Gracias a ti.

ESPECIAL: PLAN SECRETO 1/2.

Advertencia: puede que en algunas ocasiones, se me pase una maldición o algo pero... comprendan. No puedo hacer esta historia con un vocabulario de una maestra jardinera, o de escuela. Espero no les moleste. Y si les molesta, pueden cambiarlo en su cabeza. Eso es todo.

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Aclaro que estoy en contra del racismo y de la discriminación a las personas especiales, discapacitadas, ciegas, gordas o flacas. Les aviso para que sepan que si digo gordo, o el discapacitado, o cualquier cosa, no lo tomen como ofensa. Pues no lo digo de mala fe.

LEAN LOS COMENTARIOS DE LA AUTORA AL FINAL DE LA HISTORIA.

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-Nadie salió mal-herido aparte de ti y tu hermano- dijo él.

-¡¿Como esta él?!- preguntó Masaki intentando levantarse, Juro la tomó por los hombros manteniéndola acostada.

-El está bien- dijo Juro, entonces ambos se dieron cuenta de cuan cerca se encontraban y se sonrosaron, más no se movieron -Masaki- susurró Juro.

-¿Que ocurre?- preguntó ella.

-¿Me dejas besarte?- preguntó el rubio. Tras pensarlo detenidamente, la pelinegra asintió, entonces, lentamente, Juro comenzó a acercar los rostros de ambos, y así, sellaron sus labios en un tierno beso.

POV Normal.

Sora, quien había estado presente en la puerta desde que Masaki despertó, sintió como si su corazón fuera estrujado. Honoka, quien había estado a su lado todo ese tiempo, se sintió horrible al ver como el chico al que quería sufría por amar, por amar a su mejor amiga (-Honoka: entiendo lo que sientes-). La peliazul tomó la mano del pelirrojo y lo sacó de allí. Fueron al techo.

-No debí haberme ido- dijo Sora con mucha rabia.

-No tiene nada que ver una cosa con la otra- dijo Honoka.

-¡Claro que si! si no me hubiese ido, eso no habría pasado- refunfuñó el pelirrojo.

-No. Lo que importa no es lo que ocurrió, sino que ocurrió. Si hicieron eso es porque lo sienten, no fue de casualidad. Tal vez si no te hubieses ido no hubiera ocurrido, pero lo que importa es que ellos sienten algo por el otro que impulso a que lo que ocurrió, ocurriera- revocó la oji-océano.

-No entiendo... - dijo el niño en un sollozo apretando los ojos, de los cuales salían lágrimas, el dolor y la tristeza eran lo único que Sora sentía ahora -No entiendo... - volvió a decir esta vez mientras negaba con la cabeza. El corazón de Honoka se partió en mil pedazos al tiempo que sus ojos se humedecían, era curioso, Honoka sufría por Sora y Sora sufría por Masaki. A veces la peliazul se preguntaba si había alguien más en su situación: amar a alguien que ama a tu mejor amiga. No lo creía, y tampoco se lo deseaba a alguien. Nadie tenía tanta suerte. Tanta mala suerte.

-Deja de llorar- dijo Honoka.

-Yo no estoy llorando- negó el pelirrojo moviendo la cabeza de forma negativa.