Criada Por Licántropos

Cap 1:La Escuela y ¿Mate?

Me desperté por el sonido del despertador, 6 am, escuela, lo que la gente más ama en la vida. Después de disfrutar por 10 minutos mi cama calentita, me levanté resistiendo las ganas que tenía de dormir, y me fui a bañar. Supongo que no les tendré que decir cómo me baño. Minutos mas tarde salí y me cambié, elegí unos jeans azules claros, rasgados en las rodillas, y una remera violeta que decía "Hay cosas que no haría ni en pedo... bueno, en pedo sí".

Bajé a desayunar, tostadas con capuchino, como siempre, y nos fuimos a la escuela. La verdad es que solamente a Laura le gusta ir, ahí se encuentra con su mate, pero nosotros no tenemos ninguna razón para estar felices, siempre hay algún que otro idiota que sale con un hueso roto. Sí, se que suena mal, pero en nuestra defensa, nos molestan mucho... bueno... a mi, a mis hermanos no porque cualquiera de ellos podría ser el siguiente líder.

Sonó el timbre para ir a clases, y eso hice, me separé de mi familia y fuí hacia el aula. Como siempre, cada uno se sentó en cualquier lugar, exceptuando dónde debería estar, revolearon un par de cosas, rompieron otras, colgaron un cartel de publicidad en el ventilador, nadie prestaba atención a la clase, y yo simplemente miré todo el espectáculo desde mi silla, al fondo entre las 4 paredes de ladrillo mal construidas que se hacía llamar "lugar para aprender". Fue un día normal después de todo.

Cuando sonó el timbre del almuerzo estaba que casi me dormía del aburrimiento, asique, ¿Qué mejor para matar el aburrimiento que ir a comer?

 Cuando me senté en la mesa vi a un grupo de chicas acercándose, siempre iban para ver si conseguían a alguno de mis hermanos, o para fastidiarme, dependiendo de su estado de ánimo. Ellas se suponen que son las más bonitas de la escuela, pero en realidad  sólo son las hijas de familias más adineradas de la manada. No son plásticas, pero supongo que sus kilos de maquillaje pueden contar como falsos. Intenté no prestarles atención mientras coqueteaban, o intentaban, con mis hermanos, hasta que me hablaron.

-Hola humana que haces? Viendo cómo mejorar ser la puta- dijo Lara, la líder.

- No, porque querría ser como vos? - dije, la verdad es que conocía chicas peores que ella, pero todas trabajan para un propósito. Ella sólo insultaba y coqueteaba con todos por gusto.

- ¿Cómo te atreves a hablarme así? - Su cara estaba casi roja del enojo... o era vergüenza?

- ¿Así como? ¿Con la verdad?- Estaba a punto de llorar de risa al ver su cara, parecía un tomate exprimido.

Para cuando me dí cuenta, ya todos estaban mirando la escena, algunos hasta se reían de lo que pasaba. La "reina" no acostumbraba a que sus súbditos hagan una revuelta, pero ya era hora de que de enterara de que yo no era la omega de nadie. Y si para eso debía decirle la verdad en la cara para que salga de su burbuja, entonces lo haría.

- Ahora verás - Su mano se levantó en mi dirección, por instinto cerré los ojos bien fuerte y me cubrí, pero lo raro fue que el golpe jamás llegó. Abrí los ojos, y me sorprendió ver a Marco agarrando la mano de Lara con furia, para luego empujarla y que se golpeara con una de las mesas. A ella al parecer no le agradó tanto ese empujón como a mi.

- Enserio! Es sólo una humana - gritó fuerte, tanto que se escuchó por todo el lugar.

- Y tu eres una perra y nadie te dice o hace nada asique lárgate! - Mierda, el tono de Alfa. Si leyeron bien, él es el líder de la manada BlackMoon, una manada con la que no tenemos acuerdos ni restricciones pero tampoco hacen falta. Nuestros padres eran amigos de jóvenes, por lo que las uniones con su comunidad no son escritas, sino más bien morales.

- Gracias - le dije un poco extraña, debido a mil extraño comportamiento de recién.

- No hay de qué - wow, de cerca no era para nada feo.

-Si necesitas algo solo dime - intenté copiar una frase típica de películas... pero creo que no salió muy bien.

-Ya tendrás tiempo para ayudarme cuando vivas conmigo -

Yo soy la única que escuchó "vivir conmigo"????

- A que te refieres? - enserio ya estaba muy confundida.

- A que ahora que sé que eres mi mate, no te dejaré sola...