"No necesito un niñero."

Otro día más...

Iba caminando viendo como las hojas se movían gracias a el viento, la verdad es que hacía frío pero me daba igual, estos últimos días no me ha importado si pueda enfermarme. Iba hacia mi casa a paso lento... No me apetecía llegar tan pronto, ya que mi madre y mi padre no estaban, están en el trabajo todos los días todo el día... Llegue y abrí la puerta con mi llave. Al entrar a esta vi a mi madre y mi padre en la sala, ¿ellos aquí? ¿A está hora? Por un momento me siento confundida pero por otro me sentí feliz de tener a mis padres en casa tan temprano.

-Hola madeson-dijo mi madre mientras me abrazaba.

-hola mamá-dije mientras correspondía a su abrazo.-¿qué hacen aquí?-pregunté mientras saludaba a mi padre.

-decidimos llegar temprano para pasar tiempo contigo-dijo. ¿Tiempo conmigo? Wow, eso no me lo esperaba. Sé que mi madre me ama tanto como yo a ella. Pero, siempre ha estado muy ocupada en su trabajo aunque mi padre sea el dueño, más bien parece trabajador contratado porque todo el día se la pasa ahí.

-¿tiempo conmigo? ¿A qué se refieren?-dije algo confusa.

-mira hija, sabes que te amamos como no tienes idea, eres nuestro más grande tesoro.-dijo mi padre. Como si estuvieran por decirme algo importante y está ayudando a mi madre a decirlo.-decidimos volver a casa porque queremos pasar tiempo contigo ya que...-mi padre se puso tenso. Esto me está preocupando -nos vamos en una semana.-dijo mi padre. ¿Se van? ¿Solo me queda una semana con ellos? ¿Por cuánto tiempo? ¿A dónde? Esto no me gusta. Mis padres han viajado mucho y siempre tardan meses en regresar y en esos meses no la pasó nada bien...

-¿a dónde se van?-dije con tristeza.

-tenemos que salir de la ciudad, encontré a un señor que quiere hacer negocios conmigo y acepte.-explicó mi padre.

-¿por cuánto tiempo?-

-6 meses-dijo. Ok, eso es mucho tiempo.

-de acuerdo.-dije arrepentida.

-pero espera.-gritó mi madre cuando iba subiendo las escaleras hacia mi habitación.

-¿qué pasa Mamá?-pregunté.

-no te quedaras sola.-dijo. ¿Qué? ¿Acaso me dejara con mis tíos? Oh no.

-¿cómo que no me quedaré sola? Solo espero que no me dejes con mis tíos porque la última vez que me quede con ellos mis primos casi me matan y..-

-no te quedaras con ellos.-me
interrumpió mi madre.-te quedaras aquí. Con... Un niñero.-dijo. ¿Qué mierda? ¿Un niñero enserio? Soy una chica de 18 años no necesito un niñero.

-¿se han vuelto locos? Papá, el señor con el que harás negocios ¿no te dio ningún polvo blanco?-dije. Si, tal vez ese tipo lo drogo y ahora quiere ponerme un niñero. Mi padre jamás me  dejaría con un desconocido, ¿qué le está pasando ahora?.

-no hija, ese señor no me dio nada, pero creemos que ya has estado bastante tiempo Solá. Y no será ningún desconocido, es hijo de un amigo de la infancia.-dijo.

Bueno, eso me deja más tranquila, pero, igual. No quiero un niñero.

-papá, mamá, no necesito un niñero, soy bastante grande para uno. Puedo cuidarme sola.-dije. Y es verdad, por todo el tiempo que e estado sola, aprendí a cuidarme.

-por favor hija, nos quedaremos tranquilos así-suplico mi madre. Y bueno, suplica pero no puedo decirle que no. No dejaré que se vayan preocupados.

-está bien.-alargue diciendo.-pero, les advierto si ese tipo me viola o trata de hacerme algo lo mataré con mis propias manos.-dije satisfecha. Si ese tipo trata de hacerme algo lo mataré.

Al día siguiente me levante muy cansada, bueno era sábado y no tenía que ir al instituto. Decidí llamarle a mi mejor amiga, que más que amiga ella era mi hermana. No me importa que sea hija de otra fulana, ella es mí hermana. Me reí de solo pensar en eso cuando se escucharon pasos de el otro lado de la puerta y tocaron, tal vez sea mi madre o mi padre a dejarme el desayuno, o tal vez quieren que salgamos. Me pare de la cama y me dirigí a la puerta la abrí y ahí estába mi madre, cuando me vio se dibujó una sonrisa en su cara, no pude evitar abrazarla y me lancé a sus brazos, hace tanto que no la abrazaba así.

-¿qué haces aquí Mamá?-pregunté

-sólo venía a ver cómo amaneciste-dijo alegre

-bien mamá y tú?-

-oh, perfecto-dijo y sonrío.-cámbiate y baja a desayunar-dijo sonriendo y se fue.