Buscando una salida.

44 4 0
                                        

Lunes 25 de enero. Examen. Problemas emocionales. Aún sola en casa con mi hermano y abuelos. Que más podría pedir.

- Idiota- dijo Sam, nerviosa al parecer- ¿Estudiaste?

- Si no hubiera estudiado estaría como tu ahora mismo.

- Cállate, para tu información si estudie... bueno, sólo los primeros 4 temas.

- Te recuerdo que el examen abarca 2 bimestres.

Me miró un poco frustrada por mi respuesta.

- ¿Y que tal vas con Frank?

No quería que empezara a aventar todo ó a golpearme, pero en estos momentos verla enojada me divertía.

- Tu te callas, Reynolds.

- Sólo es una pregunta. Como si no te gustará oír su nombre.

- No...

- Aja- camine en dirección a mi salón.

Sabía lo que pasaría, y fue cierto: Sam, con una cara de arrepentimiento, me siguió casi a tropezones por los nervios que se cargaba.

- N-no es mi culpa que el nunca me hubiera contado de la alergia.

- Me sorprende que aún no te haya puesto una demanda.

- ¡Cállate!

Reí un poco.

- Bueno, espero que te vaya igual de bien con el examen- dije en tono sarcástico.

.

Salí de mi salón con un tremendo dolor de cabeza. Lo único que quería era acabar de una vez con esto de los exámenes y ponerme a ser la friki subnormal de todos los días.

Me abrí paso por el pasillo repleto de gente, cuando al querer girar a la izquierda choqué con alguien.

- Fíjate por donde caminas- respondí de manera instantánea, sin darme cuenta de que era el coordinador de la preparatoria.

- ¿Así es como se le habla a un profesor, señorita Reynolds?

Creo me puse pálida en ese momento, porque así lo sentí.

- D-disculpe...- dije guardando una postura "recta"- Estoy un poco fastidiada con esto de los exámenes. Creo acabaré teniendo pesadillas con Napoleón Bonaparte si continuo leyendo sobre sus campañas.

El coordinador rió un poco.

-No todo es tan malo, además, sólo faltan 2 días más. No creo que eso te destruya tan fácil.

Si me conociese... Pensé.

-Bueno, será mejor que vaya a su casa a descansar un poco, tengo que hablar con usted seriamente mañana.

Con su cara mostraba que estaba conteniendo la emoción, así que no me creí mucho lo de "seriamente".

-Lo veo mañana, profesor- dije caminando hacia la salida.

.

- ¿Crees que le guste un oso de felpa?

- No.

- ¿Y que tal unas flores?

- Menos.

- ¿No le gustan las canciones dedicadas?

- Si no son en persona y de las que le gustan no creo que las acepte.

- ¿Así de grande es su rencor hacia mí?- preguntó Jeremy.

- Y más. Aún sigo sin entender como pudiste hacer tal payasada.

- No estaba pensando de manera coherente en ese momento.

- ¿Tanto como para que hablaras mal de su asma?

- No lo entiendes- dijo, tomándose un momento para cerrar los ojos y recordar ese momento.

- No, y no creo entenderlo- dijo Sam mientras sacaba un libro de su mochila- Pero tu tampoco lo entiendes.

- ¿A que te refieres?

- Solo piensalo: le gritaste sólo porque ella te quería ayudar, no respondiste nada de lo que te preguntó pacientemente, insultante su déficits pulmonar. No tenías ninguna razón para descargar tu furia contra Annik.

- No pensé que llegaría tan lejos...

- ¿No lo pensaste o ni siquiera consideraste como se sentía?

Sam se fue caminando a la salida del campus.

- ...- Jeremy se dejo caer sobre el pasto de la cancha de fútbol como una de esas hojas de otoño de las que tanto disfrutaba de niño- Lo arruinaste todo, Jeremy...



Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 01, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un día masDonde viven las historias. Descúbrelo ahora