Hola mil disculpas por la demora. Mañana prometo hacer maratón :) para recompensarlas. Graciaas y disfruten el capitulo
Siento como los brazos de Justin rodean mi desnudo cuerpo. El sonido de la alarma de mi teléfono me despierta y abro los ojos como platos. Sonrío al ver como Justin duerme, estiro mi brazo lo más que puedo y agarro mi ¡Phone.
—Hola. —hago un esfuerzo por no bostezar en el teléfono. Aún estaba algo dormida.
—Hey Cris. —dice animado. —Soy Edward.
—¿Qué tal? —Me acomodo entre los brazos de Justin.—¡¿Qué hora son?¡
—Es enserio. —suelta una carcajada. —Son las cinco de la mañana. La conferencia es hoy y comienza a las ocho ¡Date prisa¡
—Mierda. —había olvidado la conferencia.
—Estoy en Boston. Te envíe tu trabajo ayer, pero todavía falta corregir. —me alarmo demasiado al escuchar eso. Ese trabajo era el que presentaría hoy.
—¡RAYOS¡ —exclamo. Me zafó del agarre de Justin . Me coloco su camisa y agarro mi portátil. —Eduardo te llamo luego, bye. —digo con prisa mientras camino hacia la sala. Trabajaría ahí no quería interrumpir el sueño de Justin.
Abro el documento. Reviso y edito cada texto minuciosamente. Mis ojos arden al tener tan cerca a la portátil. —Tienes que comprar unos lentes. —me habla mi sub consiente. Evito los mensajes de mi conciencia y sigo con mi trabajo.
Justin POV
Despierto por el frío que sentía en mi cuerpo. Abro los ojos y Cris no esta mi lado. Sonrío al recordar nuestra erótica y sexy noche de ayer.
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—¿Donde estas? —me levanto de la cama.
Siento el olor a café saliendo de la cocina. Camino hacia la sala y Cris esta ahí. Solo llevaba puesta mi camisa de la noche de ayer. La cual la hacia ver mas sexy de lo que ya era. —Hola. —me siento a su lado y beso cortamente sus labios.
—Hola. —sus ojos están fijos en su portátil. —¿Me podrías traer un poco mas de café, por favor? Tengo que terminar este trabajo antes de las 7.
—Ok. —cojo su taza. Camino hacia la cocina y se la lleno de café. Regreso hacia donde esta y se la pongo al lado de su portátil.
—¿Que tal dormiste amor? —trato de hacer conversación.
—Bien. —sonríe de lado. —¿Tú? —no despega en ningún momento los ojos de ese maldito aparato. Cosa que esta empezando a irritarme.
—Te maravilla. —sonrío y la miro a los ojos. —Cada noche contigo es hermosa. —mi mano se posa en su pierna.
—Justin...—saca mi mano. —Necesito trabajar. —ni siquiera me mira. Sus ojos siguen fijos en el aparato ese.
—¿Al menos has escuchado algo de lo que te dije? —pregunto irritado.
—Sí. —asiente con la cabeza. No soporto mas y le quito su portátil. —¡Justin¡ —protesta.
—Me largo. —digo furioso y me alejo de su lado. —Prefieres al maldito aparato antes que a mí.
—¡JUSTIN ES MI TRABAJO¡ —ahora la que grita irritada es ella.
—Ya lo se y lo entiendo. —poso una mano por mi cabello desordenan dolo. —Sabes tú tranquila. —hago un gesto con las manos. —Quédate con tu trabajo, yo iré a la habitación.
Cris deja la portátil a un lado y toma mi mano. —Hey. —acorta la distancia entre los dos y acaricia mi mejilla. —Mi amor hoy empiezan las conferencias, tengo que causar una muy buena impresión como en los años anteriores. —mi rostro sigue serio y ella besa mis labios. —Hoy sera especial. —mira mis ojos. —Max Wood estará presente. —dice emocionada.
—¿Quien es ese?
—Un doctor muy respetado y conocido. Tendré suerte si es que logro cruzar palabra con él.
—Ah. —suspiro. —Hasta pareces su fan.
—Lo soy. —dice y yo me tenso. —Ehh no me mires así.
—Estoy celoso. —soy sincero y lo admito.
—Yo no me quejo cuando tu tienes a millones de chicas sobre ti. —ataca.
—No es lo mismo Wells. —trato de defenderme.
—Charla terminada Bieber. —rodea con sus brazos mi cuello y yo su cintura. —Te amo, no lo olvides. —digo sobre sus labios.
—Yo también celosito. —aprieta tierna mente mi nariz. —Te amo mucho. —la beso y mis manos comienzan a bajar por su cintura. Recuerden que solo llevaba mi camisa nada mas.
—Ya Justin...—ríe y me da un pico. —Tengo que seguir trabajando señor Bieber. —comienza a caminar y le doy una nalgada. —¡JUSTIN¡
—Ya ya ya me voy. —camino hasta la habitación levantando las manos.
Cris POV
Faltaba poco para terminar mi trabajo. Sinceramente estaba quedando genial, me quería lucir en la conferencia. Quería que todos sepan lo buena doctora y profesional que soy.
—¡LISTO¡ —exclamo feliz. —¡TERMINE¡
Miro el reloj y eran las 6:45 todavía tenía tiempo. Cierro mi portátil y camino hacia la habitación donde estaba Justin. Abro la puerta y ahí estaba él ya listo. Llevaba ropa deportiva, por alguna rara razón. —De seguro ira a correr o al gimnasio. —pienso y sonrío.
—¿Terminaste? —pregunta y se va acercando a mi.
—Sí. —asiento con la cabeza y noto como lame sus labios.
—Sabes...Podemos repetir la noche de ayer. —muerde su labio y su tono de voz es pícaro.
—Me encantaría, pero tengo que estar lista ya. —chasqueo los dedos y el hace una mueca. —Lo siente de verdad. —acaricio su mejilla y él me regala una hermosa sonrisa.
—NO puedo creer que mi prometida y futura esposa. —me muestra su anillo con orgullo. —Me este rechazando, que horror. —se hace el ofendido.
—Todavía no soy tu esposa. —digo divertida. —Y esto. —señalo mi anillo. —Solo es una alianza.
—Pronto lo seras nena. —dice acercandoce a mi. Toma con sus manos mi cara y me besa. Sonrío y se que él también lo hace. —Te amo. —dice al momento que nos separamos por la falta de aire.
Río y el me abraza. —Nunca me canso de escuchar eso. —digo sincera y siento su aroma, el perfume que utiliza me encanta. —Te amo.
—Yo tampoco nunca me canso de escuchar esa palabra de tus labios. —me da un pico para despues juntar nuestras narices. Mis ojos veían a los suyos y este momento era simplemente hermoso. A veces sentía que yo y Justin eramos como una de sus canciones. Un roller coaster....
—Ahora si. —me separo un poco de él. —Me tengo que meter a bañar.
Camino en dirección del baño que tenía nuestra habitación. Sentía como los ojos de Justin se clavaban en mi espalda. Desabrocho los botones de su camisa que yo llevaba puesta, la dejo caer completamente en el piso. Quedándome desnuda antes él . Lo miro de reojo y Justin estaba con la boca abierta. Esos deliciosos labios formaban una perfecta ''o''.
