La segunda planta de una casa en ruinas...

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Las suaves corrientes de aire que impulsan el pequeño molinillo, que de igual manera chocan contra mi existencial cuerpo en estado inerte en la estructura de lo que alguna vez fue una ventana.

El horizonte de una pequeña ciudad reflejada en mis orbes cafés mirando hace el inmenso cielo en donde las aves vuelan libres como muchos quisieran hacerlo ¿sería yo capaz de alguna vez siquiera una nube tocar?

Las pintorescas hojas que cuelgan de los árboles se balancean como si llamaran a mi nombre en busca de respuesta,  ¿acaso buscan en mí mísero rastro de vida? Ya no hay inspiración como la hubo en un remoto pasado.

Las meras circunstancias de la vida que día a día se pueden  observar las amistades pérdidas las vidas extintas y todo rastro de amor disipado en lo que alguna vez fue una chica com esperanzas e ilusiones.

DecisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora