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Narrador:

Álvaro deseaba despertar, quería que ese sueño fuera sólo una terrible pesadilla.

Comenzó a llorar desconsoladamente.

En medio de su desesperación despertó al sentir la mano de Germán en su hombro; intentando despertarle.

Y lo logró.

Se dio cuenta de que estaba respirando agitadamente, además de que caían gotas de sudor por sus cienes.

Estaba asustado y mientras dormía llegó a derramar una que otra lágrima; su nariz estaba roja y sus ojos un poco hinchados.

Al darse cuenta de que todo lo que había pasado era un sueño se levantó de la cama rápidamente y abrazó a Germán

Él correspondió al abrazo sin cuestionarle y con su barbilla sobre la cabeza de Álvaro sonrió.

Una vez ya calmado deshizo el abrazo y salió de la habitación con una toalla y su ropa limpia en la mano.

Germán se quedó ahí; se vistió y caminó hasta la cocina.

Abrió el refrigerador y sacó de ahí un pedazo de pizza, lo calentó en el horno y se sentó en el sofá a comérselo mientras veía lo que parecía ser una caricatura.

Minutos después; Álvaro había terminado de bañarse y Germán lavaba los platos.

Álvaro salió de la habitación ya vestido y arreglado, se dirigió a la cocina para desayunar.

Sin embargo a diferencia de Germán, él cocinó huevos y se sirvió un café, se sentó en el comedor y observando a Germán lavar los platos desayunó.

La paz y tranquilidad reinaba en la casa. Hasta que Germán de nuevo comenzó con el sangrado típico.

-Maldición.-

Susurró mientras caminaba hacia el baño.

Álvaro se levantó desconcertado y siguió lavando los platos, dentro de poco debían irse; ninguno de los dos sabía que iba a pasar al ir.

La intriga les tenía preocupados a ambos.

Recuerda Otra Vez [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora