Padres

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-¿Qué haces en tus tiempos libres, Esther?- El Sr.Payne menciono deteniendo su escritura en esa libreta café. Tome un suspiro, no quería hablar, pero es la única forma de que esto acabe rápido.

-Leo o escribo- Respondí con seriedad. Me daba miedo hablar, siento que en algún momento el sabrá mis secretos.

-Eso es interesante. Yo igual lo hago- Le di una sonrisa falsa sin mostrar dientes, de verdad quería que esto terminara. Mire al suelo esperando que prosiguiera con sus preguntas-¿Por que no te agrado?- Abrí mis ojos como platos para después mirarlo a él. ¿Cómo es que...?- Soy profesional, Esther. ¿Sabias que hay algo que se llama lenguaje corporal? Bueno...es muy útil aveces en estos casos. Y eso me das entender-

-Usted es psicólogo-

-Eso ya lo sé, Esther.-

-Por eso no me agrada. No acostumbro estar respondiendo preguntas de personas que acabo de conocer. No acostumbro estar esperando a ser ayudada. No acostumbro a esto, y nunca lo haré, porque sé que usted es un psicólogo. Sólo sabe fingir, también lo he notado por su lenguaje corporal y hasta en su propio lenguaje verbal él como finge interés. Sólo quiere su paga, no quere ayudar. Lamento que piense así de usted, pero es la realidad.- Nos quedamos en un gran silencio. Esto perturbo por minutos. Me incomodaba.-Sabía que no debía hablar. Arruino todo. Lo lamento, me voy a retirar. Buenas tardes.- Tome mi mochila y la colgué sobre mi hombro y me prepare para salir de allí. Y así lo hice.

Tome mi celular y lo encendí. Quería mandarle un mensaje a Niall. Eran las 5 de la tarde, no tenía auto ni dinero. ¿Y si esta ocupado? ¿Y si lo molesto? Lance un suspiro para apagar y guardar el celular en mi bolsillo trasero del pantalón. Y comencé a caminar hasta casa. Estaba tarareando una canción en mi mente, estaba en mi mundo, donde al parecer era mucho mejor a mi realidad. Miraba mis propios tenis el como se movían, uno después el otro.

Al llegar a la casa de Niall, busque las llaves, Niall anteriormente me había dicho que escondia una copia de la llave en la tierra de una maceta que se encontraba a lado de la puerta. Cuando la encontré, la introduje en el seguro. La gire y abrí la puerta, no había nadie. Suspire y cerré la puerta con mi espalda. Camine a la cocina y tampoco estaba Niall.

-¡Niall!- Grite con la intención de recibir una respuesta. Pero no la hubo.

Subí corriendo las escaleras y camine a la habitación. Allí estaba un vestido, realmente bonito en la cama. Era un poco corto, un dedo abajo de la rodilla, de manga larga, pero descubierto donde estaban los hombros, el vestido era de color rojo. Había una nota a lado de este. Con inseguridad la tomé y la leí.

"Esther, te compre este vestido. Espero y de verdad que te haya gustado. Elegí ese porque creo que cubren la mayoría de las cicatrices que tienes en tus muslos y brazos. Quisiera que lo utilizaras esta noche, te invitare a cenar en una cena muy importante que quisiera que estuvieras allí, oh y los zapatos están a lado de tu armario. Si gustas ir, pasare por ti a las 7 de la noche. Y si no...de todos modos iré para estar un rato contigo.

Te quiero, Esther.
Atte:
El duende Nialler"

Al terminar de leer la carta, mire el vestido detalladamente y busque con la mirada los zapatos, también eran rojos. Al parecer iba a ser una cena formal. Me quede pensando unos minutos nerviosa.

¿Esto será una cita? Me cubrí la boca con mis manos emocionada. Espera ¿Que? ¿De verdad estoy emocionada? ¡No! De seguro son las hormonas.

Tome el vestido, me lo probaría. Me quite el atuendo que tenía puesto y me puse cuidadosamente el vestido. Tome los zapatos y sin pensarlo 2 veces, me quite los tenis y me puse esos tacones que Niall me había comprado. No sabía mucho andar en tacones así que, practicaría un poco por Niall.

La primera vez, caí. La segunda vez, caí, la tercera vez, pude sostenerme unos segundos de pie cuando iba a caer, la cuarta vez, no caí, la quinta, no volví a caer. Me sentí orgullosa de poder lograrlo.

Me mire en el espejo y allí estaba yo. Mi sonrisa de triunfo se esfumó al ver mi rostro y mi cuerpo reflejado. No me gustaba para nada lo que veía. Cerré los ojos e imagine que Niall estaba a mi lado diciéndome cosas lindas. Abrí mis ojos y me veía bien, pero no me convencía. Me tome del cabello y lo comenzaba a peinar, un peinado elegante. Busque mis cosméticos que no los usaba para casi nada, y busque un labial rojo, me lo coloque en los labios y comenze a pintarme de una manera en que fuera quedando. No quería tampoco demasiado maquillaje, si no, algo sencillo y blando.

Al estar lista. Mire el reloj, 7:15 de la noche. Al ver la hora baje la mirada, creó que lo había olvidado. Me encogí de hombros ya que no me sorprendía, pero cuando me senté para quitarme las zapatillas, se escucho la puerta abrirse. Al escuchar pasos caminando hacia la cocina, alze mi mirada con entusiasmo. Baje las escaleras con un poco de lentitud para no caer o tropezar. Al entrar a la cocina, allí estaba él.
Niall Horan en traje, en frente mío.

-Si llegaste- Le sonreí sincera. Lo abraze, el me lo correspondió algo confundido.

-¿Estas bien, Esther? ¿Y este abrazo?- Niall dijo mientras me tomaba por la cintura para apegarme más a él.

-Llegaste tarde. Pensé que lo habías olvidado- Me aleje un poco de él con la mirada baja. Niall me tomo del sien e hizo que levantara la mirada.

-Perdóname por tardar, Esther. El trafico, la gasolina, mis amigos, la planacion...Se me pasó el tiempo volando. Esta cena es muy importante para mi, Esther. No es cualquier cena- Su tono de voz cambió a una preocupada y nerviosa. Eso me puso tensa en seguida.- Quiero que conozcas a mis padres.-

Me quede helada.

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⏰ Última actualización: Oct 13, 2017 ⏰

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Me Enamore De Una Suicida N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora