Dos son mejor que uno

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Zuth me dio un recorrido por toda la nave, era gigante y muy moderna.
-Me oíste jovencito-me preguntó de repente sin que le hubiera puesto atención por estar viendo la gigantesca nave.
-No, perdona, me lo podrías repetir.
-Quería saber si querías unirte a nuestra tripulación.
-No lo sé.
-Nosotros te cuidaríamos y te protegeríamos.
-Y que se supone que hace su tripulación señor.
-Somos como "protectores" de las personas que son maltratadas por el poder del imperio.
-¿Que es el Imperio?
-No sabes, bueno estuviste desmayado dos días así que no tuviste oportunidad de saberlo. Bueno cuando el Supremo Canciller dio la orden 66...
-¿Que es la orden 66?
-Era la orden que el canciller dio para que los soldados clon asesinaran a los Jedi, sin que ellos pudieran abstenerse a matarlos.
-Entonces por eso nos dispararon a mi maestra y a mí.
-¿Eres un Jedi?
-Si mira.... Y mi espada....-pregunté pensando que la había perdido.
-¿Que te refieres a esto?-sacándola de su bolsillo.
-Si es esa, me la podrías regresar?-pregunté asustado temiendo que con ella me fuera a lastimar.
-Bueno, pero ten cuidado el imperio te matará si ve que la tienes.

En ese momento sentí que chocamos contra algo.
-Luego termino de contarte que es el imperio.
Nos acerqué a la cabina y ahí estaba una chica y una bestia color azul que tenía colgada una bata color negro.
-Y este niño que hace aquí- le preguntó a Zuth.
-Este niño ahora es parte de nuestra tripulación.

La criatura me miró como si fuera vomito embarrado cerca de él, luego volteo y empezó a hablar con la chica.
-Nos atrapó el rayo de atracción de un destructor estelar- dijo ella muy perturbada.
-¿Por qué nos atrapó? ¿Qué es lo que quieren?- le pregunte a la chica.
-Cuando la república se declaró como el nuevo imperio los soldados imperiales revisan cada nave para ver que no haya Caballeros Jedi abordó.
- Se acaban de acoplar a nuestra nave- dijo la gran bestia azul.
-Bueno hay que ir a saludarlos- dijo Zuth.

Antes de llagar a la compuerta de la nave escondí mi espada en un gabinete en el cuarto que era mío según Zuth.

Cuando llegue a la compuerta Zuth y los otros trataban de explicarle a los soldados que no había ningún Jedi abordó.

Los soldados apartaron a los chicos y empezaron a buscar en todas las habitaciones de la nave.

-¡Salgan de mi nave!-les gritó Zuth-¡Ahora!
-Tú no me ordenas pedazo de escoria-le contestó un soldado.

Zuth se enfureció tanto que sacó dos pedazos de metal de sus bolsillos y los unió y apretó un botón que a continuación hizo que sacara una gran sable con hoja verde.
Sabía que lo había visto en alguna parte , y recordé que el también era un caballero Jedi.

El último JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora