En el principio

13.8K 835 28
                                    


Rowen

La primera vez que la vi fuera del círculo de la elite ella tenía 17 años. Y ya su belleza y su rebeldía me tenían completamente cautivado. Yo ya había cumplido 18 y aunque los de la elite nos divertíamos con las chicas de fuera de la elite ella tenía algo que no me dejaba en paz. Su rebeldía, su natural forma de hacer las cosas a su manera, me sacaban completamente de mi centro. Los años que compartimos el colegio primario en la elite la tuve de compañera.

No era un colegio normal. Allí no era importante la edad si no la inteligencia y la capacidad. Y Evangeline Graham Thorne se destacaba por dos cosas, su aguda inteligencia y su resistencia a las normas. Había sido llevada ante el director más veces de las que nadie podía contar por desafiar siempre a los profesores. Los había puesto en ridículo más de una vez pero su padre era uno de los empresarios más poderosos de la elite y solo se iba a casa con una amonestación. Además en el colegio no se atreverían a perder a una alumna brillante solo por rebeldía. Siempre me había parecido hermosa y sexy, pero teníamos prohibido el contacto con las chicas de la elite hasta la edad en que nos debíamos prometer. Claro que eso no lo decidían los mayores y teníamos nuestras maneras de mezclarnos sin ser vistos. Aunque la gran mayoria de ellas eran remilgadas y apegadas a las reglas. No habia nadie como Evy.

Estábamos en una disco en las afueras, la elite no venía por estos rumbos pero nosotros veníamos a buscar chicas para folladas de una noche. Estábamos tomando algo cuando la vi. Bailaba sensual con otras chicas que no eran de la elite, se reía se divertía se movía tan sexy que hubiera jurado que tenía más de la edad de decía. Entonces su mirada se encontró con la mía y lejos de asustarse por sentirse descubierta esa mirada se volvió traviesa. Su cuerpo se movía sensual y me sonrió cómplice, su lengua salió hacia afuera provocándome de una forma que nunca me había pasado ni si quiera con chicas mayores y sentí mi pantalón presionar con mi erección. Los chicos estaban entretenidos con sus respectivos problemas de faldas y me acerque a ella despacio sin quitarle la mirada de encima. Comencé a bailar pegándome a su cuerpo y ella me siguió el juego excitándome como nadie lo había hecho, me acerque a su oído y le susurre

_ si sigues así te follare en este mismo lugar_ ella me miro traviesa y antes de que me diera cuenta de que diablos pasaba su boca estaba en la mía. Nos besamos largo rato jugando con nuestras bocas hasta que la tome de la mano y la lleve afuera. Nos paramos para ponernos los abrigos y le dije

_ tienes dos opciones, te llevo a mi departamento secreto y follamos o te llevo a tu casa y nos olvidamos de esto_ ella me miro y levanto una ceja de forma seductora. Y no hizo falta decir nada más. Subió a mi coche y salimos hacia el departamento que tenía alquilado mi padre Mayfair para sus aventuras, sabía que estaría desocupado porque él y mi madre estaban en viaje de negocios en Grecia. Escuchamos música sin hablar y cantando de vez en cuando algunas letras de manera divertida. Y por dios si esa frescura que tenía no me volvía loco. Sabía que lo que estábamos por hacer estaba mal. No solo porque éramos menores si no porque ella pertenecía a una de las familias más poderosas de la elite y esto podía acarrear muchos problemas pero cuando en un momento del viaje su mano se posó en mi cuello y comenzó a acariciar suavemente mi cabello perdí completamente mi norte y acelere.

Evy

Rowen Anderson Withall siempre me había vuelto loca. Sus ojos azules, su cabello rebelde y su forma abierta de ser me atraían de forma casi salvaje. Esa noche había escapado de casa para irme a bailar con las chicas del grupo de lectura erótica. No eran de la elite.

Esas perras remilgadas se habrían desmayado si les hubiera dicho que íbamos a una disco en las afueras a divertirnos. Mi única regla al salir era jamás pasarme con el alcohol. Pero bailaba hasta que no sentía las piernas y las chicas eran las más divertidas del mundo, me habían conseguido una identificación falsa y me cuidaban de los idiotas. Cuando vi a Rowan con sus amigos supe que era el momento de hacerle saber cuánto me gustaba y fue más fácil de lo que había creído.

Llegamos al departamento en Mayfair. Era un edificio lujoso con entrada privada. Casi todos los hombres de la elite tenían departamentos alquilados para verse con sus venturas incluso mi padre. No es que no lo amara y sabía que él quería a mama pero entendía que los hombres a veces necesitaban algo más que los hiciera reafirmar su machismo.

En el ascensor comenzamos a besarnos como habíamos hecho en la pista de baile. Cuando dijo que quería follarme no lo dude ni un minuto. Si habia alguien a quien le entregaria mi tarjeta V ese era a Rowen.El ascensor se detuvo y entramos a un apartamento pequeño pero bonito. Sin dejar de besarnos fuimos directo a la habitación. Estábamos desnudándonos cuando él se separó de mí y me pregunto

_ ¿ Evy eres virgen?_ me aferre a su cuello y le susurre

_ Casi..._ él se rio y dijo

_ no puedes ser casi virgen o lo eres o no nena_

_ digamos que nunca tuve a un chico exactamente dentro mío pero soy una experta en trabajos manuales_ él se rio de nuevo

_ me fascinas nena_ susurro en mi boca. Cuando nuestra ropa estuvo fuera los besos y las caricias dejaron de ser inocentes. Él sabía exactamente cómo usar sus manos y su boca para provocarme placer y para cuando se colocó el preservativo yo ya estaba tan húmeda que seguramente estaba mojando la cama

_ esto va a doler bebe_ me dijo suavemente y yo asentí. Él se posiciono entre mis piernas y debía aceptar que su erección era impresionante me había manoseado con algunos chicos en mis escapadas pero nadie tan grande como él. Me tome fuerte de sus brazos y entro en mi de una dura estocada llevándose mi virginidad en el camino

_ mierrrrdaaaa_ grite aferrándome a sus brazos. Él se enterró en mi profundamente y se quedó un rato dejándome que me acostumbrada mientras me besaba y me acariciaba. Cuando estuve relajada comenzó a moverse, la incomodidad y el ardor inicial dieron paso a un placer que nunca había sentido tocándome yo misma. Era más profundo, más intenso y pronto nuestros gemidos estaban acompasados. Él estaba disfrutando tanto como yo, un largo rato después estábamos transpirados y jadeando, el bajo la mano entre mis piernas y comenzó a acariciar ese punto dulce y antes de poder darme cuenta me estaba viniendo en sus brazos de una forma intensa e inolvidable. Él se vino unos segundos después temblando y gimiendo mi nombre.

Y ese amigas, fue el principio de todo.

Rebel beautyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora