"Necesito tu amor" con James Maslow♥

Capítulo 6

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Cercanías a Central Park / Enero, 2014.

-Servida, señorita.-me dijo en tanto se estacionó en la puerta de mi casa. Me disponía a bajar, pero él en rápidos movimientos, llegó al otro lado del automóvil (al copiloto, donde yo iba) y abrió la puerta antes de tenderme la mano para ayudarme a salir.

-James, no deberías molestarse en éso. Perfectamente puedo salir.

-Una dama debe tener ésas atenciones. Y aún más si es tan guapa.-me guiñó el ojo.-Y un caballero, no puede privarse del placer que la gratitud causa.

-En ese caso, gracias.

-No es nada, ______.

Se produjo un silencio incómodo. Él cerró la puerta y yo simplemente me quedé parada en la acera, esperando a que el motor de su auto sonara y él se marchara. Pero no lo hacía. Sólo se quedó frente a mí, con una extraña mirada, entre pensativa y temerosa.
Lo siguiente que pasó fue... extraño. Se acercó a mí y tomó mi mano para besarla lentamente, pero sin despegar sus ojos de los míos. Poco a poco se separó y sonrió ampliamente, mostrando algunas marcas al borde de sus ojos y boca, que verdaderamente eran adorables.
Y por un instante, me imaginé cuán afortunada era la madre de su hija, al tener que ver esa linda sonrisa cada vez que James estaba con su bebé, e incluso con ella. Me atormenté con la idea de un matrimonio dichoso entre ellos, de la alegría que derrocharían, y me sentí tan egoísta. Éso era lo que James había anhelado para él y para Ashley, y obviamente yo no sería un obstáculo. Yo no era más que una chica de Minessota tras una florería, no era más allá de una huérfana con nada que ofrecer. Era tan simple, tan banal, tan ilusa.

-Gracias por traerme.-dije rápidamente.

-Es propio.-sonrió nuevamente. ¡Mierda! ¡Qué encanto!-Es un placer, cariño.

-Eh, bueno.-titubeé.-Debo entrar a ordenar unos documentos. Supongo que te veré luego.

-Ansío que éso pase. Quizá vuelva a llevar a Ashley por allí; sé que le encantaría ampliar su jardín.

-Por supuesto. Ve cuando quieras.-sonreí nerviosa. Lo que menos necesito es su cercanía. Creo.

-Entonces, te veré luego.-tomó mi mejilla con su mano para dejar un casto beso allí.-Descansa, dulzura.

-Gracias.-susurré.-Tú también descansa.

-Estaré pensando en ti.-rió antes de entrar y girar el volante para rodear la manzana.*

-Yo también, James Maslow. Yo también pensaré en ti.

(*) Cuadra, calle, avenida.