Inocencia Robada

Capitulo 4: el amor se come?

Amor... Que era eso? Era algún tipo de comida? A que sabía? Como se veía?

Esas eran las preguntas que rondaban la cabeza de Yuu, se le habían declarado una vez más, pero esta ve fue incapaz de rechazar al pobre en el momento. Se veía tan nervioso, tan vulnerable, por un segundo le recordó a Mika cuando eran niños y solía aferrarse a él por timidez sin soltar nunca su pequeña mano. Aunque ahora que lo pensaba Mika era una de las principales razones por la cual jamás había tenido novia o novio y desconocía todo sobre aquel sentimiento tan común en gente de su edad. Él siempre había insistido en que rechazará todas las confesiones que recibía – las cuales no eran pocas- con el pretexto de que esas personas no le convenían que solo deseaban usarlo y ya que él siempre obedecía las palabras de su mejor amigo, lo hacía sin pensarlo dos veces, después de todo el por lo general no los conocía y por lo tal no tenía razones para dudar de las palabras de Mika quien siempre velaba por su bien o eso era lo que él creía...

Esta vez había sido Kimizuki quien le había dicho que aceptara la confesión de Yoichi pero hacerlo le pareció raro, por alguna razón cuando pensaba en cómo tenía que ser una pareja se le venía la imagen de Mika a su cabeza. Sacudió su cabeza un poco ese pensamiento era tonto. Mika y el eran solo amigos, aunque para Yuu Mika era la persona más importante en su mundo. Aquella vez cuando Mika estuvo enfermo en el hospital y los doctores no parecían muy esperanzados respecto a la condición del menor. Él prometió y juro que si Mika salía bien de aquella situación el dedicaría su vida a hacer feliz a su amigo y que mientras vivieran jamás volvería a dejar a Mika solo, ya que aquello era su culpa... Jamás se perdonaría a si mismo por lo que hizo ese día aunque lo que pasó después no fue su culpa...

Si de algo estaba seguro era de que haría lo que fuera por Mika sin dudarlo, una de las razones era por la culpa, otra por su sentido del deber y la otra era porque su corazón siempre se sentía cálido cuando estaba con el rubio. Eso se debía por su profunda amistad cierto? Bueno eso quería creer ya que él pensaba que no tenía derecho a querer nada más...

El día por fin había terminado y se encontraba en la sala del consejo estudiantil esperando a que Mika terminara con sus labores diarios como presidente del consejo estudiantil. Ya era un poco tarde y ellos eran los únicos que quedaban en aquel lugar

-Yuu-chan – le llamó su amigo distrayéndolo de su lectura – ven – dijo más bien como una orden que como otra cosa. Yuu ya sabia lo que significaba eso. Se levantó del sillón que se encontraba enfrente del escritorio del rubio y se acercó a él con paso tranquilo

Cuando llegó al lado del rubio este echo la silla un poco para atrás dándole espacio al azabache para sentarse cómodamente sobre las piernas de su mejor amigo. Se acomodaron mejor y Mika sigue con los papeles que tenía que revisar antes de irse. Ya no eran tantos como antes pero todavía quedaban bastantes. Mika suspiró y miro a su amigo un poco, sonrío con dulzura mezclada con un poco de malicia

-Yuu-chan bésame – ordenó y el otro enrojeció levemente

-no quiero... – susurro muy sonrojado desviando la mirada

-yo siempre soy el que te besa, es que acaso tú no me quieres?- preguntó con un puchero- o es que acaso quieres a alguien más – eso había tomado desprevenido a Yuu, no le había dicho todavía sobre la confesión ya que sabía que su amigo de inmediato le haría rechazarle y quería pensarlo un poco más por su cuentas – tu silencio me dice mucho... Entonces es... – y no pudo decir nada Yuu unió sus labios en un torpe beso que Mika correspondió de inmediato. Rápidamente Mika tomó el control del beso. Se separaron por falta de aire

-no tengo a nadie más, para mí la persona más importante es Mika- aseguró y eso no era del todo una mentira. Mika lo miraba en silencio

-es bueno saber eso – sonrío tranquilamente calmando a Yuu – pero todavía debo terminar estos documentos por lo que no puedo distraerme de esta forma – se acercó a la oreja de Yuu mordiéndola suavemente – por qué no mejor me das unos besos como los que yo te doy para terminar más rápido – susurro en su oído y el azabache Trago saliva resignado. Conocía lo suficiente a su amigo como para saber que si no hacía lo que le pedía el otro empezaría a hablar hasta convencerlo y hacerlo sentir culpable

-está bien, pero no mires y dedícate a lo tuyo – dijo con resignación enlazando sus brazos en el cuello del rubio

-si!! – obedeció mirando los documentos mientras sentía como el ojiesmeralda repartía besos por todo su cuello y por un minuto el empotrarlo contra el escritorio parecía una buena idea, pero por ahora se conformaría con eso ya tendría mucho tiempo para hacer cosas más divertidas con el...

Bueno aquí está el capítulo de esta semana, espero que les haya gustado y perdón por los errores gramaticales todavía sigo acostumbrándome a escribir en mi celular. Dejen sus opiniones sobre el capítulo y muchas gracias por leer ¡!

Adiós miau miau