Esto es una actualización mejorada de lo que fue "Model for you" la primera vez que lo escribí. Hace tiempo que la había sacado de mis historias para mandarla a borradores y mejorarla y pues nunca la subí, pero buee. Espero les guste<3
_________♔_________
—Eres muy lindo—apenas susurró apretando sus labios contra la mejilla de su amado, cogiendo con sus anchos brazos la delgada cintura de Rubén. Se había acostumbrado a la espontaneidad de su pareja, a pesar del tiempo que ha pasado desde que se conocieron, aquellos cumplidos los escuchaba a diario, sin dudas Miguel era la persona que Rubén (desde que ambos se conocieron y forjaron una muy valiosa amistad) estaba destinado a permanecer a su lado. Con una floja sonrisa de espaldas a su pareja, apretó sus manos contra las de su novio.
—No es necesario que lo repitas todo el tiempo, seguro me lo termino creyendo—Miguel soltó una risa mientras se desperezaba estirando su cuerpo y apartando su agarre de su pareja. El día anterior había sido muy agotador para Miguel quien tuvo una reunión con los inversionistas de su revista "SAOM" una especializada únicamente para caballeros en apoyo a la comunidad lgbt. La falta de modelos masculinos los tenía completamente estresados tanto a él (quien era el fotógrafo más importante de la empresa) como al director general.
El tema una vez que llegó a los oídos de su pareja Rubén, se había convertido en un sinfín de ruegos y berrinches de su parte para con Miguel. Le decía una y otra vez que el podría ofrecerse a tal trabajo, de todas formas y como el repetía, sería su pareja quien le tomaría fotos semidesnudo, algo que todas las noches veía, su cuerpo desnudo. Para Miguel era diferente, el tan solo pensar que varios de aquellos compradores hombres lo verían de la misma manera que él veía su cuerpo en sus noches de pasión convertía a todas sus respuestas a un rotundo "NO". Rubén se giró enseguida para ver a su pareja con tan solo unos bóxers negros ajustados, mordió su labio inferior y sonrió.
—Entonces... ¿Te has decidido? —cuestionó suavemente mirando de reojo la cámara profesional apoyada en su cómoda. El pelinegro ya sabía como terminaría aquella conversación; un Rubén totalmente enojado e irritante y él con un dolor de cabeza todo el día. —Hasta el mismo Aldo me invitó, él está de acuerdo, son tus jodidos nervios los que no quieren ugh..
—Que le hayas encantado por no decir gustado al director de la empresa no me relaja más, eh? No puedo creer que quieras meterte en todo este lío. —mencionó sarcásticamente el fotógrafo recogiendo algunas prendas que había dejado tiradas anoche sobre la alfombra de su departamento en Ámsterdam. El castaño solo frunció el entrecejo y pesadamente se levantó de la cama. Abrazó el cuerpo de su pareja una vez que estuvo a su lado y besó con suavidad sus labios, apenas un toque que dejó a Miguel deseando por más. Su gran adicción al cuerpo de Rubén nunca iba a fallar para conceder cualquier capricho del castaño, así que éste comenzó a pasear sus labios ligeramente rosados por el cuello largo de Miguel.
—Vamos, bebé. Tú estarás ahí.
— ¿Quieres modelar? Entonces, anda, modela para mí. —de un rápido movimiento caminó hasta su cámara y la tomó cuidadosamente. Rubén quedó confundido por unos segundos, entonces observó a su novio con su cámara en mano y entendió a que se refería.
Rápidamente se subió de rodillas a la cama, justo a la mitad. Si su pareja quería probarlo, eso iba a hacer. Rubén mostró una sonrisa atrevida, anunciando su triunfo a Miguel quien enseguida comenzó a enfocar su níveo cuerpo ahora completamente desnudo sobre las sabanas blancas. Miguel maldijo lo bien que contrastaba la piel blanca de su ángel sobre el color de la cama. Aquello que Rubén se prometió, se cumplió. Sus poses se convirtieron en unas de cualquier modelo profesional, recargando todo su pecho sobre la cama, alzando su cintura al igual que sus brazos sobre su cabeza y una pierna doblada; sus intensos ojos se enfocaron sobre el lente de la cámara, un gesto neutro totalmente provocador para Miguel quien al estar hincado en una sola rodilla, podía sentir el dolor en su entrepierna al ver a su pareja en aquellas atrevidas posiciones. Claro que estaba seguro de lo que causaría a todos aquellos hombres si es que aparecía en las revistas de "saom".
Rubén comenzó a jadear friccionando sus caderas contra la sabana y la cámara tembló entre las manos de Miguel.
—Tócate. —apenas pudo susurrar el fotógrafo levantándose del suelo para caminar hasta la cama donde su chico comenzaba a pasear sus manos en su cuerpo. Comenzando por su pecho donde sus sensibles pezones reaccionaron a las yemas de sus dedos haciéndolo jadear y bajando hasta que su mano entera sostuvo su miembro erguido contra su pelvis. Miguel logró fotografiar las reacciones de Rubén a cada movimiento que su manos hacían contra su cuerpo, estimulando su respiración, dilatando sus pupilas y aletas nasales, humedeciendo sus ojos y enrojeciendo sus mejillas. Sus labios rojos al ser mordidos por sus propios dientes al evitar soltar vergonzosos sonidos agudos. Miguel no podía tener mejor contenido de su pareja al borde del orgasmo cuando la hinchada cabeza del pene fue rozada por su pulgar; soltó un grito y volteó sus ojos al ser preso de su propio orgasmo abrasador.
El fotógrafo casi suelta un gemido cuando tomó la ultima foto donde el orgasmo de su novio se veía plasmado en sus más puras expresiones. Rubén absorbió todo el aire que pudo antes de soltar una coqueta risa en forma de triunfo y levantar su mano en puño dándose porras. Miguel negó mientras reía suavemente.
— ¿Cómo estuve? —pronunció entre jadeos el castaño, sus ojos permanecían unidos y la cámara ya descansaba sobre el suelo. Miguel se lanzó a su pareja para atrapar sus labios.
—Increíble, estoy comenzando a querer que seas mi modelo personal, ¿sabes? —dijo una vez que se separó de los adictivos labios de su novio.
— ¿Eso significa que estoy contratado?
—Sí, pero para hacer el amor todo el día con el fotógrafo Miguel Ángel Rogel. ¿Le parece bien la oferta? Lindo modelo. —vaciló el pelinegro apretando la cintura de Rubén con sus manos y besando su cuello con suavidad.
Acepto ser modelo para ti, mi lindo fotógrafo favorito.
