Back To Life |Pietro Maximoff/Quicklisilver|

-4-

Leigh's POV
Día nueve.

-Tienes que comer- pidió Wanda poniendo un plato frente a mi en la mesa.

-No tengo hambre...- en encojo de hombros, devolviendo el plato en su dirección-. De verdad que no.

-Llevas cinco días sin comer- recordó frunciendo el ceño-. Vas a comer- esta vez ordenó y dejo, por quinta vez, el plato frente a mi.

Respire profundamente antes de tomar el tenedor y comenzar a mover la comida, un trozo de papa azada y un cuatro de filete de pollo fue lo mas que llegue a apreciar dentro de Hydra una vez por semana, y sin mencionar el baso de agua a diario.

-Solo come la carne, ¿si?- pidió Pietro sentado a mi lado-. Al menos solo eso.

Asentí levemente y corte un trozo de carne azada, para finalmente llevarla a mi boca, luego de masticar por unos segundos, trago con dificultan e instintivamente siento como la comida intenta volver a salir. Pero utilizo todas mis fuerzas para no hacerlo.

-¿Estas bien?- Wanda esta preocupada, lleva su mano a mi espalda y la mueve de arriba a bajo para tranquilizarme.

-Solo necesito un momento- susurro cerrando los ojos.

Es difícil, luego de comer solo una vez a la semana, durante todo un año, es difícil comer todo un plato sin sentir que vas a vomitar todo. Y que dos gemelos sokovianos, que aseguran conocer todo acerca de mi, estén mirando como intento comer todo, no ayuda en lo mas mínimo. Mucho menos si Pietro sujeta mi mano en forma de apoyo, siento que algún momento comenzare a llorar, como llevo haciéndolo toda la semana.

-Leigh...- Pietro susurra mi nombre, y al igual que cada vez que lo hace, siento que algo en mi interior de un vuelco, y es algo que comienza asustarme.

-No puedo- niego alejando el plato, Wanda me mira con tristeza y de que quiere llorar, pero se resiste. Tal vez la conozca hace una semana, pero siento que conozco cada parte de ella-. Lo siento...- me disculpo para luego salir de la cocina.

Contengo las lagrimas hasta llegar al balcón del piso de los gemelos Maximoff, por mas que me niegue a aceptarlo, muy en el fondo algo me llamaba a sentirme como en casa, pero se que no es así, se que le ha causado daño a ambos hermanos al no recordarlos y solo quiero poder detener cualquier sufrimiento, tango para ellos como para mi.

-Lo siento...- me vuelvo a disculpa al aire, intentando calman el miedo que recorre mis venas-. No quiero seguir lastimándolos- digo dejándome vencer por las lagrimas, que rápidamente son retiradas de mi rostro por Pietro, ahora parado frente a mi.

-Cada vez que una lagrima recorre tus mejillas, haces que mi corazón se quiebre un poco mas...- dice con una pequeña sonrisa, intentando tranquilizarme-. No llores princezna.

-¿Por qué lo hacen?- preguntó sintiendo débil, pero el me mira sin comprender-. ¿Por qué ma ayudan?

-Porque se que dentro de toda esa oscuridad en tu mente, esta Leigh- dice acariciando mi mejilla-. Mi Leigh.