Capítulo 1.

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La joven casi no durmió esa noche. El hombre había entrado a su cuarto después de lo que ocurrió. Ya era de mañana, y al parecer ya se había ido el asesino. La chica se levantó de su cama caminando a paso lento a mirarse su espejo de cuerpo completo.

Lágrimas comenzaron a caer de sus mejillas, se sentía sucia, odiaba cada centímetro de su cuerpo. Logró ver algo en su cuello, era un chupón que le había dejado ese hombre. Miró sus muñecas, era verdad aún tenía las cicatrices de sus autoleciones.

¿Qué haré? Nadie va a querer a alguien así, pensó mirando todo su cuerpo de pies a cabeza. Limpio su lágrimas caminando al baño para lavarse y tratar de quitar algo de esa esencia del tipo que la tocó.

Se desnudo dejado ver cada marca de la anterior noche. Puso su cuerpo bajo la regadera dejado que el agua tocara su piel con suavidad. Lavo su cuerpo con cuidado para luego salir colocándose una toalla para envolver su desnudes.

Salió del cuarto de baño luego de haber desenredado su cabello y camino a su habitación. Se puso unos jeans azul oscuro, camiseta blanca bajo una camisa a cuadros de tonos burdeos, tenía unos botines negros. También envolvió su cuello con una bufanda gris para ocultar cada marca que le habían dejado.

Tomó una mochila empezando a guardar todo lo que necesitaría. El dinero que tenía no era suficiente por lo que decidió sacarle al tipo. Fue a la habitación que alguna vez perteneció a su madre.

Comenzó a revisar cada cajón de cada mueble hasta que encontró una carta bajo toda las cosas de su madre. «Para Ayame.» era lo que decía la carta, la chica se sentó en la cama para abrirla y comenzar a leer.

«Mi querida niña:

Si estas leyendo esto es porque quizás ya no este aquí en este mundo. Ahora te diré lo que nunca pude decirte. Perdón, perdón por no poder protegerte de él.
Todo esto es mi culpa pero yo siempre trate de hacer lo mejor. Ahora mi niña, toma todo el dinero que esta en ese cajón y vete, vete lejos de este lugar.
Se que eres una chica que esta recién aprendiendo a vivir, pero por favor, no cometas los mismos errores que yo. Busca a alguien que te ame de verdad y no dejes que nadie te pase por encima. Piensa que todo pasa por algo y que yo siempre te amaré y te cuidare aunque no este presente.

Te adoro, mi niña hermosa.

Te ama, tu madre.»

Lágrimas comenzaron a caer de nuevo de su mejillas. Guardó la carta en su bolsillo y sacó el dinero, era bastante como para escapar y sobrevivir unos días. Saco un collar de su madre y se lo puso ocultándolo bajo la bufanda.

Volvió a su habitación tomando la mochila guardando todo lo que faltaba. Estaba lista, tomó un gorro para dejarlo en la parte inferior junto a un abrigo por si estaba mal el clima. Se acercó a la ventana abriéndola, no quería pasar por la puerta principal y ver el cuerpo de su madre.

Bajo escalando hasta que llevó al suelo. Decidió ir a la estación de buses para tomar uno e irse lejos. Camino en silencio, no quería llamar mucho la intención hasta que llegó a una cafetería para comprar un café junto a un paquete de galletas.

Sigo su camino hasta llegar a la estación de buses. Compró un boleto para luego subir a un autobús, se sentó en el lado de la ventana viendo el día como se iba. Saco su diario para volver a escribir tomando un lápiz.

"Patético:

Sabes, lo logre. Escape, soy libre por primera vez. Ahora tendré que ver como sobreviviré, ahora sólo estoy en un bus. Lo único que quiero es lograr estudiar pero no se que tan difícil sera eso.

La Chica De Ojos Azules. |Naruto|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora