"Especial"
Podría repetirlo una y otra vez, me encantaba observarla.
Hanna no era cualquier chica, ella tiene algo que la distingue del resto
Por ese motivo me acerqué a ella aquél día.
Reuní toda la valentía que tenía y la seguí, debía llamarla antes de que entrara a clases o debía esperarla hasta el descanso.
Caminaba rápidamente, no despegaba la mirada de su teléfono y su expresión era tan seria...
Hizo una parada en los casilleros y aproveché para acercarme de una vez por todas- Hanna... - La llamé, ella se volteó a verme, mientras cerraba su casillero.
Sus ojos, dios, eran lo más increíble del mundo, podría pensar en ellos por toda una semana, eran tan magníficos.
- ¿Si? - Preguntó con el ceño fruncido.
Realmente se veía preciosa, perfecta en realidad.
Tenia el cabello despeinado, unos mechones pegados a sus mejillas y sus labios pintados con labial crema, se veía hermosaY seguía esperando una respuesta así que me apresuré a hablarle.
- ¿Cuando naciste? - ¿De verdad no se me pudo ocurrir algo más? Estaba tan nervioso, no quería arruinarlo.
- El 12 de septiembre - Chasqueó la lengua.
Comenzó a caminar mientras se ponía los audífonos y yo la seguí
En cualquier momento me mandaría a volar pero no quería quedarme ahí parado sin hacer nada.
Ella se paró al verme
- ¿Sucede algo Lian? - Levantó su ceja izquierda y casi parecía que me había escaneado con la mirada pero lo disimulaba bien.
Me asusté ¿Que podía decirle a Hanna Williams para que me dejara seguirla?
- No sucede nada, Hanna.
Me guardé las manos en los bolsillos mientras me encogía de hombros, ella sacudió su cabeza de lado a lado suavemente y entró en el salón de clase de arte
Me senté en la entrada de la puerta y 40 minutos después todos salieron y ella igual.
Me levanté y proseguí a caminar junto a ella, se veía estresada.
Y volvió a mirarme esta vez claramente enojada.- ¿Qué te debo? ¿Porque estás siguiéndome? - Agregó.
- El pasillo no es tuyo, puedo caminar donde quiera.
Pensé que iba a golpearme, se los juro.
Pero no me dijo nada, se giró y continuó caminando
Mis manos comenzaron a temblar, tuve que guardarlas mientras me atrevía hablar
- Hanna - hablé pero me calle cuando vi que se paró en seco y me miró tal vez ¿nerviosa?
- Puedes hacer lo que quieras, mientras no me toques no me molesta lo que hagas. - Soltó y continuó caminando.
Me quedé un momento en silencio mientras Hanna caminaba a la salida.
Empecé a seguirle
La historia más larga del mundo, lo que me gusta de hanna.
ESTÁS LEYENDO
SOLO ABRAZOS
RomanceSiempre me dijeron el amor era precioso, como el oro y como el agua cristalina. Nunca me dijeron que era contagioso. Un chico con popularidad inquebrantable se enamora de una chica con mal carácter y enferma en muchos aspectos, ellos tendrán muchas...