CAPITULO 15: Sorpresa.

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{Por favor lean la nota del final, muchas gracias y disfruten el capitulo}

  Subí al carro del señor Serrano justo a cinco cuadras de su casa.
Como él lo pidió, lo hice.
Declaré que su propuesta había sido una de las más tentadoras en la existencia de la humanidad, puesto que no todos los días un hombre sensual, con el porte del señor Serrano te invita a dar una vuelta. Aunque siendo precisa, no era exactamente una vuelta, de hecho no sabía donde iríamos. Justo cuando Julian Serranoo me dejó sola, anonada y sorprendida en ese sillón, no lo dudé. Inventé una excusa a Yolanda, le dije que debía irme porque se me había olvidado hacer una investigación de relaciones públicas, era una de las clases que no compartíamos así que ella, por supuesto, conociendo y sabiendo lo histérica que soy en ese aspecto me dejó ir rápidamente.
Me sentí fatal mintiéndole a mi mejor amiga pero no quedaba otra alternativa, era eso o renunciar completamente al Señor Serrano.
Imposible.
De la noche a la mañana él se había vuelto una de las razones porque mi despertar sea emocionante, y las visitas a la casa de Yolanda más ansiosas.
— ¿Estás bien? — Preguntó.
Supuse que mi respiración alterada y mis expresiones de terror era lo que le había causado curiosidad sobre mi estado de ánimo. Al nivel de la mayoría de las chicas de mi edad podía ser considerada una santa. Yo no mentía, bueno... a veces, pero era muy escaso. Solo si el momento lo requería como esa vez.
— ¿A dónde iremos? — Quise saber. Totalmente esquive a su pregunta.
Arrancó antes de responder: — Sorpresa.
Y ahí el problema.
Yo con todas mis ganas, rotundamente, odiaba las sorpresas. Jamás me agradaron por culpa de mi padre. El día de mí cumpleaños seis, por la mañana antes de ir al colegio mi mamá me había dicho que tenía una sorpresa para mí, insistí en que me dijera de qué se trataba o solo una pista pero ella se negó. Todo ese día, estuve más que ansiosa por llegar a casa, incluso odié la hora de salida del colegio aun más. Cuando sonó el pitido de la última hora, salí corriendo de ahí. La escuela quedaba a seis cuadras de mi casa, y aunque era muy pequeña también inteligente. Todos los días, la señora Delia, ex vecina –porque se mudó- se encargaba de llevarme pero esa vez fue diferente, tantas eran mis ganas de saber que era lo que mamá tenía preparado para mí que no la esperé. En ese momento, al abrir la puerta fue la razón por mi odio. Mi mamá estaba en el suelo echa un mar de lágrimas, sollozando. Lo primero que pensé es que había sufrido un accidente pero cuando vi las fotos donde se encontraba mi padre y algunas prendas de él supe que no era así. Sí, ese día veintiocho de Noviembre en mi cumpleaños número seis, él nos abandonó y comenzó una de las peores pesadillas.
Alcohol.
— Insisto ¿Estás bien Oriana?
Su voz sonó lejana para mí, pero fue justo lo que me trajo al mundo de vuelta.
— Estoy bien. — Respondí.
Los siguientes minutos fueron silenciosos. Mi cara estaba pegada al cristal, observé el paisaje, entonces me di cuenta que no estábamos en la ciudad. Había demasiados árboles, pinos y montañas de arena. ¿A dónde iríamos?
Pensamientos extraños empezaron a llenar mi cabeza. Estaba de acuerdo en qué yo no conocía del todo a Julian Serrano, lo único que sabía con certeza era que el hombre producía sensaciones extrañas en mí y que era el padre de mi mejor Amiga. No conocía sus gustos, sus preferencias o sus hobbies. Ni tan siquiera se en que pensaba cuando acepté.
¡Por dios!
Qué tal si el hombre era un psicópata o un violador que se encargaba después de hacer su trabajo placentero en descuartizar vivas a las chicas incrédulas, tontas e ingenuas como yo. Lo peor es que ni tenía una botellita de cloro para defenderme y echarle en los ojos si algo sucedía, porque si me miraban bien, era como Peter la anguila en versión femenina. Mis golpes solo le causarían cosquillas, y quién sabe si eso solo lo excitaría más para asesinarme.
El auto se detuvo, mis ojos se encontraron enseguida con una cabaña en medio de un lago.
A lo que me refería, la mayoría de las películas de terror son en cabañas en ¡Medio de un jodido lago! Como por ejemplo... proyecto de la bruja de Blair, terroríficamente muertos y la más puta escalofriante Viernes Trece. ¿Qué sí tenía miedo? ¡Sí!
— Baja — me indicó.
E hice lo que él. Bajé del auto, a pesar de lo tensa que estaba. Esa sensación de saber si lo que hacía estaba bien o si caminaba rumbo a mi funeral se albergaba en mí. Lo seguí, Julian Serrano caminó con una mochila en su hombro, me pregunté si era la herramienta que utilizaría para descuartizarme. ¡Basta! Me regañé. Tenía que dejarme de tantas paranoias.
Mi corazón se detuvo ante la sorpresa.
Intenté decir algo pero ninguna palabra pudo salir de mi boca. Le dediqué una mirada amplia al Señor Serrano. Exactamente no se trataba de una celda oxidada con cuerdas para atarme o una sierra eléctrica, sino de algo rotundamente hermoso. Frente a mis ojos yacía el mejor jardín que solo pude haber visto en revistas o películas y el lago de cerca era aun más hermoso.
— Dios... — Pude decir después de minutos.
La mirada del Señor Serrano lucía tranquila y al parecer le agradó que me encantara. —Sorpresa.
No pude retenerme. Salté extasiada y emocionada a sus brazos. — Gracias por traerme aquí, y lo siento mucho por haber pensado que era un asesino.
Él frunció el ceño ante mi confesión y para mi sorpresa me ruboricé.
Con la vergüenza en la cara me descolgué de él. ¡Dios! Parecía un Koala prostituto. No debí hacerlo. No consideraba que había tanta confianza para hacerlo y aunque la hubiera era lo suficientemente penosa para no hacerlo sin ponerme roja como un tomate.
— Ven, te enseñaré el interior. Después podremos darnos un chapuzón — Tomó mi mano y la entrelazó con la de él. Pasamos dentro de la cabaña, era grande y espaciosa y al parecer amueblada —, este lugar pertenece a mi familia, siempre hacemos reuniones familiares, es como nuestro punto de encuentro— Dijo aun sin soltarme—. El lugar es muy especial para mí, nos ha pertenecido desde mis tatarabuelos. 
Valla, si que era mucho. Me di cuenta que lo que volvía especial el lugar no era su sorprendente belleza sino algo más emocional... sentimental.
La cabaña por dentro era de un color café oscuro, brillaba todo alrededor. A sus paredes lo adornaban muchos cuadros de pinturas y porta retratos con fotos –supuse que de la familia Serrano- eran personas en un bote, en el lago, fuera de la cabaña, en el mueble de la salita, pescando. Diferentes escenas. Envidié un poco a Yolanda al tener esa familia tan unida y que siempre deseé tener en algún momento depresivo de mi vida, seguí observando. El lugar era tan cálido por dentro como afuera. Podías tener esa sensación de tranquilidad. Alarmada recordé que debía avisar a mi mamá que llegaría tarde al ver el gran reloj dorado que yacía clavado en la pared.
Saqué el celular y deprisa tecleé un mensaje corto pero con lo necesario para que supiera que estaba bien y la razón falsa de que llegaría por la noche.
No me di cuenta en qué momento el Señor Serrano desapareció, así que como yo no conocía nada por ahí solo me senté en el sofá que se encontraba por ahí. Pasaron, calculadamente, cinco minutos y lo que vi me dejó más perpleja que cuando llegué.
Era el señor Serrano de lo más casual. Llevaba unas bermudas azules y una camisa blanca que se pegaba estrictamente en cada uno de sus músculos. Oh dios, ahora sí se podían observar sus lindos tatuajes de los brazos, para terminar su entrada sensual y sorprendente lo que mató a mi corazón fueron esos vans del mismo tono de su camisa.
— ¿Te gusta lo que ves?
El tono de su voz fue la razón por la que creí verme como Sullivan en la película de Monster Inc. donde piensa que la pequeña humana está siendo triturada.
— Señor Serrano, le agradezco demasiado que me haya traído y enseñarme el lugar especial para su familia pero... pero no entiendo...
— ¿Por qué te traje? — Interrumpió robando mis próximas palabras.
Asentí tímidamente. Él se acercó lentamente a mí, de la misma forma que cuando vi por primera vez a su hermano menor, Jorge Serrano —. Eres especial. Pequeña brujita, no sé qué hiciste conmigo pero realmente deseo tenerte — Dijo brindándome caricias en mi rostro—. Te has vuelto mi perdición, Oriana. Y si planeas deshacerte de mi, debo decir que no te la dejaré fácil.
Y no quería que lo hiciera porque para mí, Julian Serrano también se había vuelto mi perdición.

<<conтιnυará>>

Julian es la perdición de todas 7u7 o no? 


Hola chicas, bueno me tomo este espacio para hablarles un segundo.. ya que hace mucho  no hablamos(? 
Bueno esta pasando algo IMPORTANTE, tanto para ustedes como para mi.

Posible Final de ForeverOrianForever?

Esto es asi... ya no tengo muchas ideas de que novelas adaptar, las novelas que vengo subiendo ultimamente no estan gustando mucho o por lo menos no gustan tanto como las primeras que habia subido.
El problema es que ya no se que novelas les vaya a gustar o no y pense en tal vez dejar de adaptar novelas... en ese caso Dias de Otoño seria la ultima novela que adapto a Orian.
Pero aun no esta decidido asi que no se alarmen.
Un favor! 

Si tienen alguna novela que deseen que adapte a Orian dejen el nombre en los comentarios, de la novela y su escritora asi le pido permiso.
Gracias por leer.

Chechu .

Dias de Otoño *Adaptada* /Orian/Where stories live. Discover now