8.- Octava carta

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Querida Sheila:
Hoy en gimnasia me miraste.
Esos preciosos ojos azules verdosos, me miraron.
Ibas con ese moño tan bonito de Peppa Pig, aunque apuesto que es de tu hermana y te equivocaste.
Los niños se rieron de ti, pero tú fuiste lo suficientemente valiente para ir a hablar con ellos.
Y les dejaste la boca cerrada.
Porque les enseñaste a todos que los calcetines de Carlos eran de Bob Esponja.
Me gusta tu personalidad, Shey :)
Que nadie sea capaz de herirte.
Y si lo hacen...
Me tendrán que herir a primero.
-Anónimo.

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