Grand Fantasia: Gaia

Capítulo 11

Lihn

Esta noche si o si lo haré, no me importa qué tan tímida sea, yo... le confesaré algo a Kiro.

-...Y después derroté a los tres conejos gomita- dijo Valek terminando su relato.

-¿¡Pero qué estás diciendo!? Yo recuerdo que fue todo al revés- dijo Katy riendo.

-¿En serio?- pregunté-No puedo creer que Valek casi muere con insignificantes conejos gomitas- digo casi sacando una carcajada.

-Eso era antes- dijo Valek a regañadientes.

- ¿Y ustedes cómo se conocieron?- dice Katy- Apuesto a que fue algo estúpido, que los dos chocaron o algo así.

-De hecho- dije mirando a Kiro- Él chocó conmigo cuando iba directo hacia Babama.

Y en ese momento todos estallamos de risa.

-Katy tienes buen ojo- dijo Valek.

-Pero si yo lo había dicho de broma- dijo Katy riendo.

-Ahh- suspiré después de reír tanto.

-Y... ¿Cómo fue su pasado?, quiero decir, tienen algún trauma de niños o algo así- dice Kiro con algo de nostalgia.

Y así cada uno fue contando su relato de niños.

-...Así que este es el único recuerdo que tengo de mi madre- dije mostrando el collar.

Se armó un silencio incómodo.

-Oye Valek, a que tú debes tener algún trauma o algo así de pequeño- dice Katy rompiendo el silencio.

-No, nada- dice Valek.

-Oh, vamos, yo sé que debes tener algo- dice Katy sin rendirse.

-Eso es información clasificada y estrictamente secreta- dice Valek guiñando un ojo.

Después de seguir conversando sobre cosas variadas y recordar anécdotas, era media noche:

-Bueno, a mí ya me dio sueño, iré a dormir, adiós- dice Katy bostezando.

-Creo que igual dormiré- dice Valek.

Después de un momento, me atrevo a hablar:

-Eh, Kiro, tú no hablaste casi nada, ¿Quieres que hablemos ahora?- estaba dispuesta a decirle lo que sentía

-Está bien, em... hablemos de nuestra infancia, ¿Qué dices?

-Eh... bueno - dije algo confundida, tal vez él no estaba prestando atención cuando contaba mi historia de cuando era niña.

-Yo empiezo... Bueno, este es el hecho que "marcó" mi infancia por decir así,-dijo poniendo doblando los dedos- aunque no lo creas, tuve una infancia no muy buena.

-Sé cómo te sientes, tampoco mi infancia fue buena- digo con algo de tristeza.

-Okey, okey, cuando era niño...-

Lo detuvo en seco un ronquido de Valek, los dos reímos hasta que dije:

-¿Qué tal si vamos a caminar mientras conversamos?

-Sí, creo que es mejor.

Mientras caminábamos, él seguía contando:

-...Mi papá iba todos los días a verla para pagar esa misteriosa deuda, hasta que un día, desperté y mi papá ya no estaba, horas después, veía cómo se llevaban a mi papá por acusación de matar a esa mujer.