SECRETOS.

89 6 0
                                    

-Sarah ¿Quieres otro pedazo de pastel?

-Mmm.

-¿Que pasa?

-Creó que él abuelo Blake ya estaba enamorado de ti cuando hizo todo eso. ¿No creés, abuela?

-Tal vez..

-¿Quieres seguir contándome la historia? Por favor, abuela.

-Tienes que hacer la tarea, niña traviesa.

-Pero hoy es viernes, abuela. Puedo hacerla mañana. Anda.

-Tu madre me matará si no te hago hacer tarea.

-Por favor...

-Pero vas a lavar los trastes sucios ¿Ok?

-¡Si, abuela! Gracias.

🔸🔸🔸

Pasando los 3 días que Blake iría a Estados Unidos, me levante muy tempra.. Bueno, a decir verdad, no pude cerrar los ojos en toda la noche de la alegría. O mas bien, nervios.
Me bañe, me arregle ¡Me hice tantas cosas que jamas acabaría de contarlas! Solo por un chico. ¡Dios! ¿No se preguntaría porque hago todo esto? Quizá, pero quería verme bonita para él. Solo para él.

Al llegar al aeropuerto, millones de cosas atormentaban mi cabeza:
"¿Como se ve mi cabello? Hace tanto viento.", "¿Mi perfume le agradará? "

Estaba sentada en las escaleras del aeropuerto esperándolo. Pensando. Jamás me había importado tanto mi apariencia con él. Es decir, era él. Prácticamente íbamos juntos al baño. Es tan extraño, sentir este tipo de cosas por un hombre que solía decirle que apestaba a animal muerto. Y aunque era hermoso quererlo, era horrible enamorarme así. De una manera tan enfermiza: así como en mis libros de literatura. Las personas daban todo por alguien que sabían que nunca podrían tener. Pasaban las noches mirando la luna y escribiendo poemas de amor a su amado ó amada. Suspirando bobamente, pensando en lo que estará haciendo en estos momentos. Pensando si estará pensando en ti. Si recordaría la vez que sus miradas se cruzaron, ó aquella vez que rieron juntos. ¡Dios! Es tan estúpido estar enamorada. Pero a decir verdad, es mas estúpido pensar que jamás lo ibas a estar.

-¡Ema!- Dijo Blake, caminando desde lejos.

Yo me levante, muy torpemente a decir verdad: casi me caigo, y fui a el lo mas tranquila que pude. Y con eso me refiero a que caminaba como un bebé recién nacido. Mis rodillas temblaban a mas no poder, mis dientes castañeaban, mis manos sudaban.. ¡Estaba por darme un infarto!

-¡Hola! Blake, te extrañe tanto.. Necesitaba dinero y no había nadie que me lo quisiera prestar.- Le dije riendo, mientras lo abrazaba.-Y apropósito, gracias por lo de mi habitación. No sabes lo feliz que me hizo sentir.

-Jamás tienes que agradecerme nada. Tu te mereces todo.- Me miro, y me regalo una hermosa sonrisa. Y yo, solo moría por dentro.-Oye por cierto, hoy tienes que acompañarme a cenar.

¿Que?

-A.. Per...-Me interrumpió.

-Tienes que ir, por favor. No quiero estar solo. Y mucho menos con todos los abogados de Papá.

-Oh.. era eso.-Le dije riendo con un tono de alivio y decepción.-Claro. Igual y no tengo nada que hacer.

-Nunca haces nada, Ema.-Me dijo burlón. Yo lo mire y reímos.-Pasare por ti a las 6. Vístete como quieras. No es nada formal.

Yo Lo Quería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora