Capitulo 7

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Jungkook hizo de su mano izquierda un puño y se la metió en la boca con tal de no gritar como una gata en celo, por muy irónico que fuera el caso, él se consideraba a sí mismo como todo un hombre. La idea de suplicarle a Taehyung que dejara de lamerle el maldito pezón y por fin se decidiera a succionar y morder, era demasiado para su ya bastante mancillado orgullo.

— ¿Te gusta? — La pregunta hecha en un tono de mofa, le dejo claro a Jungkook que el desgraciado lobo lo hacía a propósito. — ¡Vete a la mierda!— fue la mejor respuesta que se le ocurrió a la insidia de ese chucho — deja de jugar y compórtate como todo un hombre, uno que va a joderme.

La risa profunda de Taehyung hizo que la piel de Jungkook se pusiera como de gallina, dejando el puño de su mano de lado, comenzó a quejarse bajito cuando por fin el chico sobre él comenzó a mordisquear y succionar el pezón que ya dolía de necesidad. Sosteniéndose de los hombros anchos de Taehyung luchó por mantenerse cuerdo cuando su mundo entero comenzaba a girar, la mano grande del chico se había envuelto en su hombría y se la estaba masturbando con movimientos desesperadamente lentos.

— Ya no puedo más— casi suplico Jungkook, el quería venirse cuando ese hombre estuviera enterrado hasta las bolas dentro suyo, no por una paja, por muy buena que esta fuera.
— Tranquilo, amor— susurro contra la oreja del gatito, el lobo—, voy a hacerte venir tantas veces que te vas a quedar sin voz de tanto gritar mi nombre.
— Lobo...presumido.... — trato de burlarse de Taehyung. Una pena que ese fuera el preciso momento que el chucho escoge para meter la lengua en su ombligo. Él muy cretino era tan virgen como él, en esas circunstancias no tenía derecho a verse tan seguro de sí mismo, mientras él temblaba como una hoja con cada nuevo toque.
— ¿Estás bien? — Pregunto Taehyung al sentir como el cuerpo de su amante se tensaba— ¿Estoy haciendo algo mal?

Jungkook levantó la cabeza del suelo solo para ver la mirada inocente de Taehyung, el chico era un lobo grande y malo, pero al fin de cuentas ambos eran nuevos en esto de los juegos de manos.

— Es solo...— halo a Taehyung hasta que sus caras quedaron a la misma altura— tengo miedo— le costó mucho admitirlo, pero era la verdad.

Los ojos dorados del lobo se abrieron y cerraron al entender —. Creí que a un gatito tan decidido como tu no tendría miedo de nada.

— No te burles— hizo un pucherito que a Taehyung le pareció adorable.

— No me burlo— le dio un beso travieso que hizo reír al joven felino— lo que pasa es que tengo tantas ganas de estar dentro de ti... que me preocupa lastimarte de alguna manera.

Jungkook tomó una de las manos de Taehyung y la besó con reverencia—. Algún día sería mi primera vez— confesó besando la palma de la mano de su amante— yo quiero que sea hoy... y que sea contigo.

Eso fue todo lo que se necesito para que Taehyung se entregara a sus deberes como domador de panteras salvajes. Besando la boquita que lo esperaba abierta, chupo y lamió los labios apetitosos, entrando despacio con la lengua, causando gruñidos de parte de ambos.

Una brisa fresca levanto las hojas secas e hizo bailar las ramas de los árboles. La luz de luna se colaba entre la floresta bañando con sus rayos a la noche que se revolcaba hambrienta en su propia misteriosa sensualidad.
Las manos de TaeHyung recorrían el dorso desnudo de Jungkook, con una mano lo levantaba por la espalda y con la otra le sostenía la cabeza, para que no separara ni un milímetro. El felino acabó acomodado en el regazo, sentado con las piernas abiertas, de manera que los sexos se friccionaban uno contra el otro.

Las aves nocturnas asomaban la cabeza entre el follaje de los árboles, observando interesadas como los cambia-formas trataban de devorarse uno al otro.

Cuando el lobo encuentra a su pantera. (ADAPTACIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora