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1...

Álvaro:

Era horrible saber que ahora sólo le quedaban tres meses de vida.

Tenemos una pequeña esperanza, vamos al doctor desde que a Germán comienzan a darle ataques de dolor en la cabeza, éstos según el doctor son más peligrosos de lo que él esperaba.

Y lo sé, Germán se ve más débil de lo normal, se ve enfermo y en verdad no quiero perderlo.

En medio año se había puesto así, y no quería ni imaginarme como será cuando sólo falte un mes...

En verdad deseaba que las esperanzas de vida de Germán fueran mas grandes, en verdad deseaba eso, Amelia se daba cuenta de que la condición de Germán no mejoraba ni un poco.

Los primeros dias ella preguntaba por la salud de German.

Las samanas pasaban y ella dejaba de preguntar.
Era algo normal que yo regresara llorando cada semana al saber que una semana iba perdida y el aún no se mejoraba, ni un poco, que su vida era una bomba de tiempo.

Amelia nos recibia, intentaba esconder que lloraba, pero era casi imposible, ella lo sabía muy bien, y me tenía un poco avergonzado el que una pequeña niña entendía mejor el que Germán no mejoraba y que su tiempo de vida era mas corto que el de hace una semana o hace un mes.

Sabía que mi actitud ante la salud de Germán era un poco inmadura, pero aun así... Quiero que esté a mi lado, y tambien sé que es imposible

Su sentencia esta dictada y solo faltaban unos cuantos meses para que ésta se cumpla.

Un escalofrío recorrió mi espalda, revisé la hora

2:30 AM

Me levanté de la cama, ese día habíamos ido a el doctor, recorrí la cocina y al llegar a la sala los miré con una sonrisa, Germán abrazaba a Amelia, ella y él se habian quedado dormidos en el sofá.

Las lágrimas no dejaban observar la escena, otra vez, estorbaban para ver, aunque eran inevitables.

De nuevo ese escalofrío, sentí que algo estaba mal, mi sonrisa se volvio en una ahora fingida.

Mi expresión ahora era de dolor, me acurruqué en el suelo recargado del sofá.

La mano derecha de Germán colgaba del sillón, la tomé con fuerza entrelacé mis dedos, con dolor bajé la cabeza, sollozaba, su mano estaba fría.

En la oscuridad y frialdad de la madrugada comence a llorar, me sentía triste, debilitado.

La respiración de Amelia se escuchaba.

Quizás era algo demasiado tonto, pero de nuevo sentí que aquel presentimiento llegaba hacia mí, al igual que ese escalofrío

No deje de llorar.

Hasta quedarme dormido ahi.

///////////////

A la mañana siguiente sentí aún la mano de German, estaba aún mas helada que antes.

Amelia se había ido, pero ahora no se escuchaba ni una sola respiración.

Me levanté, miré a todos lados, había un silencio absoluto.

Me acerqué a él.

Mirándolo me di cuenta de que acababa de dejar de respirar.

No por favor...

Llamé al doctor y le informé de la situación de Germán.

Las ambulancias llegaron rápidamente

No pude ni siquiera despedirme...

Fue algo tan repentino...

Sólo deseaba ver su sonrisa una vez más.

Luché con los doctores hasta que me dejaron pasar a verlo...

Ahí lo vi, sus labios morados, su piel tan pálida, su cuerpo sin vida...

Por un momento comencé a llorar de nuevo...

Me fui acercando a él...

Lo abracé con fuerza.

Hora de muerte: 5:33 Am

Solo quería despedirme... Nunca pude hacerlo.

Quiero decirle que lo amo... Que en verdad sólo deseo verlo una última vez... Ver su sonrisa tan radiante como siempre, ver aquellos ojos llenos de esperanza. Y sentir aquellos cálidos labios...

Sólo una vez más

Recuerda Otra Vez [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora