Solo tu...

Lo mejor de la vida

Capitulo: 14.5
Final alternativo.

Takao Kazunati.

Me senté sin poder creer que mi querido Shin-chan se iba a casar y por supuesto no era conmigo si no, con esa tipa llamada Rin. Me dolía un poco mi panzita, el bebé pateaba muy fuerte, me contenía a lanzar quejidos de dolor.
Shin-chan se veía tan guapo con ese traje negro y peinado hacia atrás, sin duda el mejor esposo que alguien pueda tener. Empezó a sonar la música anunciando que la novia ya estaba presente, una vez que estuvo enfrente del altar Shin-chan la ayudó a subir, ahí fue cuando mi sufrimiento comenzó...

-aceptó...- fue lo único que escuche decir a Rin y automáticamente comencé a llorar, al parecer Shin no estaba atento ya que el padre le miro de mala gana al no haber escuchado.
-¿acepta a la joven Rin como su esposa, para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe?- me volteo a ver y sin más le hice una señal para que aceptara... Me dolía mucho, lo aceptó pero yo...
-aceptó...- no Shin-chan...
-si alguien tiene una objeción para que esta pareja no se una en sagrado matrimonio, que hable ahora o que calle para siempre...

Nadie quería interrumpir aquel bello momento...
Nadie iba a evitar que yo sufriera.
Hice puño mi mano y con la poca fuerza que tenía me levante...
-¡yo!- camine hacia Shin-chan para abrazarlo y llorar.- yo... No puedo ver a la persona que amo casarse con alguien más...¡yo me opongo!- grite con todas mis fuerzas hasta sentir como Shin-chan me abrazaba.
-Kazunari- nunca me había sentido más feliz.
-¡yo me opongo!- gire a ver de quien se trataba.
-haz llegado tarde Akashi, no es propio de ti...- Shin-chan se ajustó los lentes mientras sonreía.
-¡no!- ahora quien grito fue Rin.-¡Tu, ALEJA TUS MANOS DE MI ESPOSO!- se estaba acercando hasta que Shin-chan se interpuso.
-siento decirle mi joven dama que eso no se va a poder.- decía Akashi mientras cruzaba los brazos.
-¡callate!- Rin miró con ojos de asesina a Akashi quien no dudó en abrirse paso hacia ella.
-escuchame bien, yo soy absoluto y si digo que no te casaras con Shintaro es porque así será, ya lo he sentenciado. -Rin lo miraba con extrañeza. ¿Y quien no?.
-no me hagas reír...
-tengo pruebas de como han engañado a Shintaro haciéndole creer que su empresa a quebrado cuando en verdad esta bien.
-¿que?- la cara de Shin-chan se veía graciosa.
-lo que has escuchado, resulta que tu padre para casarte con Rin hizo una jugarreta más aparte que piensa quitarle la empresa al padre de Rin.
-¿he?- ahora la cara de Rin sin duda era la más chistosa. Seguía abrazando a Shin-chan hasta que me queje por una de las patadas de mi bebé.
-¿esras bien...?- me incline un poco para después enderezarme.
-cla-claro.-sentí como unas manos me empujaron, cayendo de la pequeña subida del altar... Vaya que dolió, no recuerdo nada muy bien sólo como Shin-chan me ayudó y Akashi agarró a Rin para que no escapara...
-duele...- fue lo único que dije antes de perder la conciencia.

Todo me da vueltas y me duele la columna. Me removí entre las sabanas para tocarme mi panzita la cual estaba hueca. ¡¿Hueca?! Me levante ignorando el dolor al hacerlo, seguía tocando, nada.
-no puede ser...- decía entre sollozos, todavía faltaba un mes para dar a luz... Y ahora he perdido al bebé. Shin-chan me odiara. No paraba de llorar hasta que vi entrar a una enfermera.
-señor Kazunari.
-¿donde esta mi bebé?
-fue prematuro- la interrumpí.
-¡lo sabía! -comencé a llorar de nuevo.- mi hijo ha muerto.- decía entre susurros, hasta que la enfermera se acercó.
-nada de eso, su bebé esta bien sólo esta en observación por haber nacido antes de tiempo.- me dedicó una sonrisa.
No sabía que decir sólo quería tener a mi hijo entre mis brazos, ahora lloraba de alegría. La enfermera se retiró y al instante entró Shin-chan con un bulto entre sus brazos...
-¡mi hijo!- extendí mis brazos hacia shin.
-mira a tu mamá.- le decía Shin-chan al bebé mientras me lo entregaba con sumó cuidado como si en cualquier momento se fuese a romper.
Abrí la cobijita y ahí estaba, mi retoño, no nuestro pequeño retoño. Tenía los ojos verdes como Shin-chan y el poco cabello que tenía era de color negro como el mío, sin duda alguna, es nuestro hijo.
-bien venido a esta familia pequeño.- bese sus mejillas. Es demasiado tranquilo ya que no lloraba.
-Kazunari, gracias...-shin me abrazo junto al bebé.
-somo una familia Shin-chan- comencé a llorar de tan sólo pensarlo...