[NOTA DEL AUTOR: Cada vez que Riggle vaya a hablar, pondré el gruñido y entre paréntesis lo que quiere decir. Gracias por leer "La Piedra Dragón" ^-^]
—Rwwrf? (¿Quiénes sois?)— gruñía Riggle.
—Shhh, cálmate... Vamos a ayudarte, y a mimarte...— decía Yuq, con un tono muy sereno, para no asustar al dragoncito.
—Grwra? (¿De veras?)— gruñó Riggle, con cara de ilusión.
—Por supuesto, pequeño. Mira, ella es Kalista, tu domadora. Dale una cálida bienvenida. — anunciaba Yuq, con su tono sereno de antes.
—Grwara! (¡Hola!)— gruñía, mientras me lamía la cara.
—¡Ja, ja, ja, ja, hola Riggle, bienvenido a la familia!— dije, con alegría.
Llamaron al portón. No sabíamos quién era, y Yuq fue a responder. No oí nada de la conversación.
—Es terrrible.—dijo Yuq, con un tono bastante serio.
—¿Qué ocurre?— pregunté, impaciente de conocimiento.
—Plegia. Gangrel, el rey Loco de Plegia ha robado la Piedra Dragón. — anunció Yuq — Y encima..., han saqueado aldeas ylissenses. Entre ellas, la de mis padres... Y por desgracia, ni previo aviso... Han...
—No puede ser Yuq... Ese Gangrel... ¡VA A PAGAR POR LO QUE HA HECHO! —grité, pegando un golpe en la mesa.
—... Kalista, no sé si te dejaran hacer esto, pero te voy a dar una espada. Iremos a vengar la muerte de mis padres, y recuperar la Piedra Dragón. ¿Entendido? — dijo, con un tono bastante serio.
Partía hacia mi casa, para pedir permiso. Ellos me dijeron que sí, que era un acto de valentía ir hacia la aventura desde tan pequeña. Mi madre me dio bastante comida para aguantar dos meses. Mi padre me dió su brújula de la suerte, para que me guiara durante la aventura. Y en ese momento, partí hacia el Bosque Juwiense.
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La Piedra Dragón
FantasyTodo se desarrolla en un mundo ficticio llamado Juwia, una región donde humanos y dragones conviven en paz, debido a una piedra llamada "La Piedra Dragón". Pero un día, la región vecina (Plegia) robó la Piedra Dragón, y los dragones están inquietos.
