado y rojo

-Que pasa?-pregunto su tía refiriéndose a mi 

-se queda a dormir- dijo Pietro mientras tomaba un plato de porciones de pizzas 

-No hagan nada...-le advirtió su tía

-Lo sé-le cortó Pietro, el tomó mi mano y me condujo hasta un hall largo y ancho de  paredes blancas hasta su cuarto.

El cuarto de Pietro era bastante pequeño y desordenado.

Tenia paredes de color celeste y no podía ver el escritorio ni la mesita de luz porque todo estaba absolutamente lleno de ropa.

Pietro se ruborizo y soltó una risa incomoda.

-Lo siento, no esperaba visitas, dame 5 minutos-dijo mientras cerraba la puerta de su habitación dejándome del lado del pasillo

espere y cuando abrió la puerta me encontré con toda la ropa puesta en un cesto y con la cama arreglada de una forma muy arrugada

Nos sentamos sobre el edredón, nuestras piernas estaban entrelazadas. Cuando terminamos de cenar el llevo el plato a la cocina y me dio un pijama para que me cambiara, ya que el que yo traía en mi mochila se me había mojado. el pijama que me dio consistía en una remera básica negra que me llegaba por las rodillas.

-Pietro-lo llame cuando termine de cambiarme, el entro por la puerta de la habitación y traía puesto un short deportivo azul

Él apago el interruptor de la luz y cerro la puerta para que tuviéramos algo de privacidad y luego nos acomodamos en su cama.

Como su espalda ocupa el noventa por ciento de la cama, tuve que acomodarme contra el y entrelazar nuestras piernas como si fuera una enredadera. Nos quitamos nuestros lentes y los colocamos sobre su mesita de luz.

Coloqué mi cabeza contra su pecho y sintiéndome protegida e inmensamente feliz

-¿Me amas?- Pregunto inseguro

-Si- respondí sin dudarlo

-¿Para siempre?

-Para siempre- 

y ese día decidí que Pietro y su cuarto eran mi lugar en el mundo

------------------------

y bueno..

siempre me gusto mucho esto

-Luci εїз

Osea... NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora