- ¿Sabes?
- ¿Qué?
- Podías solo preguntarle a Marinette si tenia novio, ya que te dijo que Adrien no lo era, en vez de invitarlas a una piyamada a ella y a su amiga. - comentó encogiéndose de hombros, mirándola con una sonrisa traviesa.
Bonnie pensó en lo que acababa de escuchar. Pestañó varias veces al darse cuenta de que era verdad. ¡Hizo todo eso para nada!
- ¿Desde cuando lo sabías? - preguntó con los ojos abiertos y en tono algo molesto.
- Desde que me dijiste tu idea el día de ayer. - contestó con simpleza.
- ¿¡Y por qué no me lo dijiste!? - lo cuestionó desesperada tomándolo de la camisa en plena calle.
- Hey. Oye, calma. - rió al ver la expresión de su hermana. Separó sus manos de su camisa. - La gente te verá loca.- susurró en tono divertido antes de seguir caminando junto a ella.
- ¿Por qué no me lo has dicho? - preguntó más calmada pero todavía enojada.
- Porque quería verte sonreír y ser una niña buena y dulce. - rió burlón.
- Eres un idiota. - escupió Bonnie mientras él seguía riendo.- ¿Sabes otra cosa?
- ¿Ahora qué?
Nathan miró hacía ambos lados como si fuera a contarle algo de suma importancia y muy secreto. La azabache captó eso y también miró hacía ambos lados discretamente. El adolescente se acercó a su oído y susurró:
- Te ves fea cuando sonríes.
- ¡Ahg! ¡Eres un idiota! - gritó con rabia pegándole en la cintura lo más fuerte que podía, sin importar le que la algunas personas la mirarán raro. Sin embargo, el joven seguía riéndose y no sólo porque le parecía gracioso la actitud de su hermana. Si no también, por le daba cosquillas.
...
Marinette sonrió al decidirse por el piyama que usaría para esa noche. Se dirigió hacía la pequeña mochila en la que llevaría algunas cosas. Guardó el conjunto y revisó la hora en su celular.
- Siete y cuarto... - susurro para sí.
Al segundo sonó un pitido que la hizo dar un pequeño saltito. Tomó el móvil con ambas manos y comprobó que era un mensaje de Bonnie. Desbloqueo su celular acostándose en la cama.
«Esta es la dirección de mi casa: Avenida...»
Sonrió al recordar que su compañera se había olvidado de darles la dirección a ella y a Alya. Tecleó un simple "Gracias por avisarme." y se lo envió. Volvió a mirar el reloj en la pantalla. Seguía siendo temprano. Dejó el celular sobre el colchón y suspiró cerrando los ojos.
Tikki, que iba a hacerle compañía, volvió a su rincón cuando lo vio llegar. Él la vio y solo se limitó a sonreírle.
Fijó su vista en su amada, quien tenia los ojos cerrados y se veía tranquila. Se acercó a ella, sin hacer ruido. Colocó ambas manos sobre el colchón, al cada lado de la cabeza de la muchacha. Sonrió, tratando de no poner todo su peso sobre Marinette. Se acercó lentamente a su rostro, a sus labios. Los rozó suavemente con los suyos y, sin poder contenerse más, la beso. Marinette sonrió para sus adentros y pasó sus brazos alrededor del cuello de su novio. Chat paró de besarla y ambos abrieron sus ojos, mirándose mutuamente. No hacía falta decir algo. Las palabras no eran necesarias aquí. Y sin pensarlo dos veces, volvieron a fundirse en otro beso. Uno más intenso que el anterior.
...
- Necesito esto aquí... Y esto por aquí.
- ¿Aquí está bien, Señorita Bonnie?
- Mmm... sí. Déjalo ahí. ¿Ya esta la comida, Christine?
- Sí, Señorita. - sonrió - Pizza de primera calidad con sodas de su marca preferida.
- Bien. ¿Y las galletas de chocolate?
- Siguen en el horno. No tardan en salir.
- Eso espero... - susurró.
- Vaya, vaya. - la voz jocosa de su hermano hizo que se girara. - Parece que te estás divirtiendo con todo esto de la preparación de tu piyamada, ¿no es así? - rió.
- Claro que no. ¿Por quién me tomas, Nathan?
- Oh, bueno. - rió admirando todos los detalles. ¡Incluso hizo comprar nuevas almohadas! Él sabía que esto la divertía pero también sabía que no lo admitiría tan fácilmente. - ¿A qué hora será?
- A las ocho.
- Falta... - revisó su reloj - media hora.
- Si. Lo sé. - suspiro.
- ¿Puedo entrar a tu cuarto en la noche? - preguntó sin mirarla después de un rato de silencio.
...
- ¿Para qué es esa mochila?
- Esta noche tendré una piyamada en la casa de Bonnie. - señaló - Y en esa mochila, llevaré algunas cosas... y mi piyama.
- ¿Bonnie? ¿Bonnie Jones? ¿Una de los nuevos? ¿La hermana de Nathan Jones?
- Si, esa Bonnie. - rió por todas sus preguntas.
- ¿Desde cuando son tan amigas? - la cuestionó.
- Desde... ¿hoy? - dudó - Aunque, no importa mucho. Me gusta que quiera integrarse.
- ¿A que hora es? - preguntó luego de unos minutos.
- A las ocho.
- En ese caso... - se acercó a ella con una sonrisa traviesa - ...tenemos media hora para divertirnos... - amplió su sonrisa antes de devorar sus labios.
...
- Bienvenidas, Señoritas. Pasen.
- Buenas noches, gracias.
Las dos amigas entraron a la residencia después de saludar cortésmente al señor que las recibió.
- ¡Chicas! - voltearon al escuchar la voz de Bonnie. - Que bueno que ya hayan llegado. - les sonrió acercándose a ambas. - Vallamos a mi habitación. - amplió su sonrisa antes de caminar en dirección a su alcoba, siendo seguida por la castaña con muchas rojizas y por la azabache.
Nathan, que veía desde un rincón oculto, sonrió para si al ver a Marinette. No podía mentir de que era realmente linda. Más que las chicas que conoció en Danville. En ese momento, sintió que valio la pena aprender Francés en el colegio. Sin embargo, sabe que no debe enamorarse de ella. Él solo esta ahí, en Paris, por una misión.- Tú casa es muy linda, Bonnie. - comentó Marinette entrando a la habitación. - ¡Y tu cuarto aún más!
- Lo sé, linda. Lo sé. - contestó haciendo un ademán con la mano, restándole importancia. Se dió cuenta de lo que hizo y volteó a verla para corrigirlo. ¡Empezo a hablar como ella solía hacerlo! - Quiero decir, gracias por decir eso, Marinette. - sonrió tratando de que no se notara lo finjida que era. - Me he esforzado mucho para que todo quede perfecto.
- ¿No querrás decir que Lina y Mary fueron las que se esforzaron para que todo quede perfecto? - preguntó de rrepente Nathan, apoyado sobre el marco de la puerta con una sonrisa burlona.
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Nota de la Autora: Hola hermosas personitas! Vengo a informarles que no tendrán actualización por... dos semanas. ¿Por qué? Porque estoy de viaje y no creo poder escribir mucho ni tener internet siempre.
Lo siento, chicas.
En fin, Hasta luego!
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¿Y si huimos juntos? - MariChat // Segunda temporada de "Ella" //
FanficLuego de un par de confusiones y de un terrible ataque de celos, Chat Noir y Marinette Dupain empezaron a estar juntos. La joven pareja se unió con mucho amor de por medio. Pero ahora, algunas personas tratarán de separarlos para que ninguna pizca...