22

160 5 0
                                    

-Este es el edificio de Paul. No puedes estar aquí.

Estabas a unos centímetros míos. Fue un sueño hecho realidad.

-Umm... Eh... Yo... Eh... Hola.

-Debes irte. Desaloja este lugar.

-N-No.

-¿Disculpa?

-No quiero. Quiero verte, por este lugar puedo vert...

Me di cuenta que estaba hablando de más y callé.

-Debes irte, lo siento.

-No tengo lugar a donde ir.

Suspiraste.

-¿Me dejas pasar, por favor? Quiero ver el departamento de Paul. La verdad nunca lo vi por dentro.

-¡No!

-¿Qué?

-No puedes entrar.

Cerré la puerta detrás de nosotros. No podía dejar que vieras la cantidad de fotos y cartas que tenía.

-¿Por qué no puedo entrar?

-Porque... Tengo el departamento desordenado y sucio. Otro día podrás pasar.

-Está bien.

Se produjo un silencio un poco incómodo.

-Escucha, no puedo irme de éste lugar. No tengo lugar donde quedarme. Sé que no debería tomar este edificio y habitarlo, pero no puedo pagar el alquiler de otro edificio. Escuché que estaba desalojado y me quede aquí. No sabía de la muerte de Paul hasta el tercer día que estuve aquí. Vi en los diarios que marcaban mi departamento y decían que hubo una supuesta muerte, cosa que lamento mucho.

Me miraste con otros ojos.

-Hay lugar en mi casa, puedes quedarte.

-No, no puedo hacer eso.

Si te soy sincero, quería.

-No es molestia. Al menos por unos días hasta que consigas empleo. Puedo ayudarte con eso.

-Gracias. En serio, gracias.

Sonreiste.

-¿Cómo te llamas?

-Freddie.

-Yo soy Sophie.

-Lo sé.

-¿Lo sabes? ¿Cómo lo sabes?

-Lo vi en el diario. Estaba tu nombre, supuse que eras tú.

Mentí.

-Bien. Recoge tus cosas. A mi madre no le importará que te quedes unos días. Ven cuando gustes. Mi casa es la de enfrente, la rosa, la que resalta de las demás.

Reiste. Por Dios, tu risa era lo más hermoso que había escuchado.

-Hecho. Iré en cuanto pueda. Gracias.

Dicho esto, cruzaste la calle. Y yo entré al departamento.

Arranque el empapelado de fotos y dibujos. Aplasté las cartas dentro de una enorme caja de cartón. Tomé una mochila, y metí allí los dibujos y fotos. Llevé la caja entre mis manos y la mochila en mi hombro.

Y salí.

Hipster // Parte 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora