CAPÍTULO 20

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Escuchaba los ladridos de los perros y los oficiales gritando quién sabe que cosas yo sólo corría y corría, llegué corriendo hasta que pude ver una cabaña vieja, y sin pensarlo pase corriendo a todos los oficiales que estaban afuera de la cabaña, abrí la puerta y entre, mi corazón palpitaba de forma frenética y pensé que se iba a detener cuándo vi esa horrible imagen.

Ahí estaba ella totalmente molida a golpes, atada a una cama vieja de pies y manos con la ropa echa tirones y mugrienta.

Me acerqué corriendo hacía donde estaba atada y con desesperación quería y trataba de quitar los trapos con las que estaba suspendida de la vieja cama.

Logre liberar sus manos y pies pero ella no respondía, la abrace como nunca lo había echo antes y es que realmente la extrañaba y me destrozaba verla en ese estado.

El detective llegó detras de mi y me sujetó muy fuerte del brazo, tratando de levantarme y alejarme de Maya, pero yo no me moví , aunque su agarre me esaba causando dolor.

----En que estabas pensando, prometiste no intervenir que tal sí estaba el secuestrador dentro de la cabaña ---- me decía mientras me sarandeaba.

Podía oír los gritos de desesperación de Iker ya que no le permitían entrar.

El detective puso su atención en mi amiga y dio la orden de que entrará el equipo Médico.

Yo no quería soltarla, dejarla sola otra vez, todo era mi culpa, pude ver a los paramédicos entrar y como se acercaban con una camilla lista para sacarla de ahí, ella necesitaba ser llevada a un hospital de eso era consciente.

Me pidieron que la dejará para que la revisarán y yo a mi pesar la dejé ahí sobre esa maldita cama vieja donde había sufrido tanto.

Ella empezó a reaccionar y en un susurro dijo mi nombre, de inmediato me acerqué a ella.

----Estoy aquí Maya y nunca te voy a dejar amiga----dije mientras tomaba su mano y las lágrimas caían por mis mejillas.

----Arid, cuidate el te va a encontrar----- apenas lo dijo en un susurro entre cortado, pero logró helar mi sangre, ella sabía quien era ese demente.

----Maya, quién es ese maldito dimelo---- pero ya no recibí respuesta.

Después no se lo que pasó, los paramédicos gritaban y corrían y yo no podía entender que sucedía, Maya soltó mi mano y pude ver como convulsionaba, de inmediato la estabilizaron y la sacaron en la camilla, sin pensarlo aborde a su lado.

Mientras la ambulancia se alejaba, pude ver a Íker de quien me había olvidado por completo, me hizo un gesto de despedida y yo sólo asenti.

El sabía lo importante que era Maya para mi y lo que significaba estar con ella en estos momentos, no podía dejarla no otra vez.

Llegamos al hospital, a mi amiga la ingresaron a urgencias donde ya no pude acompañarla, después de 30 minutos, llegaron los padres de Maya, Íker y mi madre.

Íker y mi madre me abrazaron pero yo no necesitaba consuelo, si no los padres de Maya. Después esperamos bastante pero la madre de Maya no permitio que uno de los doctores que entraban y salian del quirofano se fuera una vez más como su nos evadiera, así que ella se paró frente a él tapándole toda salida posible y lo cuestionó.

----Como esta mi hija Doctor ----

---- Su hija estaba muy mal señora muchos golpes y lesiones internas, aparte de presentar infecciones en las heridas que aún estaban abiertas, hicimos lo que pudimos pero desgraciadamente su hija cayó en coma----

Los padres de Maya se desmoronaron por la noticia y yo yo no podía creer que mi amiga iba a estar postrada en una cama por quién sabe cuanto tiempo, y si podría despertar algún día.

Yo no rrespondía estaba en shock, me dejé caer de rodillas y comencé a llorar de impotencia y coraje.

Ese maldito le destrozó la vida a mi amiga y a todos nosotros, ahora yo tenía que investigar quien era y que quería de mi.

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LUKA

Y ahí estaba la policía buscando a otra de mis chicas, Ariadna iba a entender que nadie me desafiaba y si yo doy una orden se cumple.

Quería ver su rostro, el pánico dibujarse en sus facciones por ver destrozada a su amiga.

Esto me gustaba tanto saber que yo podía hacerla feliz o destruirla según como ella se comportará conmigo.

Se portó mal, ahí estaba su castigo y el de su amiga, ella pagó las consecuencias, se llevó la peor parte que lástima.

Ahora que estaba echa la obra y que veía como sufría Ariadna, me dieron ganas de consolarla pero tengo que planear como acercarme a ella y hacerla mía por las buenas o llevarmela por las malas.

De cualquier forma iba a ser mía, bueno ya lo era desde el momento en que la vi en ese asiento sonreír como sólo ella lo sabía hacer.

Me había cautivado, desde ese momento supe que ella iba a ser mía para siempre.


OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora