Capítulo especial "Todo valió la pena 2°da parte"

459 22 21
                                    

Capitulo 5: ¡Hola de nuevo, hospital!

POV Normal. (1 día después, Martes en la noche)

Karin estaba junto con Rangiku. La pelinegra se había sentado y, con ayuda de Rangiku, estaba intentando ponerse en pie.

-No nos apresuremos, levántate de a poco- decía la pelirroja mientras sostenía con cuidado a Karin.

-Ahora que siento mejor mi propio cuerpo, comienzo a extrañar el no sentir nada- dijo la Kurosaki haciendo varias muecas graciosas.

-No digas tonterías... ya veras como pronto estarás mejor- dijo Matsumoto. Ambas comenzaron a caminar lentamente por la habitación, muchas veces parándose por el dolor de Karin. Luego de dar una vuelta entera en la habitación, la pelinaranja volvió a recostar a la chica -Parece que tendré que dejarte aquí hasta mañana- dijo la doctora.

-¡No!- dijo Karin -Mañana tengo escuela y tengo que ir- le dijo preocupada la pelinegra -Además también deberás hacerme el certificado para entregar a dirección, no puedo faltar otro día- decía como loca Karin, tropezando una palabra con la otra.

-Tranquila niña, ¿a que viene tanta desesperación por ir a la escuela? cualquiera en tu lugar se encadenaría así mismo en aquella cama a la hora de volver, además, tienes que admitir que la comida es muy buena, incluso yo aveces me llevo un poco para mi casa- decía Rangiku yéndose por las ramas.

-El problema es que si un estudiante falta 2 veces seguidas a clases llaman a la familia para saber si cuentan la falta o si tiene justificación, y si llaman a mi familia que no saben nada de esto me veré obligada a contarles todo, y luego me matan por no haberles dicho en un principio- contó con desespero la chica para luego volver a quejarse, le dolía la cabeza.

-Diablos, eres única- dijo la doctora -Bien escucha- dijo -Si logras dar 3 vueltas seguidas a la habitación por ti misma yo te voy a dar de alta, pero si no lo logras te quedarás aquí hasta que estés bien ¿de acuerdo?- Karin asintió de inmediato -Bien, te traeré algo de comer y luego comienzas- le aviso.

-Rangiku, tu estas aquí desde que llegue ayer en la tarde ¿que sigues haciendo aquí?- preguntó la Kurosaki.

-Necesito extender el comedor de mi casa, así que estoy haciendo 48 horas de trabajo extras por semana, y prefiero hacerlas todas de un tirón y luego descansar, mañana a las 7 me voy de aquí- respondió ella -Además, aunque no estuviese haciendo horas extras, me quedaría aquí hasta que salieras. Estas prácticamente sola niña, no te puedo dejar al cuidado de cualquier doctor, de otra forma ellos llamarían a tu familia quieras o no- y tras estas últimas palabras, la pelinaranja se fue.

-Rangiku- murmuró la pelinegra -Gracias- dijo. A los pocos segundos la pelinaranja regresó con una bandeja con la mitad de una sandía, un par de cucharas, 2 latas de gaseosas y 2 pastelillos de vainilla. Al rato ya no quedaba nada en la bandeja.

-Bien, quiero verte- dijo Rangiku. Lentamente, la pelinegra se puso en pie y comenzó a caminar poco a poco. Luego de unos 15 minutos y mucho esfuerzo, Karin por fin volvió a sentarse.

-Ayer cuando escapé de ellos no me dolía tanto moverme- comento la Kurosaki.

-Parece que tuviste un golpe de suerte muy fuerte, ahora no te puedes ni mover ni aunque pasaste en absoluto reposo por más de 24 horas- dijo Rangiku.

-Supongo que una no siente el dolor en el momento de escapar de una pandilla de violadores maníacos- comentó Karin riendo suavemente, Rangiku la miró con admiración.

-He visto más casos de violaciones e intentos de violación de los que quisiera, todas las víctimas terminaban traumatizadas de por vida, incluso las que se salvaron, no se como es que tu puedes reírte de todo ésto, ¿Acaso no te dio miedo?- preguntó Rangiku.

Gracias a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora