>Capitulo 27

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Cris PO'V

A su lado el tiempo no pasa, todo se detiene y se vuelve eterno. Los brazos de Justin me protegen, y me hacen sentir segura. Aún no creo que él este aquí conmigo, todo parece tan irreal. Solo quiero que esto no acabe nunca.

—Mi amor. —Justin besa mi mejilla. -En tres minutos aterrizamos.

Sigo abrazada a él y si fuera por mi nunca lo soltaría. —Un ratito mas. -me acomodo y lo abrazo mas.

—Te amo, pero tenemos que abrocharnos el cinturón. —hace una mueca para luego dejarme en mi asiento. —La aeromoza esta de los mejores ánimos. —finge una sonrisa con molestia.

Me acomodo en mi asiento y abrocho mi cinturón. Justin imita mi gesto. —Pasajeros, comenzaremos el aterrizaje. —dice el piloto del avión. Justin une su mano con la mía apretándola. Creo que tiene miedo. —¿Esta todo bien? —lo miro a los ojos y el asiente. —¿Seguro? —vuelvo a preguntar ya que ahora se encontraba pálido.

—Si, si. —asiente con la cabeza nervioso. —Solo no preguntes, ahora. —asiento y agarro su mano. El aterrizaje se siente cada vez mas fuerte, mas fuerte de los común. Justin solo aprieta mi mano y cierra los ojos. Pobre estaba nervioso. Después de unos minutos el avión ya estaba en suelo firme. Justin seguía con los ojos cerrados.

—Justin. —me paro y saco nuestro equipaje del compartimiento de arriba. —Julio, ya aterrizamos. —le digo y recién se mueve de su asiento. —¿Le temes a los aviones?

—No. —dice serio. —Solo me da miedo cada vez que aterriza.

—Ok. —digo tomando las maletas. Justin me las quita. —Yo las llevare. —dice aun serio.

Caminamos hasta la salida del aeropuerto. Gracias a dios no habían cámaras. Justin suelta un suspiro y me mira como si me estuviera estudiando. Ignoro su mirada y saco mi teléfono del bolsillo. Decido marcar a Edward, ya que el sabia todas las cosas del viaje.

—Hey Cris. —dice contento.

—Hey guapo. —digo animada. Miro de reojo a Justin y este esta cruzado de brazos. —Estoy en Boston, pero ¿No veo la camioneta que siempre mandas?

—Ah eso. —dice tranquilo. —La cambie, no era segura. Ahora te transportaras en un Jeep negro polarizado.

—¿Una Jeep te parece segura? —digo sarcástica.

—Claro

Busco el Jeep y ya lo encontré. —Gracias por las lunas y el chofer. —le digo a Edward y corto lo llamada.

Justin y yo caminamos hasta el auto. Un señor de unos 40 años nos ayuda con las maletas. Las guarda y luego nos abre la puerta para ingresar. Justin me deja subir antes que él, luego cierra la puerta del auto conmigo adentro y él afuera. Inmediatamente abro la puerta y me bajo del auto.

—¿Qué te pasa? —le pregunto molesta. No entendía su comportamiento ostero conmigo. —¡Habla¡ —le grito ya que solo me miraba de pies a cabeza.

—Ya no soporto esto. —dice irritado. Pasa sus manos por su cara Y PRECIONA EL ARCO DE SU NARIZ.

—¿Qué quieres decir con eso? —pregunto silenciosamente. El sonido de mi corazón resonó entre los dos. Temía a su respuesta.

—Que ya no soporto eso. —señala con la mirada a unos arbustos. Trato de mirar bien y son una paparazis disfrazados. —Esto es el colmo. —digo enojada. Y un poco aliviada, pensaba que se refería a nosotros.

—¿Pensabas otra cosa? —la expresión de su cara aun no cambia, Sigue seria.

—No. —digo abriendo la puerta del coche y entrando en este. Justin me sigue y se mete al auto conmigo.—¿Segura? —pregunta alzando una ceja.

La Sexóloga (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora